
Los cometas se pueden ver en el cielo cada cierto tiempo en un espectáculo que ha asombrado a la humanidad desde hace miles de años. Muchos llevan el nombre de astrónomos que dedicaron su vida al estudio de éstos a pesar de que no era posible obtener mucha información, ya que en la tierra no existe nada igual.
En el pasado la gente simplemente se conformaba con verlos y hacer estimaciones del tiempo que tardarían en volver a aparecer pero en la actualidad, aunque aun falta mucho por lograr, es posible saber más cosas de estos cuerpos surcando el cielo. Gracias a la tecnología, a los telescopios o a los satélites que se envían en misiones al universo incluso es posible saber su composición.
¿De qué están hechos los cometas?
Contrario a lo que se podría pensar, están formados de cosas muy simples, en este caso polvo y una gran parte de hielo. De las muestras que han llegado a la tierra se puede ver que este hielo puede ser de agua pero también de sustancias como metano, amoniaco o dióxido de carbono mientras que el polvo esta compuesto de glicina, hierro, silicatos o carbonatos.
Partes de los cometas.
Su núcleo es puro hielo y polvo, aunque también puede haber unas cuantas rocas y como se mencionó, una gran variedad de gases congelados. Cuando está alejado del sol no se podría ver a simple vista, porque hay que tomar en cuenta que no son visibles cuando están muy alejados.
Todo cambia cuando se empieza a acercar al sol porque aumenta la temperatura y el hielo sufre una sublimación, es decir, cambia a un estado gaseoso, mientras que el polvo, que es una combinación de materiales, se mantiene cubriendo el centro. El gas que logra salir de esta capa forma una especie de nube llamada coma.
Mientras sucede todo esto, partículas de polvo cargadas electricamente son dispersadas por vientos solares creando el efecto visual que conocemos como la cola del cometa que se forma cuando éste ya se encuentra más cerca y cuya dirección depende de su posición con respecto al sol. Una versión más pequeña conocida como cola de polvo también se forma justamente, a partir de las pequeñas partículas que acompañan a este astro.
Cualquiera podría pensar que la orientación de la cola se debe a la velocidad del cuerpo celeste y las fuerzas del aire, pero hay que recordar que en el universo lo que hay es un vacío. Por esta razón, hay veces que cuando estos objetos se ven surcando el cielo parece que lo hacen en la dirección contraria o como si estuvieran volteados.
Espectáculo visual.
Siempre será una maravilla poder ver un cometa, tomando en cuenta que tal vez no sea posible ver el mismo dos veces en una sola vida. Aunque en la actualidad se tiene registro de un gran número de ellos, nunca estará de más echar un vistazo al cielo para tener la suerte de hacer un nuevo descubrimiento.