En el pasado era normal ver como los países que tenían grandes reservas de petróleo pasaban por una transición que los llevaba a ser potencias económicas de gran influencia en el mundo. Sin embargo, como los tiempos han cambiado, podemos ver que no solo se tienen beneficios con estos recursos y que incluso el tiempo puede ser un factor para determinar el futuro de esta fuente de energía.
Petrolización económica.
Una economía petrolera es un sistema en el que la producción, el uso y el comercio del petróleo son la actividad predominante y están estrechamente controlados por los gobiernos o por entidades privadas. El objetivo de este modelo es mantener y aumentar la disponibilidad de recursos del crudo para su uso por la sociedad. En este aspecto, los factores clave que controlan una economía de este estilo son la cantidad de recurso disponible, el coste de su extracción y el precio del petróleo en el mercado global.
¿Cómo se forman las economías petroleras?
Como se trata de un recurso natural, depende mucho de las condiciones del territorio nacional, la ubicación geográfica y la disponibilidad de los yacimientos en el espacio soberano de una nación. En este sentido, se podría considerar a la suerte como un factor, ya que por evidente que parezca, para poder adoptar este modelo, se necesita contar con el recurso en primer lugar.
Algunos países pueden tener grandes reservas y ser capaces de producir y exportar grandes cantidades sin problemas. Otros países pueden necesitar importar grandes cantidades de petróleo para mantener su actividad económica.
En este escenario, lo que también determina la dirección que tomará el sistema de una nación es la tecnología con la que cuente para aprovechar sus propios recursos. Si se trata de un lugar estable y con ingresos, es posible que ellos mismos generen las herramientas necesarias para llevar a cabo la extracción y la refinación del petróleo.
En este sentido, se tienen muchos ejemplos de naciones que a pesar de contar con los recursos naturales para crecer económicamente, no pueden hacer nada porque la inestabilidad política o la pobreza les impide aprovechar lo que tienen. En este tipo de situaciones se suelen generar tratados o concesiones a empresas privadas que si cuentan con la tecnología, para que sean ellos quienes se encarguen del procesamiento de los recursos naturales.
Como el petróleo es un elemento muy valioso para el funcionamiento de las economías a nivel global, se hacen muchos esfuerzos para controlar los yacimientos, por lo que al final todo depende de la disponibilidad del crudo y de la capacidad de cada lugar para extraerlo.
Diferentes modelos.
Las economías petroleras convencionales dependen de la producción y el consumo de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón. Estos productos suelen ser inestables y propensos a las fluctuaciones de precios. También son destructivas para el medio ambiente porque producen grandes cantidades de gases de efecto invernadero.
Otro enfoque que se tiene es el del desarrollo, donde los países se centran en el desarrollo de nuevas fuentes de energía, como la solar, la eólica y la hidráulica. Estos modelos son más sostenibles porque no dependen de los combustibles fósiles, y aunque se caracterizan por la diversificación y la visión, siguen siendo susceptibles a las fluctuaciones de precios.
Al final, para que una economía petrolera funcione a pleno rendimiento, el dinero generado por las exportaciones de petróleo debería reinvertirse en la economía para apoyar el crecimiento y promover el bienestar social. Sin embargo, en muchos casos, este sistema no siempre es funcional o sostenible. En estos casos, el dinero de las exportaciones de petróleo se utiliza para alimentar el gasto extravagante de la élite gobernante, lo que agrava la desigualdad de la riqueza y conduce al agotamiento de los recursos y al declive económico.
Elementos de este modelo.
La petrolización implica tener en cuenta ciertos elementos para que funcione de manera adecuada, ya que no solo basta con hacerse rico sin control, sino que también hay que saber utilizar el capital de manera inteligente para el bien del país.
- Producción. Este concepto se refiere a la cantidad de petróleo que se extrae del suelo. La producción depende de múltiples factores, como la tecnología, la exploración y los costes. La producción también depende de la disponibilidad de recursos como el petróleo y el gas natural.
- Consumo. Se refiere a la cantidad de petróleo que utilizan cada año los distintos sectores de la economía a nivel nacional y global. El consumo depende de muchos factores, como el crecimiento económico, el crecimiento de la población, los precios de la energía y las infraestructuras de transporte. Esto también depende de la eficiencia de una nación en el uso de los recursos. Por ejemplo, si se utiliza más energía de la que necesita o de la que se puede generar, tendrá que importar para compensar la diferencia.
- Inversión. La inversión es la cantidad de dinero que se invierte cada año en la industria. La inversión depende de muchos factores, como los avances tecnológicos, la demanda de los consumidores y las empresas, y las condiciones geopolíticas.
Dependencia del petróleo.
Cuando un país depende de un único recurso para su economía, cuando éste deje de estar disponible, la economía del país tendrá problemas. En este aspecto, se sabe que el petróleo no es eterno, lo cual hace que los precios suban, y en ciertas instancias, hace que los países no funcionen con normalidad.
Una economía con estas bases es cada vez más imposible. En respuesta a estas alarmantes cifras de escasez, países de todo el mundo están empezando a explorar fuentes de energía renovables. Afortunadamente, estas alternativas son cada vez más asequibles. La energía solar y la eólica se han convertido en la corriente principal y se puede confiar en que proporcionarán energía durante décadas. Por esta razón, si se quiere mantener el planeta sano y la economía estable, hay que pasar de la energía basada en el petróleo a otras fuentes más sostenibles.