
La miel de abeja es un producto natural y bastante popular entre la gente porque se puede tomar por si sola o acompañando a una gran cantidad de alimentos, dando un sabor único y característico que otros productos similares no pueden imitar.
Es un hecho que mucha gente está interesada en esto, ya sea por su sabor dulce, por su aspecto y color o por las propiedades que posee, pero es justo por esta razón que también se preocupan por saber los efectos que puede tener en alguien que toma esta miel, es decir, si trae ciertos beneficios o por el contrario, su consumo debe moderarse para evitar problemas a largo plazo. Por esto es importante analizar cada punto y decidir si vale la pena incluirla en algunas comidas.
Ventajas de la miel de abeja.
Rica en todo tipo de nutrientes.
Una de sus principales características es la composición que tiene, la cual la hace rica en muchas cosas, desde antioxidantes hasta glucosa o fructosa. Si bien algunos de estos elementos parecerán contraproducentes para las personas que cuidan sus niveles de azúcar, es importante mencionar que también contiene vitaminas y minerales que el cuerpo necesita.
Menos procesada que el azúcar.
Como naturalmente ya es dulce, no es necesario procesarla tanto como otras cosas, ya que en el caso de la miel solo se pasteuriza. Los antioxidantes y las enzimas que contiene son mayores que el azúcar y sus niveles de glucosa son menores.
Amigable con el estomago.
Para algunas personas ideal tomarla cuando se tiene dolor de estomago o problemas de digestión, ya que ayuda al intestino y alivia las molestias que se suelen sentir. Diferentes estudios le asocian propiedades antibacteriales y antiinflamatorias, por lo que puede ser un sustituto de otros alimentos.
Útil para la tos.
Debido a sus propiedades, también es efectiva cuando se tiene la garganta irritada y una tos constante. Una vez que se toma, lo que hace es aumentar la producción de saliva y mucosa que contrarresta una garganta seca y por ende, reduce la tos.
Desventajas de la miel de abeja.
Azúcar.
Como la miel es muy dulce, es normal que los niveles de glucosa que contiene sean más altos que en otro tipo de alimentos y esto hace que no sea ideal para gente con ciertas enfermedades, como en el caso de la diabetes, ya que eleva el nivel de azúcar en la sangre.
Aumento de peso.
Debido a su composición, si se llega a consumir en grandes cantidades poco a poco se va a notar un ligero aumento de peso. Esto sucede porque el nivel de calorías presentes es muy alto y además, los carbohidratos que contiene hacen que la energía se vaya acumulando como grasa.
Reacciones alérgicas.
Gente alérgica o con un sistema inmune débil puede tener problemas al consumir la miel, porque ésta, al ser producida por las abejas, en algún momento pudo tener polen u otro tipo de sustancias que provoquen ciertas reacciones en las personas.
En este caso también es importante revisar la calidad con la que es producida, porque como su origen es de diferentes zonas y diferentes néctares, los efectos podrían variar desde una alergia hasta una infección causada por bacterias por no hacer una pasteurización adecuada.