
Argumentar es una parte muy utilizada dentro de los discursos. Esto se debe a que implica utilizar razonamiento en el lenguaje. La facilidad para que expreses tu opinión esta dentro de nuestro hacer cotidiano, porque esto nos induce a pensar sobre algunas cosas y nos va a ayudar a crecer en conocer las diferentes opciones que existen.
Propósito y finalidad de un argumento.
Es una forma de presentar evidencia sólida y razonada para respaldar o refutar un punto de vista. Al usar un argumento bien construido, podemos convencer a otros de que nuestra posición es la correcta. En este sentido, nos permiten tomar decisiones racionales y también nos ayudan a comprender mejor los puntos de vista de los demás. Es importante tener en cuenta que, para que sea efectivo, debe basarse en hechos y aunque hablemos sobre nuestra opinión, ésta debe ser lo más objetiva posible.
A veces, cuando estamos discutiendo con alguien, no estamos real mente escuchándonos, sino más bien tratando de demostrar que hemos estado diciendo el punto correcto. Lo que debemos hacer en estas ocasiones es buscar un acuerdo razonable; tal vez no sea necesario que todos nosotros estemos de acuerdo hasta cierto punto, pero cualquier cosa será mucho mejor que la confrontación en absoluto.
¿Qué es un argumento?
Es una forma de presentar nuestra opinión o posición sobre un tema determinado. Esto se realiza mediante la fundamentación de nuestro punto de vista utilizando diversos elementos, tales como: hechos, ejemplos, datos, etc. De esta forma podemos intentar convencer a otros de que lo que decimos es correcto o bien, reforzar nuestra propia postura ante una situación dada.
Son muy importantes en nuestra vida diaria, ya que nos permiten expresar y defender nuestras ideas. En muchas ocasiones tenemos que convencer a otros de algo, por ejemplo, cuando pedimos un aumento de sueldo, solicitamos un préstamo, tratamos de cambiar la opinión de alguien, etc. Para poder lograr esto debemos presentar ideas que respalden todo lo que decimos para que su impacto sea más efectivo.
¿Cuál es la estructura de un argumento lógico?
Normalmente se componen de premisas y conclusiones y su relación entre si permite transmitir un mensaje coherente y efectivo. En este aspecto, las premisas son las afirmaciones que se utilizan para respaldar la conclusión. En otras palabras, una sirve como base para la otra, de modo que para que el mensaje sea lógico, las premisas planteadas deben apoyar directamente nuestras conclusiones.
Por todo lo mencionado anteriormente, son una forma de pensar de manera crítica y nos apoyan a profundizar en los temas. Es importante tener en cuenta que no todos los razonamientos serán válidos. Algunos pueden estar basados en premisas falsas o en prejuicios, por lo que es nuestra responsabilidad investigar y analizar cada cosa que decimos para verificar su validez. Si un argumento es débil, debemos buscar otros que sean más sólidos. De esta manera podremos formar una opinión fundamentada y razonada.
Tipos.
- Lógicos: Se basan en la lógica o en hechos concretos. Si queremos convencer a alguien de que el cambio climático es real, hay muchos datos sobre las temperaturas globales que sustentan nuestras palabras.
- Emocionales: Se basan en los sentimientos y las emociones de las personas, de modo que tratan de persuadir por medio del aspecto sentimental.
- Éticos: Están basados en los principios y valores de la gente, por lo que generalmente muestran una posición solida difícil de cambiar.
- Deductivos. Con muy poca información respaldan su conclusión, por lo que prácticamente se consideran evidentes.
- Inductivos. Aquí la conclusión no es tan evidente, porque con la información dada se podría inferir cualquier cosa.
¿Cómo se puede aprender a argumentar?
Todos los días tenemos que convencer a alguien de algo, ya sea a nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo o incluso a nosotros mismos. Por esta razón aprender a argumentar nos ayuda a tener éxito en todas estas áreas de nuestra vida.
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de practicar? Aquí hay algunos consejos:
- Lo primero es reconocer el valor del debate. Muchos asumen que esta situación solo implica pelear o discutir, pero en realidad es una forma civilizada de expresar ideas diferentes y llegar a un acuerdo.
- Aprende a separar los hechos de las opiniones o sentimientos. Sin lugar a dudas, es importante que las personas se puedan expresar con honestidad y sinceridad, pero cuando se te pregunta algo sobre tus convicciones, hay que tratar de no esconderse detrás de las emociones porque esa es la manera más sencilla de perder un argumento.
- No pidas demasiado. Las cosas que decimos no tienen porque ser completamente científicas. Algunas de las mejores disertaciones vienen simplemente a mostrar los hechos, sin explicaciones sobre cómo se hizo o alguna clase de conocimiento técnico sobre el tema.
Lo que tenemos es una herramienta útil que a veces utilizamos sin darnos cuenta. Es importante para expresar nuestra opinión porque nos permiten fundamentar lo que estamos diciendo, ya que también estamos mostrando los hechos o razonamientos que respaldan lo que decimos. Esto hace que nuestra palabra sea más respetada y tenga más peso, ya que la gente puede ver que no solo estamos hablando por hablar.