
Uno de los activos más importantes que tienen las empresas es el personal que trabaja para ellos, ya que se trata del talento que mueve la industria y consigue las metas planteadas. Es por esta razón que se debe ser muy cuidadoso al momento de realizar una contratación y tener claros los pasos para hacerla correctamente.
En muchos lugares ya se tiene una idea de cuáles son los criterios y requisitos que los nuevos candidatos deben poseer, pero aún así puede ser una tarea abrumadora por la cantidad de etapas que se tienen o el tiempo que puede tomar. Aún así, se puede hacer énfasis en lo más importante para no dejar pasar el mejor talento en el mercado.
Contratación.
Normalmente se trata de un proceso formado por varias fases, y por el que pasa una organización para cubrir algún puesto o responder a alguna necesidad que tenga el entorno laboral. Normalmente es una tarea encargada del departamento de recursos humanos, el cual ya puede tener su propia metodología para realizar la selección, pero aún así se pueden mostrar las partes más relevantes para que los candidatos y los entrevistadores entiendan mejor su trabajo.
Ubicar el problema a solucionar.
Antes de pensar en contratar a gente se debe tener un asunto que el personal actual no puede resolver, o para el que se necesite un perfil más específico. Una vez que una empresa se vea en esta situación, se debe proceder a comenzar un proceso de reclutamiento. En este aspecto es importante identificar como un nuevo empleado ayudará resolver los problemas, hacer cumplir las metas o responder a alguna necesidad que surja.
Realizar un plan.
Una vez que se haya determinado que si es necesario contar con un nuevo colega, se debe trazar un plan que muestre el puesto solicitado y como éste en verdad será un aporte positivo para una industria. En esta parte se pueden incluir muchas cosas más, porque se puede debatir desde las formas para promocionar el puesto, hasta el modelo de entrevista que se realizará.
Describir los requisitos.
En esta parte el proceso ya va tomando más forma, porque ya se empieza a tener un perfil de candidato en mente, en donde se solicitarán ciertas habilidades, poseer cierta experiencia y en general, tener ciertas características que vayan acorde a lo que busca la empresa.
Dar a conocer el puesto.
Aquí es donde se dan a conocer las intenciones que tiene el departamento de recursos humanos de contratar a alguien más, y donde los candidatos externos y hasta internos se fijan en lo que pueden aportar y ganar a su vez. En este sentido, si no se ha especificado antes, se debe hacer énfasis en sí será un reclutamiento interno o externo.
Si se realiza con el personal que ya se tiene, en realidad no se tiene que hacer mucho más, porque ya se conocen las formas de trabajar y la capacidad de los empleados actuales. Sin embargo, si se busca atraer nuevas ideas se debe continuar con los pasos.
Utilizar las herramientas a su disposición.
En este sentido, se tiene que aprovechar el uso de la tecnología, ya que los tiempos no son como antes y en vez de publicar mensajes de los periódicos, se puede hacer uso de las redes sociales, o hasta ferias y bolsas de trabajo publicadas en línea. Esto nos invita a pensar más allá de lo tradicional y también brinda más posibilidades de encontrar talento donde menos creemos que sería posible.
Entrevistas.
Éste es uno de los pasos más comunes en todo este proceso, pero no por eso deja de ser importante, ya que es el parteaguas para ver qué clase de persona y profesional se contratará. En este sentido, se pueden tomar diferentes formatos para esta etapa, ya que una empresa grande puede tener varios entrevistadores, o incluso se puede dividir en una parte inicial y en otra más técnica con los encargados del departamento del puesto disponible.
De acuerdo al contexto o incluso al modelo de trabajo que se tenga, dichas entrevistas pueden ser en persona, en la empresa, en un restaurante, y en el caso de organizaciones internacionales se puede optar por la comunicación en línea.
Revisar antecedentes.
Si bien en una entrevista se pueden preguntar muchas cosas, hay ciertos detalles que no pueden salir a la luz tan fácilmente y se tienen que investigar por cuenta propia. En este sentido se debe ser muy minucioso, pero también muy transparente por lo que se le debe informar a todos los candidatos que esto se realizará.
Una vez con su aprobación se puede investigar si tienen algún problema legal, se analizará su historial de trabajo e incluso se podrá tomar en cuenta las cartas de recomendación que tengan de empleos previos, lo cual definitivamente puede ser un aspecto positivo para ellos.
Realizar una oferta.
Si bien esta parte puede estar implícita en algunos casos, se puede presentar la situación de que el candidato tenga expectativas diferentes y busque que la empresa sepa cómo responder a éstas. En este aspecto está incluida la negociación del salario o los términos de un eventual contrato, y aunque la gente puede estar conforme con lo que se les ofrece el principio, también hay que tomar en cuenta que no siempre será así y se deberá valorar mejor las habilidades y talento de la gente.
Contratación.
Una vez que se hayan analizado todas las propuestas y se sepa que la persona elegida será la adecuada para el puesto, se puede dar por concluido el proceso de selección y contactar al que será el nuevo colega de la empresa. Después de esto sólo bastará llenar unas cuantas formas y documentos para tener todo en regla, acordar los horarios de trabajo o de una eventual capacitación y esperar el resultado de todo este trabajo.