A lo largo de los años, los seres humanos han tenido un impacto negativo en los ecosistemas. Hemos talado bosques y cambiado el entorno en el que viven muchas especies. También hemos creado entornos artificiales, como las ciudades, que han tenido un efecto similar.
Hoy en día, muchas especies están en peligro o en riesgo de extinción debido a la actividad humana. En este aspecto, dos situaciones que son particularmente graves tienen que ver con la deforestación y la desertificación, ya que involucran a muchos seres vivos en el planeta, y las personas no pueden ser indiferentes ante esta problemática.
¿Qué es la desertificación?
Es la descomposición de los ecosistemas y del suelo debido a la sobreexplotación o a la falta de lluvias. Ésta puede producirse de forma natural como resultado del cambio climático o de las actividades humanas, como la deforestación, las prácticas agrícolas y la minería. La principal causa de la desertificación es el uso inadecuado, no sostenido, ni equilibrado de la tierra, que provoca un ciclo donde el único resultado es la degradación del suelo.
Los desiertos son zonas que solían estar cubiertas de árboles y otra vegetación, pero que desde entonces se han convertido en paisajes estériles. La deforestación es la forma más visible de desertificación, ya que se eliminan los árboles de una zona para dar paso a los cultivos o al ganado.
Sin embargo, dicho fenomeno también puede producirse cuando la tierra se utiliza para la agricultura sin tener en cuenta el medio ambiente. Esto puede hacer que las plantas y los animales mueran por falta de agua o de alimentos, lo que lleva a una ruptura del ecosistema.
¿Qué es la deforestación?
En términos simples, es la eliminación de árboles de una zona. La definición puede ser un poco confusa, pero básicamente significa la tala de más del 20% de un bosque para crear tierras agrícolas. La deforestación también puede referirse a procesos naturales como la propagación de un incendio forestal o el crecimiento de plantas invasoras.
¿Qué se puede hacer para prevenir la desertificación?
Adoptar prácticas agroforestales.
Estos sistemas son un tipo de gestión de la tierra que utiliza árboles y otras plantas para mejorar la calidad del suelo y proporcionar otros beneficios a la tierra. Esto incluye el aumento de la cantidad de biomasa en el suelo, la provisión de refugio para los animales, el impulso a la economía local y la ayuda a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Fomentar prácticas agrícolas sostenibles.
Esto significa que tenemos que utilizar la tierra con moderación y asegurarnos de no agotar los recursos necesarios para la agricultura ni para la salud del suelo. También tenemos que crear incentivos para que los agricultores adopten estas prácticas, de modo que tengan un estímulo para hacerlo. De esta forma, se crean en conjunto estrategias que mantienen la tierra sana y productiva durante largos periodos de tiempo. También significa utilizar recursos naturales en lugar de artificiales, y utilizar los fertilizantes y otros productos químicos de forma responsable.
Buena administración del agua.
Hay que utilizar el liquido vital con prudencia para no dañar el medio ambiente ni provocar la desertificación en primer lugar. Un riego adecuado puede ayudar a mantener la tierra fértil y a evitar que ciertas plantas la acaparen o absorban nutrientes de más. Además, recoger el agua de lluvia de forma adecuada puede ayudar a conservar el agua potable y reducir la dependencia de los acuíferos.
Instalando sistemas de calefacción y refrigeración que ahorren agua, conservando el liquido en casa y sustituyendo los electrodomésticos ineficientes por otros más eficientes desde el punto de vista energético, podemos ayudar a reducir la cantidad de agua que utilizan tanto las empresas como los hogares.
¿Qué se puede hacer para prevenir la deforestación?
Plantar árboles en zonas que han sido deforestadas o degradadas.
Al replantar árboles, podemos ayudar a que la tierra no se destruya y también podemos proporcionar recursos valiosos como el oxígeno y el agua. Los árboles pueden frenar la pérdida de suelo, ayudar a mejorar la calidad del aire y proporcionar beneficios a las personas y a la fauna. La plantación de árboles también ayuda a reducir las emisiones del calentamiento global. Esto ayudará a restaurar el entorno que rodea a los árboles y los hará más resistentes a los fenómenos naturales.
Crear zonas protegidas.
Una forma de evitar efectivamente la deforestación causada por la actividad humana es la creación de áreas designadas por los gobiernos como zonas en las que no se permite a los humanos eliminar ningún tipo de árbol o vegetación.
Esto ayudará a proteger los bosques y a preservar el medio ambiente. En general, son zonas protegidas donde los humanos y la naturaleza pueden coexistir sin dañarse mutuamente. Estos lugares pueden ser terrestres, acuáticos o aéreas como cordilleras o glaciares. Su propósito es conservar los recursos y proteger los ecosistemas, con castigos ejemplares a las personas que no sigan las reglas en estos lugares.
Crear infraestructuras verdes.
Las empresas pueden instalar paneles solares y turbinas eólicas, comprar productos a empresas que utilicen materiales respetuosos con el medio ambiente o apoyar a organizaciones ecologistas. Esto haría que la tala arboles se redujera o se apoyará a industrias que tratan de evitar esta practica.
Otra forma que puede tomar esta solución se da con la construcción de carreteras que eviten cortar los bosques, puentes que incluso puedan utilizar los animales o zonas donde la infraestructura complemente la naturaleza.
En general, como estas dos situaciones tienen una estrecha relación entre si, las medidas que se tomen pueden funcionar en conjunto para ambos casos, tal como en el caso de la plantación de arboles o la agricultura sostenible.
La deforestación y la desertificación son dos de los problemas medioambientales más graves a los que se enfrenta el mundo en la actualidad. Son fenómenos causados en gran parte por el ser humano, y ambos son extremadamente perjudiciales para nuestro planeta. Por esta razón es importante saber qué hacer para prevenir los efectos negativos que esto tiene y darnos cuenta de que ya no se trata de casos aislados que solo se dan en algunos lugares, sino que es un problema que ya está presente y cada vez empeora más.