
La sociedad es un complejo sistema de jerarquías, estatus y riqueza que configuran la forma en que interactuamos entre nosotros. Estas divisiones se basan a menudo en distintos niveles que pueden crear un equilibrio desigual de poder entre los individuos. Como resultado, algunos miembros de la sociedad pueden tener mayor acceso a recursos u oportunidades que otros en un sistema conocido como estratificación social.
Esta disparidad puede provocar sentimientos de injusticia entre quienes creen que no reciben lo que les corresponde en la vida. También tiene implicaciones en la forma en que las personas se ven a sí mismas y a los demás dentro de sus círculos sociales. Los efectos de estas divisiones pueden verse en muchos aspectos de nuestras vidas, como la educación, el empleo, la atención sanitaria e incluso la política. Sin embargo, al comprender las distintas formas en que está dividida la sociedad, podemos empezar a abordar los problemas relacionados con la desigualdad y esforzarnos por crear un mundo más equitativo para todos los ciudadanos.
¿Qué es la estratificación social?
Es un sistema de jerarquía social que clasifica a los individuos en función de su estatus económico, político o social. Puede verse en todas las sociedades del mundo, aunque algunas tienen sistemas más rígidos que otras. Esta estructura jerárquica crea estratos dentro de la sociedad que suelen denominarse clases o castas.
Estas clases están determinadas por factores como la riqueza, la ocupación, el nivel educativo e incluso la raza o la etnia. En la mayoría de los casos, los que están en la cima de esta escala tienen acceso a recursos y oportunidades que no están al alcance de los que están por debajo de ellos, lo que crea una distribución desigual del poder entre los distintos grupos de la sociedad.
¿Por qué es necesario crear jerarquías?
La creación de jerarquías se ha utilizado a lo largo de la historia por varias razones, como mantener el orden dentro de una sociedad y proporcionar estabilidad mediante funciones y expectativas claras a las que deben adherirse los miembros de cada clase.
Además, permite a los gobiernos controlar quién tiene acceso a determinados recursos, como la propiedad de la tierra, las instituciones educativas, los servicios sanitarios, etc. En este aspecto, dichas estructuras proporcionan incentivos para que las personas de los peldaños más bajos de la escala trabajen duro para poder ascender a puestos más altos si es posible. Esto sucede porque conforme van creciendo, la gente se va volviendo consciente de su posición en la jerarquía y busca lo mejor para si mismo.
Consistencia de estatus.
Esta idea se refiere a la consistencia de la posición de alguien en múltiples dimensiones (por ejemplo, niveles de ingresos, títulos de empleo). Las personas con una elevada consistencia de estatus permanecerán relativamente estables a lo largo del tiempo, mientras que las que tienen una consistencia baja pueden experimentar cambios rápidos en su posición debido a fuerzas externas, como las fluctuaciones del mercado o los cambios en las políticas gubernamentales.
Por ejemplo, alguien que trabaje en el sector financiero pero que además posea varias propiedades en alquiler tendrá probablemente una mayor consistencia de estatus que alguien que tenga dos empleos a tiempo parcial sin ninguna inversión adicional fuera de su principal fuente de ingresos. En este aspecto, los más pobres son más vulnerables y tienen más incertidumbre por su misma situación.
Meritocracia.
Un elemento que vale la pena mencionar es el de la meritocracia, que es cuando las recompensas se conceden únicamente en función del mérito y no del lugar que uno ocupa en la jerarquía social existente, lo que significa que, independientemente de tu origen, puedes alcanzar el éxito si te esfuerzas lo suficiente para conseguirlo.
Esta idea se popularizó durante el periodo de la Ilustración, cuando los pensadores se opusieron a que los privilegios hereditarios se transmitieran de generación en generación, en lugar de favorecer los logros individuales por encima de las ventajas heredadas.
Sin embargo, a pesar de su popularidad, muchos críticos sostienen que las meritocracias no existen porque no tienen en cuenta los diversos factores sociales y económicos que pueden influir en la capacidad de una persona para triunfar. Después de todo, hay muchas personas en estratos bajos que hacen méritos de sobra pero no logran subir lo suficiente.
¿Es posible ascender en la escala?
Es posible que las personas asciendan en la jerarquía social, pero este proceso suele ser difícil y requiere mucho tiempo. Los que pueden hacerlo suelen tener acceso a recursos como la educación o el capital, que les dan ventaja sobre los que carecen de estos beneficios.
Además, deben estar dispuestos y ser capaces de tomar riesgos si quieren tener una oportunidad de éxito, lo que significa que incluso con todas las herramientas adecuadas disponibles, no hay garantía de movilidad ascendente dentro de la estructura estratificada de la sociedad.
Componentes básicos de la estratificación social.
Los componentes básicos de la estratificación social son la clase, la casta y el estatus. La clase viene determinada por la posición económica en la sociedad, mientras que la casta se refiere a las jerarquías tradicionales, a menudo basadas en la raza o la etnia. El estatus, por su parte, es una medida del respeto de un individuo dentro de su comunidad, en la que pueden influir factores como la ocupación o el nivel educativo.
Estos tres elementos actúan conjuntamente para crear el complejo sistema, en el que cada componente desempeña un papel único a la hora de determinar la posición de una persona dentro de esta estructura jerárquica.
Entonces, ¿es un buen sistema? La respuesta a esta pregunta es muy subjetiva y depende de a quién preguntes. Los que están en la cima de la escala social pueden argumentar que la estratificación es necesaria para mantener la estabilidad dentro de la sociedad, mientras que los que están más abajo pueden estar en desacuerdo debido a la distribución desigual de los recursos.
En última instancia, hay pros y contras asociados a cualquier tipo de estructura jerárquica; sin embargo, parece que en muchos lugares de todo el mundo, estas divisiones se han adoptado de manera indirecta como resultado de su estructura social general.