En el mundo y en general, en el universo entero hay sustancias formadas por diferentes compuestos y éstos se pueden hallar en la naturaleza o incluso pueden ser creados por la humanidad. La proporción en la que se encuentren puede determinar alguna de sus propiedades o los usos que les podemos dar, por lo que sirve conocer bien este concepto.
En este caso, hablamos de soluciones, donde se combinan varios compuestos, que también podemos identificar como solutos. Esto no es algo que resulte tan extraño para las personas, ya que estas mezclas las podemos encontrar en la vida cotidiana en forma de cafés, tés y muchas cosas más.
De esta manera, con un ejemplo simple, se puede ver a la cantidad de azúcar, de leche o cualquier otro ingrediente como su concentración correspondiente en esa mezcla, pero para entender la idea apropiadamente hay que saber que agentes están involucrados, su relación entre si, como se representa este dato y además, las caracteristicas de algunas de sus magnitudes.
¿Qué es la concentración?
Este termino se refiere a la cantidad de soluto o solvente que existe en una solución y aunque la mayoría de las veces solo se hace referencia al primero, cuando se conoce uno se empiezan a saber los datos de los demás ingredientes. A partir de esto, también es necesario conocer los significados de dos palabras importantes: diluido y concentrado. En la primera, se habla de una sustancia con muy poca concentración, mientras que en la segunda es lo contrario, es decir, hay una cantidad más grande.
Expresiones.
Las formas de expresar la concentración varían, ya que puede aparecer en libros como la masa por unidad de volumen, en moles o simplemente en unidades de magnitudes individuales.
Porcentaje de masa.
Esta forma se expresa como las partes de soluto en cada cien unidades de solución. Es bastante usada porque cada parte se puede medir fácilmente, por lo que los datos se obtienen rápido.
(Masa de X/Masa solución)(100) = Porcentaje
Molaridad.
Aquí se usan los moles disueltos para conocer la concentración en un litro de solución. Se utiliza más cuando se trata de agua y la sustancia se encuentra diluida y a una temperatura constante.
Mol de Y/Litros de solución = Molaridad
Molalidad.
Similar al caso anterior, también se conocen los moles de soluto, pero en un kilogramo de solvente. Es más flexible, ya que puede usarse adecuadamente con otras cosas además de agua y es ideal aun cuando hay cambios de temperatura que influyen en la densidad. Por esta razón funciona bien con propiedades físicas como los puntos de fusión y ebullición.
Mol de Z/Kilogramos de solvente = Molalidad
Fracción mol.
Es el número de moles dividido sobre la suma total de los moles de cada componente de la mezcla, tomando en cuenta que el resultado total de esta suma siempre es uno. Es útil para saber la proporción de cada componente, no depende de la temperatura y no tiene unidades.
Mol de A/Suma Mol Total A + B + … n = Fracción mol.

Como la materia tiene propiedades diferentes, es normal que los enfoques también sean distintos, porque habrá veces que el volumen se podrá medir fácilmente pero en otras ocasiones éste no será constante y se tendrá que abordar de otra manera. No son las únicas formulas que existen pero se podrían considerar las más representativas o las más usadas en este tema.