En los últimos años se han visto grandes cambios en el clima que han afectado los ecosistemas y la vida de diversas especies, entre ellas los humanos, pero uno de los efectos que cambia la vida de todos por igual directa e indirectamente por el alcance que tiene es la desertificación.
Como su nombre lo indica, es un fenómeno que implica la transformación de un lugar en un desierto y aunque su origen puede variar, las repercusiones terminan teniendo el mismo daño. Cuando una región cambia es normal que en los animales se vean afectados por la transformación de su hábitat pero en este caso se tienen secuelas más grandes, ya que se van perdiendo áreas verdes y en general, una gran cantidad de elementos importantes para la vida.
Causas de la desertificación.
Deforestación.
La tala de árboles trae un efecto muy directo en la generación de nuevos desiertos, ya que se destruyen por completo zonas con mucha biodiversidad y normalmente no se vuelven a plantar arboles, por lo que se pierden permanentemente. Esta situación se puede dar por diferentes razones, ya sea por la necesidad de la madera o por el espacio que se necesita por la sobrepoblación.
Agricultura.
Cuando no se plantan adecuadamente los cultivos se genera un gran daño en la tierra, ya que ésta va perdiendo sus propiedades y con el paso del tiempo se vuelve imposible que algo pueda ser cultivado de nuevo. En este caso la sobrepoblación vuelve a ser un factor, porque al necesitar más alimento la recuperación del suelo no se da al mismo ritmo y los agricultores lo van desgastando más rápido.
Urbanización.
El desarrollo de las ciudades también contribuye indirectamente a la desertificación de los ecosistemas, ya que se suele acabar con la vegetación para construir casas o edificios y en algunos casos se introducen químicos a la naturaleza que dañan el ambiente, ya sea por la generación de basura o errores humanos.
Pastoreo.
En este caso los efectos son similares a los de la agricultura con la diferencia de que aquí la causa es el ganado. Si bien los animales necesitan comer, la gran cantidad de éstos hacen que las plantas no se puedan recuperar al mismo ritmo por lo que el ganado se va acabando poco a poco la vegetación y van convirtiendo diversas zonas en desiertos.
Fenómenos naturales.
En este caso las sequías son el principal factor para la desertificación de los ecosistemas porque la falta de lluvias dificulta que algo pueda crecer o que diversas especies de animales puedan vivir ahí. También influyen otro tipo de fenómenos naturales que propician la erosión del suelo o que tienen que ver con vientos muy fuertes o incluso el flujo muy rápido de agua como los tornados e incluso las inundaciones.
Explotación de recursos.
Cuando se necesita materia prima como madera, petróleo o algunos minerales el lugar se suele barrer por lo que no queda nada que proteja la tierra de la intemperie, además de que ésta se va quedando poco a poco sin nutrientes, ya sea por las excavaciones o él uso de químicos para extraer algún material, de modo que su desgaste se vuelve inevitable.
Cambio climático.
Este fenómeno tiene una gran influencia en la desertificación de muchas regiones porque con días más calurosos el efecto se vuelve más evidente. La cuestión aquí es que además, los fenómenos naturales suelen durar más tiempo por lo que sequías más largas implican también un problema más grave.
Consecuencias de la desertificación.
Menos tierra fértil.
En lugares desérticos es imposible practicar la agricultura porque la tierra no es adecuada para crecer cultivos. Si bien se pueden usar diversas tecnologías para tratar el suelo, eso implicaría a mayores costos en los productos finales comparado con cultivar de formas tradicionales.
Hambruna.
La falta de tierra fértil tiene una influencia en la producción de alimentos porque se producirían menos vegetales y además, en zonas inhabitables ni siquiera sería posible tener ganado. Por esta razón, si se tienen más desiertos, muchos alimentos empezarían a faltar y los pocos que se tengan subirían sus precios.
Desaparición de ecosistemas.
Otro de los asuntos que se tiene es la desaparición de la vegetación porque el suelo no tiene los nutrientes necesarios para que las plantas se desarrollen. Esto afecta indirectamente el equilibrio de la naturaleza porque los animales herbívoros no tendrían que comer, lo que también afectaría a las especies carnívoras, por lo que al final las poblaciones de animales se irían reduciendo poco a poco.
Erosión de la tierra.
Un suelo que no tiene vegetación es más propenso a ser afectado por la intemperie, ya sea por el aire u otros elementos del clima como el sol. En este caso, el efecto más evidente es la erosión que reduce la calidad de la tierra y hace que ésta se desgaste con el paso del tiempo.
Inundaciones más fuertes.
Sin elementos que absorban el agua o eviten que esta fluya muy rápido como sucede con la vegetación, se vuelve más factible que las inundaciones tengan más fuerza, por lo que pueden causar más daños, dejar más gente damnificada o expandir el alcance que tengan.
Agua más contaminada.
Una de las funciones de las plantas es la de limpiar el líquido vital que necesitan todos los seres vivos, por lo que al reducirse la vegetación las impurezas que trae consigo el agua no son retiradas, de modo que ésta se contamina más fácilmente e incluso se reduce la cantidad disponible para beber.