El desarrollo social y emocional en la preadolescencia y la adolescencia puede verse afectado por una serie de circunstancias, que van desde las primeras experiencias vitales hasta problemas escolares. Los padres deben empezar a ayudar a sus hijos a afrontar estas situaciones lo antes posible, ya que es posible que nunca puedan hacer nada si no prestan atención.
Cambios afectivos.
Se trata de los cambios sociales y emocionales pueden empezar a producirse cuando los adolescentes se convierten en jóvenes adultos. La construcción de la identidad es una parte fundamental de estos cambios. Hay una serie de cosas que pueden influir en la búsqueda de los jóvenes de su lugar en el mundo. En este sentido, hay algunos aspectos a tener en cuenta:
- Las interacciones con los demás suelen ser la base sobre la que los adolescentes se esfuerzan por averiguar quiénes son. Si quieren encajar o sentirse aceptados, pueden alterar su conducta y sus puntos de vista.
- El desarrollo de la identidad puede estar muy influenciado por la presión de los compañeros. Si un adolescente no sigue las normas sociales de sus compañeros, puede sentirse criticado o inadecuado. La soledad y el aislamiento son efectos secundarios comunes, que pueden dar lugar a mecanismos y comportamientos de afrontamiento perjudiciales.
- Los adolescentes pueden construir un sentido distinto de sí mismos a medida que exploran diversos aspectos de sus personalidades, valores e intereses.
- En este caso, los jóvenes se enfrentan continuamente a nuevas formas de presión de grupo y a las expectativas de la sociedad. A medida que los preadolescentes y adolescentes empiezan a descubrir su identidad, hay muchas cosas que deben conocer sobre los cambios sociales y emocionales.
Cuando se trata de la adolescencia, es fundamental enseñar a los jóvenes que son como los demás. Todos sentimos algo en algún momento de nuestras vidas. Aunque no sean conscientes de ello, es evidente que expresan sus sentimientos. En este sentido, comprender las propias emociones es esencial para las personas que atraviesan el proceso de desarrollo socioemocional.
Algo fundamental en este aspecto es ser sinceros consigo mismos. Los que tienen opiniones fuertes sobre un tema deben compartirlas con los demás. Independientemente de la edad o de la etapa de la vida en la que uno se encuentre, la honestidad es la mejor manera de emitir juicios sabios y saber de qué manera alguien necesita ayuda.
Transformaciones sociales.
La adolescencia es una época de rápido crecimiento y desarrollo que puede repercutir en la vida social, el estado emocional y la salud general de una persona. Durante este periodo, hay que tener en cuenta los siguientes desarrollos sociales y emocionales:
A medida que crecen, los cambios de humor serán mayores y más frecuentes que cuando era más pequeño. Es posible que un día se sienta optimista y alegre, y al día siguiente deprimido y pesimista. Los niveles hormonales del cerebro fluctúan con más frecuencia y esto es un factor que contribuye a estos cambios de animo.
Las conexiones con los amigos cambiarán significativamente en esta etapa. Es posible que puedan acercarse a ciertas personas o alejarse de otras. Será difícil mantener un equilibrio saludable en las amistades cuando la situación es tan incierta.
Un aspecto importante es que para muchos jóvenes, la adolescencia hace estragos en su autoestima. Las hormonas los hacen sentir más inseguros que antes, lo que los lleva a dudar de si mismo con más frecuencia.
Por esta razón, siempre deben tener en cuenta ciertos puntos:
- Que es posible que se produzcan alteraciones como consecuencia de esta adaptación.
- Que es un proceso normal del proceso de maduración.
- Que es imposible responder a estos cambios con un único método.
- Los adultos pueden ser una gran ayuda para los adolescentes al ser empáticos y solidarios durante este periodo.
- Aprenderán a manejar estos cambios por sí mismos.
Es habitual que se produzcan cambios sociales y emocionales en cualquier etapa de la vida. El detalle está en que éstos tienden a ser comunes durante la adolescencia, cuando los individuos están experimentando con sus propias identidades y creando vínculos estrechos.
En comparación con los niños más pequeños o los adultos, se sabe que los adolescentes experimentan cambios más drásticos en su estado emocional que la persona media.
La tarea de crecer.
Los cambios afectivos pueden parecer abrumadores tanto para los niños como para los padres que verán como sus hijos cambian de un momento a otro. Aun así, es una etapa por la que pasarán tarde o temprano y lo mejor es estar preparado para asimilar todos los cambios que vendrá. Al final, después de un desarrollo y crecimiento natural, se formará una identidad de la que se podrá estar orgulloso.