La vida de una persona está compuesta de diferentes etapas que en algún momento se experimentarán y una que muchos esperan con ansias, pero también con mucha incertidumbre es la de vivir solos, ya que se afrentan nuevos retos y literalmente, uno está por su cuenta.
Después de pasar muchos años viviendo bajo el cobijo de los padres es normal querer un poco de independencia, por lo que muchos jóvenes buscan la manera de valerse por si mismos en su propio hogar, pero cuando llega el momento las cosas no son exactamente como las planearon. Por esto hay que analizar antes los beneficios que presenta esta situación y los problemas que también podría traer para quien no está realmente preparado.
Ventajas de vivir solo.
Libertad.
Uno de los mayores beneficios que ve la gente, ya que no hay que consultar a los padres para hacer algo, cada decisión se toma por cuenta propia y por primera vez se siente lo que es la independencia del circulo familiar. En este sentido, las personas le van dando forma al estilo de vida que tendrán en el futuro.
Privacidad.
Al compartir un hogar con más gente es normal que no se tenga mucha privacidad o solo se esté limitado al espacio de la habitación propia. Pero viviendo solo no hay que preocuparse de que alguien entre sin permiso a un cuarto o de ser visto haciendo algo vergonzoso.
No hay horarios.
Cuando se vive con alguien siempre se tiene la inquietud de la hora a la que van a llegar, se establecen limites para no estar fuera tan tarde o incluso se prohíbe salir. Al vivir solo no es necesario estar al pendiente del reloj porque no hay nadie esperando y no se tienen que dar explicaciones incluso por llegar al día siguiente.
Reglas propias.
Los hogares suelen contar con reglas, pero los que deciden éstas son los dueños de la casa, de modo que en este caso cada quien puede hacer lo que considere conveniente. No hay limite para decidir tener cierta disciplina o bien, no poner ningún tipo de norma y simplemente disfrutar la independencia.
Desventajas de vivir solo.
Los quehaceres dependen de uno.
Al momento de mudarse a una casa o un departamento sin la compañía de nadie más, se asumen otro tipo de responsabilidades. Por obvio que parezca, si se quiere comer se tienen que comprar los ingredientes y preparar la comida o bien, hacer más gastos e ir a un restaurante.
La casa o la habitación ya no aparece limpia de un día para otro, ya que estas tareas ahora dependen de cada quien. Si no se tienen ciertos hábitos con el quehacer, la ropa o los trastes sucios se pueden acumular. Esto es normal para muchas personas, pero también existe quien ha dependido demasiado de sus padres, por lo que este estilo de vida puede resultar más difícil de lo que creían.
Falta de compañía.
Cuando se está con la familia o los amigos hay veces que se busca estar solo, pero cuando uno se encuentra en esta situación ve que tal vez no es lo que esperaba. El hecho de regresar a un lugar donde no haya quien te reciba o se despida puede hacer esta nueva etapa más difícil para algunos.
Se puede volver aburrido.
Hay gente que aprecia los momentos en soledad, pero cuando éstos son constantes se puede volver aburrido muy rápido. Si no hay alguien con quien pasar el tiempo probablemente se extrañe la compañía de alguien por no tener con quien platicar, realizar alguna actividad o un juego.
Pagos.
Ya sea que se trate de una renta o de los impuestos de una casa, cuando se está solo todas estas cuentas se sienten más grandes y se llegan a acumular más rápido. En este sentido no solo se trabaja para darse unos cuantos lujos, sino también para poder tener agua y luz el siguiente mes, además de lo necesario para comprar comida.
Menos tiempo libre.
A pesar de que se cuenta con más libertad, las responsabilidades quitan tiempo y cuando menos se dan cuenta, ya no hay mucho que hacer. La vida por cuenta propia no solo es diversión, ya que el quehacer es cosa de todos los días para mantener la casa limpia, tener algo listo que comer o ropa limpia con la cual salir, y si además se consideran los horarios del trabajo, el tiempo que queda para divertirse puede ser muy poco.