El dióxido de carbono es una molécula muy común en la naturaleza y que en tiempos recientes ha sido muy mencionada por las diferentes implicaciones que ésta tiene en fenómenos como el calentamiento global, por lo que se tiene la idea de que es un gas malo pero como hay más cosas implicadas, no tiene que ser considerada necesariamente un compuesto negativo.
Si bien es verdad que debido a la actividad humana, en la actualidad existe un exceso de CO2, el cual genera graves problemas que tal vez tengan consecuencias más pronto de lo que pensamos, también es verdad que este gas ha estado presente desde mucho antes, siendo una parte importante en el ciclo de los seres vivos, por lo que se debe analizar más a fondo para decir si en verdad es tan malo como se cree.
¿Qué es el dióxido de carbono?
Es un gas incoloro compuesto de un átomo de carbono y dos de oxigeno, que se presenta de forma natural en la atmósfera. Ha existido desde siempre y las personas lo han aprovechado para otro tipo de tareas, ya que en estado solido, es el hielo seco que ayuda a mantener las cosas frías, además de que es utilizado en los extintores por lo eficiente que resulta al apagar llamas.
Se encuentra en una gran cantidad de procesos, ya que por ejemplo, las plantas y los arboles lo utilizan para hacer la fotosíntesis, el proceso donde crean su propio alimento y además, liberan el oxigeno que necesitan los seres vivos. Cuando termina el tiempo de la planta, el carbono que consumió va a la atmósfera, donde se combina con oxigeno, creando más dióxido de carbono y así formar parte de los ciclos naturales del planeta.
Los humanos y los animales también producen una pequeña cantidad de CO2, ya que es expulsado cuando exhalamos aire. En el metabolismo se llevan a cabo muchas reacciones químicas y este gas sale como desperdicio de la respiración celular.
En la atmósfera se encuentran ciertas cantidades muy pequeñas, aproximadamente un 0.05%, debido a eventos naturales como las erupciones volcánicas y de hecho, es gracias a su presencia que existe vida en el planeta ya que así, se pudieron mantener temperaturas adecuadas para la vida. El problema comienza cuando hay un exceso, ya que normalmente una parte de éste sería liberado en el espacio, pero entre más haya, más caliente se sentirá la tierra.
Dióxido de carbono antrópico.
Es el nombre que recibe cuando se genera debido a las acciones de las personas. Es uno de los principales gases del efecto invernadero emitidos por los combustibles fósiles por el uso de carros, plantas de energía eléctrica, y muchas otras industrias que hacen que aumente la temperatura de la tierra. Lo que sucede en este caso es que las emisiones de humo que contienen CO2, alteran el ciclo natural del carbono, agregando más toneladas de esta molécula a la atmósfera cada año.
Los dos lados de la moneda.
Como podemos ver, se presentan dos facetas: una donde su presencia en la naturaleza permite que la vida pueda subsistir y otra donde provoca cambios que alteran el planeta y afectan a las personas. A fin de cuentas, vivimos en una época donde las consecuencias de las actividades de los humanos ya se pueden sentir, pero donde también se hacen esfuerzos por revertir las situaciones negativas.