
La tarea de hacer un buen ensayo no es nueva, pero el contexto en el que se está realizando ahora es distinto. Los estudiantes tienen menos tiempo y, por lo general, requieren mayor concentración. Para poder asegurarte a ti mismo que tu trabajo sea útil y reproducible, debemos revisar primero cómo se pueden realizar exitosamente los ensayos cuando se tiene un largo respaldo de datos, los cuales pueden ser apoyados al tener buenos argumentos.
Las ideas son una clave para el éxito en la vida. Sin ellas no tendríamos casi nada que hablar y, sin embargo, las utilizamos con frecuencia en nuestras conversaciones cotidianas y también en cualquier documento donde queramos demostrar algo. Para este fin, contamos con distintas herramientas para expresar nuestras ideas y, por lo tanto, están involucrados en la forma correcta en que redactamos un escrito.
¿Qué son los argumentos?
Son los puntos principales que se quieren demostrar o probar. Se trata de la base sobre la cual se construye todo un documento, y es importante asegurarse de que éstos sean fuertes y sólidos. Esto quiere decir que deben ser claros, concisos y fáciles de seguir, y deben apoyarse en hechos y pruebas sólidas.
Después de todo, son la clave para persuadir a otros de una idea. Están presentes en todos los tipos de textos, incluso los introductorios y pueden ser utilizados para probar la veracidad de una afirmación, justificar el uso de una metodología o mostrar la importancia de un tema.
Pueden aparecer de diferentes maneras en cualquier documento, dependiendo de su función o de la forma en que se quiera demostrar algo. Puede ser algo motivacional, para influenciar a los lectores, describiendo cómo ellos mismos habían experimentado el resultado que se quiere probar. También hay descriptivos, que analizan el resultado en detalle y ofrecen una visión general del tema, describiendo por ejemplo, cómo ha cambiado el mundo en el pasado y cómo puede cambiar en el futuro.
En este sentido, los argumentos son una clave para que un ensayo sea impactante y persuasivo. Esto se debe a que son utilizados para refutar al contrario, demostrar el punto de vista propio, mostrar la importancia del tema o justificar la acción propuesta.
Componentes de un argumento.
Normalmente, se presentan en forma de razonamiento deductivo basado en datos objetivos. Entre sus propiedades fundamentales destacan la capacidad persuasiva para convencer a otros de la veracidad de la alegación, la coherencia entre las ideas alegadas y el respeto al criterio razonador como medio para llegar a una conclusión.
De esta forma se puede apreciar que su componentes principal son el conjunto de pruebas y datos que apuntan hacia el objetivo del ensayo. En este aspecto, pueden ser muy variados, desde la evidencia científica hasta la experiencia personal.
Partes de un argumento: opinión y evidencias.
Las ideas planteadas pueden ser buenas o malas, dependiendo de la persona que los está usando y de lo que cada quien entienda por dichos conceptos. Sin embargo, hay elementos como las opiniones y las evidencias, que siempre formarán parte de los argumentos y les darán sentido y validez.
La opinión es el punto de vista del autor sobre algo. Éstos pueden tratar de ser convincentes, pero también hay que considerar que no necesariamente tienen que ser lógicos, ya que se basan en una idea subjetiva.
Las evidencias, por otro lado, son las pruebas que apoyan la opinión. Prácticamente es la base que se utiliza para sustentar una opinión en un argumento. Puede ser un hecho, un dato, una cita de un experto, etc. Sin evidencia, un texto carece de sustento y es más difícil de creer. En este sentido, es importante utilizar evidencias que sean fiables y relevantes al tema para que éste sea más efectivo.
Estructura de un ensayo.
Un ensayo es una publicación escrita en la que se cuenta un gran número de ideas. Según el objetivo de la publicación, puede ser para defender o apoyar una posición, ilustrar una situación o refutar la idea de otro.
Como todo trabajo escrito que presenta una opinión o punto de vista sobre un tema, tiene elementos clave en común, entre los cuales se incluye un título, una introducción, un cuerpo, y una conclusión. El título del ensayo debe ser conciso y descriptivo, ya que representa el tema principal del trabajo. La introducción debe proporcionar contexto y presentar el argumento principal del autor. El cuerpo del texto se compone de varios párrafos que desarrollan el argumento central a través de la presentación de hechos y pruebas. La conclusión resume los puntos principales y brinda al lector un llamado a la acción o a reflexionar sobre el tema.
Tono utilizado.
El lenguaje utilizado en este tipo de redacciones es importante, porque comunica al lector los pensamientos e ideas de una forma asertiva y convincente. Por eso es importante utilizar un lenguaje claro y conciso al escribir. En este aspecto, se suelen seguir ciertas pautas para realizar esta tarea correctamente:
- Usar un lenguaje sencillo y directo que sea fácil de entender.
- Ir al grano y evitar el lenguaje florido o las palabras innecesarias.
- Ser preciso y realista al describir experiencias o fuentes de información.
- Utilizar la voz activa al hablar de acciones o acontecimientos.
- Mostrar ejemplos concretos siempre que sea posible para ilustrar los puntos.
El tono puede garantizar el éxito o el fracaso del trabajo, y es importante tenerlo en cuenta desde el principio. Un tono negativo generalmente hará que el lector se sienta atacado, mientras que un tono positivo lo hará sentir comprensivo. En resumen, es la actitud del autor hacia el tema del ensayo, y debe ser considerado cuidadosamente antes de comenzar a escribir.