
El girasol es una de las flores más populares en el mundo por sus características únicas y esa apariencia que le da nombre con toda razón, ya que tiene la forma de un sol. Como todos los seres vivos, esta flor sigue un proceso en su vida durante el cual su tiempo llega a su fin pero da pie al nacimiento de nuevas flores en un ciclo largo y duradero.
Ciclo de vida del girasol.
Los girasoles son el símbolo del verano para algunos porque es en esta temporada donde se pueden apreciar con todo su esplendor. El periodo en que florece no es muy largo pero aun así dejan una gran impresión por su agradable color, por las alturas que llegan a alcanzar o incluso por las semillas que deja después de marchitarse para que un nuevo girasol pueda florecer otra vez.
Semillas.
Siendo una flor, su vida empieza desde una pequeña semilla que es plantada en la tierra. Después de unos tres días aproximadamente ésta empieza a germinar y lo que serán las futuras raíces se extienden en la tierra para tener una base firme.
Un punto importante a mencionar es que mientras las condiciones para su crecimiento no sean adecuadas éstas permanecerán inactivas. Cuando llega la primavera o el verano la tierra se encuentra a la temperatura indicada para que se desarrollen y con una buena cantidad de agua y luz solar se pasará a la siguiente etapa.
Brote.
Una semana después, un pequeño brote será visible en la tierra para recibir poco a poco la luz solar. Las hojas también se empezarán a abrir para crecer cada vez más grandes con el paso del tiempo. Tiempo después un capullo se podrá ver en la flor, que es donde estará la cabeza tan característica del girasol.
Florecimiento.
Cuando la cabeza se abra completamente se verá al girasol en plenitud con los pétalos amarillos emulando la apariencia del sol. Por su propio peso se inclinará un poco hacia abajo pero la ventaja de esto es que se protegerá así misma durante las lluvias.
Cuando son jóvenes, la cabeza sigue la dirección del sol desde que amanece hasta que se oculta pero al madurar se establecen en una sola posición, viendo sin moverse al este. Es en esta etapa cuando las abejas llegan a polinizar y como resultado se obtienen nuevas semillas que son cubiertas por los pétalos amarillos.
Marchitación.
Después de madurar comienza el declive de la flor, cambiando su color de un verde muy vivo a un café seco, mezclando su apariencia con las hojas de otoño, que es la estación donde termina el ciclo.
Una vez que la temporada llegue a su fin los pétalos se empezaran a marchitar y eventualmente la flor entera tendrá la misma suerte. El detalle aquí es que durante este tiempo una de las ultimas cosas que hace es liberar las semillas para la siguiente generación de girasoles.
Plantación.
Tomando en cuenta que las semillas no se las coman las aves u otros animales, si son plantadas por alguien más o terminan en la tierra de forma natural, un nuevo grupo de girasoles crecerá en la siguiente temporada.
Como la mayoría de las flores, los girasoles tienen periodos determinados donde crecerán adecuadamente y aunque tiene que pasar aproximadamente un año para volver a verlos, la espera vale la pena. Su tiempo es corto pero afortunadamente no tiene fin, ya que una vez que el ultimo girasol se marchita las semillas del siguiente ya están listas para darle la bienvenida al próximo verano.