Los desastres naturales han ocurrido desde siempre y los enseñanzas que les han dado a la humanidad han servido para formar una cultura de prevención que ayuda a disminuir su impacto y en la actualidad se tienen claras las medidas que hay que tomar cuando sucede un fenómeno de estas magnitudes.
Aun así, hay gente que no comprende el origen de éstos o simplemente nunca se lo ha preguntado, de manera que también les cuesta trabajo entender los efectos después de que pasan. Es importante conocer cada situación para no tomar a la ligera ningún evento de estas dimensiones y hacer conciencia del rol que tienen las personas, porque aunque la mayoría son inevitables, hay casos que se pueden evitar.
Causas de los desastres naturales.
Intervención humana.
Algo que llama la atención en tiempos recientes es la intensidad con la que se presentan todos estos hechos, ya que parece que cada año los incendios son más frecuentes, los huracanes más fuertes o las sequías más largas. Las coincidencias se empiezan a notar cuando se analiza que todos estos cambios ocurrieron poco a poco pero de manera constante a partir de los avances de la era industrial.
En el sentido meteorológico, muchos le atribuyen esto a los humanos, porque de manera indirecta, debido a nuestros hábitos de consumo, los transportes que utilizamos o los recursos naturales que necesitamos, se generan situaciones como el calentamiento global, el aumento de las emisiones de gases y en si, la contaminación en general, que calienta el planeta y modifica tanto los climas como los ecosistemas en el mundo.
Terremotos y tsunamis.
Existen muchos casos y cada uno puede tener un origen diferente porque los terremotos, por ejemplo, empiezan con el movimiento de las placas tectonicas y cuando éstos son de una magnitud grande y se dan en el mar, también provocan la formación de un tsunami, que de igual forma se generan por erupciones volcánicas en el mar.
Volcanes.
Se podrían considerar como aberturas por las que el magma en el interior de la tierra es liberado y aunque existen muchos factores para que suceda una erupción, uno de los principales es la capacidad de la masa fundida para flotar hacia la superficie.
Sequías e incendios.
Las sequías o los incendios pueden ocurrir por las altas temperaturas registradas en ciertas temporadas, con el agregado de que en el segundo caso, puede ser por el impacto de un relámpago con un árbol o debido a una persona, por quemar algún objeto o tener un simple accidente.
Huracanes, tifones e inundaciones.
En el caso de los tifones o los huracanes, éstos se generan en zonas en el mar de baja presión, debido a que el agua que se evapora genera vientos muy rápidos que poco a poco van acumulando más energía, hasta formar los grandes espirales que los caracterizan. Las inundaciones podrían considerarse como uno de sus resultados, porque durante las fuertes lluvias provocan que el nivel del mar y los ríos aumente, provocando que éstos se desborden.
Consecuencias de los desastres naturales.
Destrucción.
Uno de los efectos más visibles después de que llega la calma. Ya sea un temblor, un tsunami o un huracán, los destrozos que van dejando a su paso se presentan de muchas formas: casas inundadas, carreteras bloqueadas, edificios caídos, etc.
Damnificados.
Como resultado de la destrucción que ocurre por culpa de estos fenómenos, mucha gente pierde prácticamente todo lo que tenia, desde las posesiones personales, hasta incluso su propio hogar. La ayuda se hace presente en estos casos con alimento, refugio, apoyo o al menos unas palabras de aliento, pero aun así el golpe emocional es muy duro porque la gente pierde recuerdos, años de esfuerzo y a cambio reciben solo incertidumbre sobre lo que vendrá más adelante.
Perdida económica.
Los daños también se pueden traducir como una perdida de dinero, ya que a parte del costo que requerirán las reparaciones hay que tomar en cuenta los inconvenientes en los negocios y en la economía en general.
Si los caminos se ven afectados, la comunicación se interrumpe y la llegada de bienes y servicios también, de manera que las empresas pequeñas y grandes no pueden realizar sus actividades con normalidad.
En zonas turísticas la afluencia de gente suele disminuir porque los mismos turistas toman sus precauciones o porque así lo recomiendan los gobiernos locales. Para la economía local esto significa un ingreso menor del que se tenía previsto.
Cuando los sistemas de transportes se detienen por estas razones también hay una perdida considerable, ya que no es posible usarlos y no existe un tiempo determinado para que todo se normalice, de modo que con cada día que pasa aumenta el costo del daño.
Interrupción de servicios.
Dependiendo de la magnitud del problema, se puede dar la situación de que servicios importantes como los de salud se vean comprometidos o incluso se detengan por completo. Si la energía eléctrica se corta, un hospital no puede funcionar adecuadamente y aunque la mayoría cuenta con plantas eléctricas, trabajan al limite y de manera muy lenta.
Si hay familias que necesiten retirar dinero para comprar provisiones, herramientas o cualquier otra cosa, tal vez vean que no hay bancos abiertos o cajeros en buen estado.
Las lineas de comunicación no son infalibles y en momentos así es normal que se pierda la conexión a Internet o que los teléfonos pierdan la señal y sea imposible hablar.
Cambios en el ambiente.
Además de los humanos, los animales también sienten los efectos de este tipo de problemas. Hay especies que solo crecen en determinados lugares y jamás podrían adaptarse a vivir en otras condiciones, pero la lava de un volcán o los incendios a gran escala los obligan a desplazarse con el riesgo de desaparecer o incluso alterar otro tipo de ecosistemas.
Además, estas devastaciones cambian por completo la geografía del lugar, ya que por ejemplo, la lava se endurece, formando nuevos terrenos y en el caso de los incendios, en la tierra por donde pasan las llamas se vuelve más complicado que algo vuelva a crecer.