
En la actualidad cada vez es más popular el uso de los autos híbridos, ya que combinan diferentes tipos de tecnología para mejorar su rendimiento o cumplir ciertos parámetros para cuidar el ambiente por medio de alternativas menos contaminantes pero igual de eficientes.
El detalle está en que a los clientes también les interesa saber si son igual de efectivos que las opciones tradicionales, ya que se pueden considerar coches jóvenes cuyo potencial aun se está conociendo. En este sentido, es importante conocer sus beneficios y las razones para elegir uno, pero también sus inconvenientes y los problemas que podría presentar después de algunos años de uso.
Ventajas de los autos híbridos.
Menos emisiones.
A diferencia de las opciones convencionales, éstos usan menos gasolina, lo que se traduce en menos contaminación por la emisión de gases. Los beneficios de esto no solo se ven en el ambiente, ya que también a largo plazo, se reducen los gastos del combustible usado.
Autorecarga.
Uno de los mecanismos que más llaman la atención de estos vehículos es su capacidad para autorecargarse cuando se está conduciendo. Por supuesto, no es algo que permita dejar de cargar la batería, pero le da un poco de energía adicional que permite alargar los periodos entre cada recarga.
Reventa.
Debido a las constantes fluctuaciones en los precios del combustible tradicional, los autos híbridos en buen estado se vuelven una gran opción en el futuro para las personas, por lo que su precio de reventa puede hacer que incluso la compra de éstos resulte más barata.
Desventajas de los autos híbridos.
Reemplazo de la batería.
En cualquier modelo, se espera que sus baterías duren muchos años sin ningún inconveniente, pero el problema se presenta al momento de reemplazarla. Esto se debe a que los precios son más altos y como en algunos lugares apenas se están adentrando al mercado, puede ser difícil encontrarla.
Caros.
Una de las razones por las que no terminan de convencer al consumidor a pesar de los posibles beneficios que podría ofrecer es porque el precio de entrada suele ser más alto de lo normal. Ya sea por los materiales utilizados o porque se tiene que compensar un inventario pequeño con cifras más altas, mientras sean más caros muy pocas personas los considerarán.
Menos poder.
A pesar de que se utilizan tecnologías innovadoras y eficientes para su motor, tienen problemas para funcionar adecuadamente con un uso constante. En la ciudad o en distancias cortas son una opción ideal, pero para viajes más largos de autopista se quedan cortos en su rendimiento.
Siguen siendo más contaminantes que otras opciones.
A pesar de sacarle ventaja a los coches convencionales en este apartado, cuando se trata de ser amigables con el ambiente, siguen estando por debajo de los carros eléctricos. El hecho de seguir utilizando gasolina y que sus contrapartes no necesiten de ésta, no los hace una buena opción para quien piensa en el ambiente.