En la actualidad es normal encontrar una gran cantidad de ofertas y mercancía que nos permiten elegir de manera más prudente lo que adquirimos. Sin embargo, entre todas las opciones que hay en el mercado, puede que haya algo que no requiramos pero aun así compremos y, aunque pueda parecer un comportamiento irracional, tal vez simplemente se deba a que caemos en una estrategia de ventas bien planeada.
Independientemente de las creencias del individuo, hay algunas necesidades que se reconocen universalmente. Entre ellas se encuentran cosas como la comida, el agua, la vivienda y la ropa. Sin embargo, muchas personas también creen que ciertos aspectos no deben considerarse, ya que a menudo se pueden obtener estas cosas sin tener que pasar por ningún tipo de dificultad o esfuerzo.
En este aspecto, entra como un factor lo que entendemos de este concepto o lo que nos hacen entender sobre este tema. Hay veces que vemos algún producto que no requerimos pero aun así lo adquirimos y sin darnos cuenta entramos en un proceso de consumismo que nos lleva a comprar más cosas, pero ¿en verdad nos hacen falta?
¿Qué es una necesidad creada?
Es una necesidad que ha sido creada por una empresa o un individuo. Puede ser cualquier cosa, desde un nuevo producto hasta un cambio en la estrategia de marketing. Cuando las empresas utilizan estas herramientas, son capaces de aprovechar lo que sus clientes quieren y necesitan. No sólo obtienen una idea de lo que deberían producir, sino también de cómo dirigir sus estrategias para vender más.
Por esta razón, la creación de este concepto puede ser una forma muy eficaz para que las empresas crezcan y se mantengan por delante de la competencia.
Tipos de necesidades.
Existen diferentes deseos que pueden surgir a lo largo de la vida de una persona, estando los más básicos, que prácticamente nos garantizan la vida, y otras que no generan mayor consecuencia si no se cumplen, pero pueden ayudar con otros objetivos: fisiológicas, seguridad, sociales, emocionales, intelectuales o espirituales.
Por el lado fisiológico se incluyen cosas como la comida y el agua, mientras que las de seguridad hacen referencia al refugio y la protección contra el peligro. En el aspecto social está la compañía y el apoyo, mientras que del lado emocional se encuentran sentimientos como la felicidad, la tristeza o la estabilidad. En el caso del intelecto están factores como el conocimiento y la comprensión, mientras que lo espiritual implica asuntos del corazón como la fe y la espiritualidad.
Las necesidades y las empresas.
Los negocios utilizan dicho concepto para dirigirse a grupos demográficos específicos, formar un deseo en su base de clientes y aumentar las ventas.
Hay diferentes maneras en que las empresas hacen esto:
- Se dirigen a un publico en particular. Por ejemplo, una empresa puede crear una necesidad de seguro de viaje para las personas que viven en una ciudad donde hay mucha delincuencia. Esta orientación permite vender el servicio a gente que, de otro modo, nunca lo compraría.
- Se crea un deseo en su base de clientes. Se fabrican zapatillas que sean ligeras y cómodas. Esto crea una mayor demanda a pesar de que existe otro producto satisfaciendo una demanda similar.
- Simplemente se busca aumentar las ventas.
Las necesidades son el resultado de la interacción entre el cliente y el negocio. Muchas veces, estas pueden surgir del deseo del cliente de obtener una mejora en su calidad de vida, o como un resultado de marketing por parte del negocio. Aunque pueden surgir de muchos motivos, la única forma de saber cuáles son las que son reales e importantes para los negocio es investigarlo.
Por esta razón son el objeto de estudio de los economistas y empresarios, ya que constituyen una de las papeletas clave para la prosperidad económica. La teoría defiende que estas herramientas contribuyen a determinar el comportamiento económico, ya que están directamente asociadas a la demanda y al consumo. Sin embargo, esta doctrina no es comúnmente respaldada por la opinión pública. A veces se critican las estrategias de marketing porque son consideradas exigentes.
¿Las necesidades creadas son buenas o malas para las personas?
Esta es una pregunta que se ha debatido durante muchos años y no hay una respuesta única. Algunas personas sostienen que al crearse este tipo de conceptos son buenos porque proporcionan un incentivo para trabajar duro y alcanzar objetivos. Otros creen que son malas porque pueden conducir al consumismo excesivo y sin control, además de que se cree que pueden ser perjudiciales porque llevan a las personas a depender demasiado de las cosas que creen necesitar para sentirse felices. En última instancia, sus efectos en las personas dependen del contexto en el que se utilicen.
Por esta razón, no hay una respuesta en blanco y negro a esta pregunta, ya que depende de la perspectiva individual de cada individuo.
¿Cómo identificar si se tiene una necesidad creada?
Como prácticamente es un interés emocional que no está satisfecha en el presente, es posible seguir los siguientes pasos:
- Identifica una emoción que sientas cuando no estás recibiendo lo que deseas.
- Realizar un análisis de sí mismo y ver si se percibe como cliente potencial de un producto o servicio .
- Pregúntate si dicha sensación es consistente con lo que sientes cuando cumples algo.
- Ver de que productos que ya tenemos en el hogar podemos prescindir sin ninguna consecuencia.
Si crees que tu deseo ha sido pasado por alto o ignorado por el mercado general, puede que merezca la pena investigar si los productos o servicios que buscas fueron diseñados para generar una sensación de utilidad. Por ejemplo, si buscas un nuevo dispositivo electrónico con funciones muy especificas y exclusivas, es probable que estés en el entramado de una estrategia de marketing donde ya eres un cliente fijo. En cambio, si sólo quieres comprar un producto existente en el mercado que cualquier marca puede satisfacer, aun no creas una necesidad no esencial.
¿Cómo se genera este concepto?
Como esta idea surge de la motivación para atraer más clientes, es posible construir o generar estrategias que llamen la atención de la gente.
- Se identifica un deseo insatisfecho que tenga el mercado objetivo. Puede ser cualquier cosa, desde una nueva forma de cocinar la comida, hasta una nueva forma de mantener limpio el coche.
- Se investiga qué otros productos o servicios están disponibles.
- Se idea una solución única para responder o introducirse a esta sección del mercado. Esto podría implicar la creación de un nuevo producto o servicio, una forma innovadora de comercializar o una manera diferente de ofrecerlo.
- La idea se prueba con el publico objetivo. Esto puede hacerse reuniéndose con clientes potenciales y preguntándoles qué piensan de la propuesta, desarrollando un prototipo o trazando algún tipo de estudio de mercado.
Si bien la mayoría de las personas no requerirían conocer los puntos por los que ciertas mercancías se vuelven necesarias, es conocimiento que nos puede ayudar a identificar mejor las cosas que adquirimos y reflexionar si realmente vale la pena gastar dinero en ello.
Lo esencial y lo prescindible.
En los últimos años ha resurgido el debate sobre que puede considerarse realmente necesario en un mundo tan globalizado como el nuestro. Es evidente que requerimos comida, vivienda y atención sanitaria, pero cuando pensamos en la tecnología y todos los dispositivos que han surgido en años recientes, ¿podemos decir lo mismo?
Si bien es algo difícil de responder y que sin duda generará muchos debates más en el futuro, es un hecho que muchos productos o servicios que tenemos ahora le dan un toque interesante a la vida y, aunque no todas las personas tienen las mismas prioridades, tal vez ese detalle es lo que nos hace apreciar de manera diferente cada cosa.