La agricultura es una actividad que ha estado al lado de la humanidad desde tiempos antiguos y por lo tanto ha evolucionado junto a ésta. Atrás quedaron las cosechas para unas cuantas personas, porque se dio paso a las prácticas como el cultivo intenso, en donde se toman en cuenta factores como la gran sobrepoblación que existe.
Este tipo de actividades van acorde a las necesidades de la sociedad actual, pero también responden a problemas que sólo se generarían en la era moderna. Por esta razón surgen preguntas que nos llevan a analizar su origen y los inconvenientes que se generan, porque a pesar de tener un fin tan básico como el alimento también puede ser algo que comprometa nuestro futuro.
Causas del cultivo intensivo.
Productividad a corto plazo.
Uno de sus mayores objetivos es generar una gran cantidad de alimentos en el menor tiempo posible, debido a la demanda que se tiene en la actualidad. Si se trata de un país autosuficiente y con una gran población, siempre se buscará que se cumpla dicha demanda, porque al ser comida se trata de un elemento esencial para los humanos.
Menos costos.
El hecho de ser una actividad mecanizada casi en su totalidad hace que los procesos y la producción se economicen más, ya que los alimentos se producen en masa y en algunos casos incluso se cultivan cosas fuera de temporada donde se obtienen ventas extra. Esto crea cierta relación con el punto anterior, ya que esta actividad combate el hambre y el alimento producido de esta forma es más barato y por lo tanto, más accesible para todos.
Fin económico.
Hay cultivos que sólo crecen en condiciones específicas y por lo tanto, sólo en algunos países. Éstos tienen una oportunidad económica con la exportación, ya que pueden fijar su precio, alcanzar un mercado internacional y crecer, pero si la demanda es muy grande se tienen que incrementar los niveles de producción, de modo que esta práctica es una de las alternativas más rentables que tienen.
Consecuencias del cultivo intensivo.
Contaminación indirecta.
Debido a que esta agricultura combina las prácticas tradicionales con el uso de nuevas tecnologías también tiene un efecto indirecto en el medio ambiente. Como se utilizan muchas máquinas que requieren mucha energía para funcionar, la quema de combustibles fósiles es muy común en este tipo de actividades, por lo que también se contribuye a las emisiones de gases contaminantes.
Efectos de los pesticidas.
Como en este sistema se genera más alimento también se requiere de más protección para combatir las plagas, lo que en este caso se logra con los pesticidas. El detalle está en que estos químicos no sólo llegan a los cultivos, sino que también a la tierra e incluso al agua, y si tomamos en cuenta que se utilizan en cantidades mucho mayores, cuando no se tiene cuidado se le hace un gran daño a la naturaleza.
Consumo excesivo de agua.
El hecho de ser una actividad más eficiente en el corto plazo hace que se utilicen más cantidades de agua para la producción. Si bien se utilizarían los mismos litros en un periodo más largo del tiempo, hay que tomar en cuenta que los yacimientos subterráneos de agua requieren tiempo para restablecerse, por lo que su uso excesivo en lapsos más cortos de tiempo altera su ciclo natural y compromete las reservas para el futuro.
Desequilibrio ecológico.
La agricultura intensiva requiere que se remueva la cubierta vegetal del área que se planea utilizar, lo cual en la mayoría de los casos implica una enorme deforestación que puede destruir ecosistemas enteros. Si tomamos en cuenta que muchas especies animales pueden vivir en un bosque, y que además los árboles disminuyen las emisiones de dióxido de carbono, cuando todo esto desaparece la pérdida de la biodiversidad es enorme y el efecto en otros fenómenos como el calentamiento global se incrementa.
Debilitamiento del suelo.
La tierra tiene su propio ciclo en el que poco a poco va a regenerando los nutrientes que absorbe la vegetación en la superficie, pero en este caso el uso ininterrumpido y excesivo del suelo hace que se vayan perdiendo poco a poco todos los elementos necesarios para que crezca algo, además de que la aplicación de algunos químicos puede salinizar el terreno e intensificar problemas como la erosión.