
En la actualidad es común llevar un ritmo más acelerado en cualquier área y en la industria esto no es la excepción, ya que entre más crecen son más las responsabilidades que obtienen, de modo que para algunos se vuelve necesario delegar ciertas tareas para mejorar su eficiencia y en este caso, el outsourcing es la opción de la mayoría.
Esta actividad consiste en transferir algunas responsabilidades a terceros, lo que en otras palabras sería, confiar el trabajo a personal que no forma parte de la empresa, pero que de alguna forma está capacitada para la tarea. Debido a su naturaleza es una acción que trae beneficios enfocados al desempeño, pero también trae circunstancias polémicas que hacen que la gente se cuestione si vale la pena o incluso si es correcto.
Ventajas del outsourcing.
Enfoque en la actividad principal.
Con la terciarización se vuelve más fácil enfocarse en las tareas que uno sabe hacer mejor y además, se le encargan procesos intermedios a especialistas que incluso pueden realizar un mejor trabajo que el negocio principal, de modo que cada empleado se desenvuelve mejor en cada parte de la estructura organizacional.
Mayor productividad.
Cuando el talento de una empresa se dedica a su entorno natural por completo se puede ver un aumento de la productividad. Esto se nota de distintas maneras, ya que además de la concentración en el trabajo original también se pueden ir descubriendo métodos para reducir procesos o incluso tomarse más tiempo para solucionar problemas.
Optimización.
En áreas donde la subcontratación se da en actividades intermedias y no en las principales, la organización suele volverse más ágil, se reduce la burocracia y los organigramas se hace más pequeños. Al tener una estructura con un alto grado de optimización es más fácil para una compañía adaptarse a los cambios del mercado como la demanda de productos o el comportamiento de los consumidores.
Menos costos.
Realizar una subcontratación normalmente busca economizar la estructura de una empresa, por lo que se contratará a las opciones que permitan realizar más con menos. De esta forma también es posible adquirir una fuerza de trabajo que no se tiene inicialmente y que permitirá un crecimiento continuo tanto en el lado económico como en el laboral.
Desventajas del outsourcing.
Margen de error.
Normalmente al escoger una empresa para delegar tareas se tienen criterios muy altos para conservar la calidad, pero se pueden cometer errores en los que pasen subcontrataciones de entornos donde no se comparten los mismos valores que tiene la empresa principal o que simplemente se contrate a gente no apta para el trabajo.
Menor calidad.
Como muchas personas ven la terciarización como la opción para economizar se suelen elegir a socios que se adaptan a los precios pero no a los estándares de la empresa original por lo que se producen malos resultados. Esto se puede reflejar de muchas formas, ya que si se contrata a alguien por sus servicios baratos probablemente sus empleados no sean muy bien pagados y esto será algo que reflejarán en su trabajo.
Riesgo de seguridad.
Esto hace referencia a los datos que se comparten para poder realizar un producto o algún proceso único de una compañía, porque se puede tratar de información clasificada que puede comprometer la estructura de una organización. Si bien existen ciertas precauciones para manejar esto como los contratos de confidencialidad, el riesgo y la información quedan presentes.
Probable desempleo.
En la compañía contratista suele haber incertidumbre porque el hecho de delegar responsabilidades a terceros también implica prescindir de las personas que han estado haciendo el trabajo hasta ahora. Cuando la subcontratación resulta más barata y se tiene a especialistas, los despidos son una opción cuando se quiere economizar.
Empleos precarios o peligrosos.
Uno de los mayores problemas que genera el outsourcing son las condiciones en las que trabajan los empleados de las empresas subcontratadas, ya que para cumplir con los tiempos o los requisitos de sus contratistas suelen pasar más horas trabajando, además de que son gente que en algunos casos no cuenta con ningún beneficio o vive de forma precaria. Es común en este sentido la falta de seguro médico, por lo que en accidentes o enfermedades prácticamente son dejados a su suerte. La rotación de personal también es común con los terceros por lo que conservar el empleo el siguiente año o incluso el siguiente mes no está garantizado. Como en estos casos los puestos sólo se reemplazan el desempleo se mantiene igual.