
En cualquier momento se puede presentar una emergencia y en el caso de un incendio, es necesario saber como actuar para evitar daños y accidentes que lamentar. Afortunadamente las medidas de prevención nos permiten resguardar la integridad de las personas y la nuestra propia, de modo que este tipo de información nunca estará de más.
Gracias a la experiencia de mucha gente y al trabajo de profesionales en el área, se tienen ciertas directrices para las diferentes situaciones que se puedan presentar. Lo ideal sería que nunca se tuviera que pasar por algo así, pero la cultura de la prevención comienza cuando se está bien informado y preparado, tanto para una situación pequeña, como para un evento más grande.
¿Qué hacer en caso de incendio?
Hay que actuar inmediatamente para mantener los daños al mínimo, por lo que hay que mantener la calma, activar las alarmas que se encuentren al alcance, ayudar a los demás a evacuar e intentar apagar el fuego.
Alertar a los demás y evacuar.
En caso de ser la primera persona que se da cuenta de que hay fuego, se debe sonar la alarma de incendios o en su defecto, avisar a quien esté más cerca para que se empiece a correr la voz. Tampoco se debe olvidar llamar a los bomberos lo más pronto posible y aunque ya hayan pasado unos minutos, siempre es mejor asumir que aun no se les llama.
En caso de que se esté en la situación contraria, es decir, que sea uno quien escuche la alarma lo que hay que hacer es tratar de no entrar en pánico y moverse inmediatamente. Al momento de salir, es mejor dejar los objetos personales, ya que se perdería tiempo buscándolos y sería una carga más. Es importante tomar en cuenta que no hay que llevar bebidas como refrescos o cafés porque si se derraman, pueden provocar accidentes y entorpecer la evacuación.
Si se desaloja por las escaleras, se debe bajar por el lado interior para que las personas de los pisos inferiores puedan integrarse. Una vez que se llegue a la planta baja hay que salir lo más rápido posible y al estar afuera alejarse unos 30 metros del edificio.
Cuando se esté atrapado y no haya salidas alternativas es importante mantener la calma, sellar los espacios por donde el humo pueda entrar y si hay una ventana, abrirla para pedir ayuda. Se debe procurar no esconderse porque los bomberos entrarán cuando sepan a donde ir y entre más rápido realicen el rescate, mejor.
Recomendaciones al evacuar.
- Sentir si las puertas están calientes para asegurarse de que no hay llamas del otro lado.
- Cerrar la habitación donde comenzó el incendio y las puertas subsecuentes por donde se pase para alentar la propagación del humo.
- No usar elevadores, siempre las escaleras.
- Si la ropa se quema, cubrirse la cara y rodar en el suelo para apagar las llamas.
- Si hay humo, agacharse o arrastrarse para evitar respirarlo.
- Mojar una toalla o un pedazo de ropa para usarlo en la boca y no respirar el humo.
- Mantener una mano en la pared para no perder la orientación.
Ayudar a quien sea posible.
Durante la evacuación puede que alguien tenga problemas para moverse, por lo que si uno está en condiciones de apoyar, hay que considerar hacerlo. Aun así, a veces no será posible ayudar como uno quisiera, de manera que es mejor evacuar y una vez fuera, informar a los bomberos que aun quedan personas adentro. En estos casos no se debe regresar al edificio porque solo se entorpece el trabajo de los profesionales.
Simulacros para prevenir.
La cultura de la prevención empieza con los simulacros, los cuales toman en cuenta las rutas de evacuación de cada lugar, las medidas a tomar e incluso lo que no es recomendable hacer. Como esta es una situación donde la visibilidad disminuye, vale la pena memorizar el camino, vigilar que no haya obstáculos y tomar en cuenta que cada hogar, cada edificio es diferente.