
En el trabajo, en la escuela o en cualquier otra situación es necesario contar con una herramienta que nos permita disponer de toda clase de documentos de forma tangible para presentaciones, textos, fotos y muchas cosas más y cuando se analizan las opciones disponibles, una que siempre puede ser tomada en cuenta es la de una impresora láser.
En el mercado existen muchos modelos para tener distintos tipos de impresiones variando la calidad, el color e incluso los propios mecanismos de funcionamiento, por lo que se tienen que estudiar bien tanto las virtudes como los inconvenientes de esta opción y ver así, si es la indicada o si se debería ver una alternativa.
Ventajas de una impresora láser.
Trabajo rápido.
Uno de sus puntos característicos es la velocidad con que realizan las impresiones y la eficiencia para hacer esto. En lugares donde se requieren contar con hojas a la brevedad o donde varias personas enviarán sus trabajos a imprimir constantemente es una cualidad positiva y hasta necesaria. Además, algo que caracteriza a estos equipos es lo silenciosos que son, por lo que en ambientes ajetreados no serán una distracción para los demás.
Costos menores.
En este caso se utiliza tóner y aunque son más costosos, cuando se trata de su vida útil y de la cantidad de impresiones que se pueden hacer, son una gran inversión. Si se maneja un volumen muy alto esto resulta adecuado porque con un solo paquete de tóner saldrían cientos de hojas.
Documentos claros y limpios.
Gracias a la tecnología que lleva su nombre, el láser, se crean hojas cuyas letras no se borraran o mancharan y con una calidad que no se ve con otras impresoras. Si se imprime más de una hoja resulta provechoso porque éstas salen secas y se pueden juntar, al contrario de otras alternativas donde habría que esperar a que se seque la tinta.
Desventajas de una impresora láser.
Equipo caro.
Uno de los factores que evitan que esta sea la opción predilecta de la gente es el precio que tienen, ya que suelen ser más altos que las versiones de tinta. Aunque hay muchos modelos para escoger y buscando se puede encontrar algo económico, también hay que tomar en cuenta que estos precios se elevan aun más cuando se trata de impresiones a color, de manera que hay que analizar si realmente se va a aprovechar o si sería mejor considerar otro equipo.
No apto para todo el papel.
Si bien la calidad con la que imprimen no se puede negar, también es un hecho que no son adecuadas para algunos tipos de papel. Un área donde más se refleja es en la fotografía, ya que lo que se busca en este caso es una resolución alta y de calidad pero difícilmente se logra esto, ya que incluso hay equipos en los que ni siquiera se puede introducir el papel fotográfico.
Tamaño y memoria.
Uno de los puntos que más salta a la vista es la cantidad de espacio que ocupan, lo cual puede ser un inconveniente para oficinas pequeñas o para el usuario promedio que la tenga en su hogar. Además, la memoria RAM que traen limita parte de su capacidad por lo que si ésta es poca, no funcionaría tan bien y aunque se puede expandir, eso implica un gasto más que tal vez rebase el presupuesto de algunos.
Elecciones disponibles.
También se puede optar por una impresora de inyección de tinta si se llega a la conclusión de que no se aprovechará correctamente esta opción o simplemente se prefiere algo más simple pero igual de eficiente. Al final hay que elegir lo que se adecue más a las necesidades de cada quien, ya que no todos requieren tener tanta potencia o habrá gente que solo la use para trabajos más personales.