Un ensayo es un texto que justo como el cuerpo humano, está compuesto de partes importantes que no pueden faltar, donde se pueden desarrollar una variedad de ideas y debates de cualquier tema. La forma en como se estructure el escrito y como se aborde el asunto determinará la calidad de éste, porque cada parte debe tener una razón para estar ahí y dar sentido a lo que escribimos.
Elegir el tema a exponer.
Para empezar a escribir hay que tener claro sobre que va a tratar nuestro texto ya que así es como surgirán las ideas para armar nuestro ensayo. Si el asunto a tratar se nos indica desde un principio no hay más problema pero si nos encontramos en una situación donde somos libres de elegir, surge el inconveniente de no saber que escribir o no poder elegir entre tantas ideas. Es por esto que existen algunas herramientas que nos facilitan esta tarea e inclusive mejoran nuestra habilidad para redactar.
Desarrollar ideas.
Cuando no sabemos como estructurar el escrito es una buena idea realizar mapas conceptuales que tengan las ideas principales del texto y se conecten entre si por tener conceptos en común o por información que complementa cada párrafo. Se puede poner un titulo provisional como la parte principal, después dividir los segmentos que se van a escribir y que representarían los párrafos y para finalizar hacer subdivisiones para sustentar cada parte.
La redacción libre también es un buen apoyo cuando nuestra mente está llena de pensamientos y no podemos escribir claramente. Lo que se hace simplemente es redactar sin prestar mucha atención a los detalles, a que los conceptos no tengan sentido o a que incluso se divague en otros temas, lo importante es plasmar lo que queremos para después organizarlo adecuadamente. En este caso se puede estructurar desde el principio la forma del ensayo pero hay que tomar en cuenta que como se hace rápidamente y sin mucha atención, aun después habrá que corregir algunas cosas en el trabajo final.
Otra de las herramientas que también nos ayuda en esta tarea y es muy eficaz es utilizar bosquejos, ya que nos permiten visualizar desde el principio la forma en que quedará escrito nuestro ensayo para que lo único que haya que hacer sea desarrollar más cada parte. Es útil ya que existe una jerarquía en el orden en que deben ir los puntos del ensayo para que la estructura de éste sea adecuada.
- Introducción.
Tesis - Idea principal 1.
Información.
Apoyo de la información. - Idea principal 2.
Información.
Apoyo de la información. - Idea principal 3.
Información.
Apoyo de la información. - Conclusión.
Puntos que sirvan para confirmar o refutar la tesis.
Partes de un ensayo.
Este tipo de textos se escriben de tal forma que las ideas expuestas se desarrollan en sucesión, creando conexiones entre cada párrafo para dar continuidad al tema y apoyar con más datos e información todo lo que se quiera decir.
La introducción.
En esta parte es donde se encuentra la tesis, que es la oración que da comienzo a todo, ya que presenta la posición del autor y da lugar a que se expliquen los puntos que tiene para tener tal postura. Ésta tiene que ser clara y concisa para que el lector sepa lo necesario al momento de continuar leyendo. En las siguientes oraciones se empieza a explicar porque se cree en tal postura y se da pie a proseguir de una forma más profunda en los párrafos.
Párrafos.
En éstos es donde la tesis y las ideas alrededor de ésta se exponen para abordar con más profundidad el tema con diferentes argumentos. Los párrafos también tienen una estructura y ésta permite que entendamos con mayor facilidad lo que estamos leyendo.
Hay una oración introductoria que nos permite ver desde el principio de que va a tratar esta parte, le siguen las oraciones complementarias que es donde realmente se profundiza el tema y donde el autor tiene la libertad de desarrollar su punto para transmitir sus pensamientos al lector y finalmente tenemos una oración que sirve como conclusión pero además se conecta con las ideas del siguiente párrafo.
Su numero y su tamaño no tienen una restricción definida porque todo esto corresponde al criterio del autor y al tema que aborda. Si es suficiente uno o dos párrafos para explicar la tesis entonces no es necesario más, en cambio, si se trata de algo más complejo tal vez 5 o 7 sean adecuados, tomando en cuenta también, que no hay limite en el numero de oraciones.

Conclusión.
Es la ultima parte y aquí se concluye el tema reafirmando o refutando la tesis que se presentó en la introducción y todo el ensayo en general. Dicho de otra forma, es el punto donde el lector por fin verá si está de acuerdo con lo que acaba de leer de acuerdo a todo lo expuesto por el autor. Es por esto que la conclusión no debe dejar nada suelto aunque también se pueden dejar ideas abiertas para un debate más amplio.