
El problema de las sequias está despertando mucha preocupación por el escaso suministro de agua en diversos lugares del mundo. La lluvia suele ser la mejor solución para solucionar este problema, pero aun así se sigue buscando agua para consumir. Por esta razón surge la pregunta de que tanto de este liquido vital tenemos disponible, y si es mucho o muy poco en realidad.
Después de todo, es un nutriente esencial para la vida. Nuestro cuerpo está formado por más del 60% de éste y necesitamos beber mucha para mantenernos sanos. De hecho, se recomienda que las personas consuman unos nueve vasos al día. Sin embargo, debido a ciertas condiciones, no todo el liquido esta disponible a pesar de que lo vemos ahí.
¿Cuánta agua es apta para el consumo humano?
Sólo el 0,06% del suministro mundial es seguro para beber. Si bien el dato puede ir cambiando con el tiempo, lo más probable es que cada vez sea más bajo debido a la cantidad de personas que hay en el mundo.
Aunque hay mucha agua en la Tierra, sólo una parte es realmente utilizable por las personas. El 99,7% restante se encuentra en la atmósfera, los océanos, los suelos y las capas de hielo. Sin embargo, una parte importante del 0,3% accesible permanece fuera de nuestro alcance y de lo que si podemos disponer está en ríos o en cuevas subterráneas.
¿Por qué la cifra es tan pequeña?
Existe un problema de disponibilidad y distribución del agua que afecta a todas las partes del mundo. Hay muchas razones para esta escasez, pero una de las principales causas es la forma en que la utilizamos. Desperdiciamos mucha de ella al utilizarla para cosas como el riego de cultivos que no la necesitan o al lavar nuestros coches, en industrias que la requieren para hacer sus productos o incluso mucho del liquido vital se pierde en la contaminación.
¿Cómo cuidarla mejor?
Con las recientes sequias, mucha gente está empezando a cuidar su consumo de agua. Esto puede hacerse utilizando un contador, siguiendo los niveles aconsejados para beber, cocinar y bañarse en menos tiempo y utilizando técnicas de conservación recomendadas. Estos son algunos consejos para generar mejores hábitos:
- Utiliza un contador para medir la cantidad de agua que utilizas. Esto ayudará a controlar su consumo y a ver dónde puedes reducirlo.
- Respeta los niveles aconsejados para beber, cocinar y bañarte. Estos niveles varían según el lugar en el que vivas o la cantidad de personas que vivan en una casa, pero suelen ser más bajos de lo que estás acostumbrado.
- Si tienes la posibilidad, bebe agua embotellada o filtrada.
- Cierra los grifos cuando te cepilles los dientes o te laves las manos, llena los recipientes en lugar de dejarlos secos y riega las plantas sólo cuando lo necesiten.
Tiempos difíciles.
Cuando se trata de la ingesta de agua, cada persona es diferente. Algunas personas necesitan más que otras, y otras descubren que pueden arreglárselas con menos. Sin embargo, la pauta general es que la necesitamos para vivir, por lo que no podemos prescindir de ésta.
Sin este liquido vital, el mundo seria un lugar inhóspito e inhabitable. Hay zonas del mundo donde la escasez se traduce en una gran depresión económica, como la zona de los desiertos áridos en África. Muchas veces no tomamos consciencia porque no vemos los efectos inmediatamente, pero en un entorno completamente seco, seria difícil mantener una correcta higiene porque no habría con que bañarse, la gente no estaría hidratada por lo que estaríamos más expuestos a diversas enfermedades y las industrias no tendrían con que fabricar sus productos, por lo que muchos perderían sus empleos y habría muchos problemas económicos.
Sin agua, las plantas y animales no podrían sobrevivir, además de que también sería más difícil realizar actividades como la agricultura, por lo que si este recurso se agotara, el impacto sería decisivo para la economía global y la vida del planeta.