
La logoterapia es una terapia basada en el uso de la palabra para ayudar a personas con problemas emocionales relacionados con el vacío existencial que se genera en las personas. La palabra es el medio más importante, ya que se utiliza para explorar los sentimientos, abrir las puertas a la confianza y facilitar el entendimiento. Por ello, es importante estudiarla bien, saber qué es y por qué es tan importante para nuestra vida cotidiana.
Muchas personas suelen perder el rumbo de su vida y no saben que hacer, tienen una enorme sensación de incertidumbre por el futuro y caen en un circulo vicioso de depresión y ansiedad. Sin embargo, existen herramientas que les permiten ver que a pesar de todo, cada individuo puede tener una razón de ser, que los motive a seguir adelante y a encontrar un significado a su propia existencia.
¿Qué es el logoterapia?
Después de Freud y Adler, la logoterapia se considera a veces como la tercera gran escuela vienesa de psicoterapia. Trata de la búsqueda del hombre del sentido de la vida y de la finalidad de la misma. Según esta escuela de pensamiento, la búsqueda del propio sentido personal es la fuerza motriz de todas las demás motivaciones. En este aspecto, trata de lidiar con el vacío que siente la gente cuando pierden la motivación, además de que los ayuda a lidiar con la culpa, mejorar la autoestima y a solucionar problemas relacionados con estos factores. Fue ideada por Viktor Emil Frankl, que era un psiquiatra y neurólogo Austriaco.
Cada vez son más las personas que recurren a ella por la amplitud de las respuestas que ofrece y la orientación práctica que brinda a los numerosos problemas que aquejan al hombre moderno y que se caracterizan por la pérdida de propósito. Cuando las personas experimentan problemas de salud mental, como la depresión, los trastornos de la personalidad o la exposición a entornos potencialmente peligrosos, pero son incapaces de señalar una causa, tienen un problema que este modelo puede abordar.
Pertenece al campo del análisis existencial, un tipo de tratamiento con un fuerte componente filosófico que hace hincapié en la búsqueda de un significado esencial ante el vacío existencial (que se manifiesta en malestar psicológico, emocional y hasta corporal).
En este aspecto, Frankl sostiene que el deseo de sentido es la principal fuerza motriz de todo ser humano, independientemente de su situación actual. Además, por muy difíciles que se vuelvan las cosas, siempre tenemos cierto control sobre nuestra respuesta, o dicho de otra forma, la solución está a nuestro alcance.
Las técnicas de esta escuela buscan ayudar a personas con problemas relacionados con la culpa, el dolor, la autoestima y el estrés. Podemos definirla como una forma de terapia que tiene por objetivo mejorar el funcionamiento psíquico en general.
Técnicas de logoterapia.
Intención paradójica.
La terapia cognitiva conocida como intención paradójica consiste en convencer al paciente de que realice la acción que más teme. La atención se centra directamente en las cosas que causan ansiedad. En lugar de posponer algo que no quieres hacer, te convences de que al final lo harás, si no es que no tienes otra opción. Por lo tanto, decides conscientemente enfrentarte a las cosas que solían ponerte ansioso, preocupado o elevan tu ritmo cardíaco.
Este método se basa en la idea de que la burla desenfadada puede ser terapéutica frente al terror paralizante. Después de todo, utiliza la anticipación de lo que uno teme para vencer ese miedo. Al burlarse y reírse de los propios miedos, uno podría eliminar el elemento temible de su deseo. Parece razonable que si se hace esto, los síntomas también mejorarán. Por esta razón, el detalle importante en esta técnica es la intención.
Desreflexión.
El propósito de la desreflexión, una especie de autotrascendencia y autodistanciamiento, es desviar la atención de uno mismo hacia las necesidades y deseos de los demás. Si tienes problemas en la vida porque estás demasiado centrado en ti mismo, esta estrategia sugiere que desplazar tu atención hacia las personas que te rodean podría ayudarte enormemente.
Se trata de reorientar la energía del quejoso hacia una actividad más constructiva. Se basa en la idea de ir más allá de uno mismo. De este modo se trata de evitar actitudes obsesivas que solo nos generan más molestias.
Por lo tanto, dirigimos la atención de la persona fuera de sí misma y hacia otra cosa. Cuando se utiliza la desreflexión, hay que recordar que no se trata de distraer la atención del asunto en cuestión, sino de dirigirla al lugar adecuado. Debido a esto, se hace mucho énfasis en donde se pone la atención.
Dialogo socrático.
Una discusión socrática utiliza el propio proceso de introspección del individuo para ayudarle a ver que ya tiene las respuestas a sus propios problemas. En este caso, el logoterapeuta utilizaría las palabras del paciente para ayudarle a encontrar un nuevo significado en sus propias palabras escuchando atentamente en busca de patrones.
El significado puede extraerse de una discusión mediante el uso del discurso socrático. El paciente se da cuenta de que tiene en su interior las claves de su propia felicidad, realización e independencia. En última instancia, el objetivo del diálogo socrático es ayudar a la gente a desarrollar una mejor comprensión de sí mismo y de su entorno.
La razón de ser.
Al final, este procedimiento puede considerarse como un medio por el cual se trata de responder a una de las preguntas que ha hecho desde tiempos inmemorables: ¿cuál es el sentido de nuestra existencia? Si bien resulta ser una cuestión sumamente trascendental para cada individuo, también suele estar acompañada de mucha incertidumbre.
Cuando estas dudas se vuelven un problema que afecta la salud y la calidad de vida, se tienen herramientas como la logoterapia y todas sus técnicas, para tratar de recobrar el control y ver que tal vez sea una pregunta que nos sigamos haciendo por mucho tiempo más, que tal vez nunca sea respondida, pero que de igual forma podemos crear una solución con la que nosotros estemos satisfechos.