La lectura es una habilidad fundamental que desempeña un papel crucial en nuestra vida personal y profesional. Desde los estudios académicos hasta la promoción profesional, la capacidad de comprender y retener información de textos escritos es esencial. Pero más allá de los beneficios prácticos de leer, también es necesario comprender, por evidente que parezca, ya que esto puede tener un profundo impacto en nuestro entendimiento de diversos temas.
Esto puede incluir muchas cosas, desde mejorar el conocimiento, el vocabulario, el pensamiento crítico o hasta la memoria. En este aspecto, hay elementos como la poslectura, que puede ayudarnos a ampliar nuestra perspectiva. Tal vez se trata de un termino que en la práctica no sea tan conocido; sin embargo, puede ser igual de beneficioso para gente de todas las edades y niveles de destreza cuando se utiliza eficazmente.
¿Qué es la poslectura?
Es un tipo de actividad que requiere que los alumnos tomen parte en un análisis y una reflexión más profundos sobre los textos que han terminado de leer o estudiar, lo que a menudo implica escribir respuestas o participar en debates sobre lo que han leído. Su función principal suele ser la evaluación de la comprensión de los alumnos, calibrar su entendimiento general del material y determinar si han dominado con éxito el contenido que se enseña.
De este modo, puede considerarse como una actividad de ampliación destinada a profundizar en la comprensión y reforzar las destrezas fomentando el pensamiento crítico, el análisis y la expresión creativa.
En este aspecto, dichas actividades pueden ser extremadamente útiles y beneficiosas para los estudiantes de múltiples maneras. Les permiten reflexionar sobre lo que han aprendido o experimentado al leer o estudiar un texto, lo que puede ayudarles a retener mejor la información a largo plazo. Además, se anima a las personas a pensar de forma crítica explorando ideas y conceptos con mayor profundidad a través de sus reflexiones escritas o de los debates en clase, lo que les anima a comprometerse más con su material de aprendizaje.
Diferentes actividades.
Los profesores pueden asignar muchos tipos de actividades relacionadas con la poslectura, como:
- Preguntas abiertas relacionadas con los personajes principales y los temas.
- Resumir puntos clave del texto.
- Crear interpretaciones visuales.
- Crear presentaciones que expliquen elementos importantes.
- Escribir poemas.
En este aspecto, los medios para resaltar la comprensión de cada persona en el tema son muy variadas y dependen en ultima instancia, de la creatividad de los encargados.
Al igual que con cualquier actividad de planificación de clases, es importante tener en cuenta factores como la relevancia, la adecuación a la edad y el nivel de capacidad a la hora de decidir cuándo y cómo implementar la poslectura. Esto se debe a que algunas actividades pueden resultar demasiado desafiantes o irrelevantes para algunos alumnos, mientras que para otros pueden ser mucho más fáciles debido a su base de conocimientos o a su experiencia fuera del ámbito escolar.
En este sentido, los alumnos más jóvenes suelen necesitar más orientación a la hora de realizar cualquier tipo de tarea que implique habilidades de pensamiento crítico, por lo que los profesores deben considerar la posibilidad de crear tareas más sencillas y directas que se centren en los elementos básicos de la tarea, en lugar de en conceptos abstractos más profundos.
Actividades posteriores.
Cabe mencionar que esto no está limitado a los jóvenes, ya que también resulta ser una herramienta muy útil para los adultos y en general, para todos. Los mayores tienden a beneficiarse mucho más de las tareas de pensamiento debido a su mayor nivel de madurez, por lo que los profesores deben centrarse en asignar tareas que requieran capacidad analítica, como ensayos de comparación o contraste que impliquen examinar temas similares en varios textos o tomar parte en debates sobre temas sociales.
Además, realizar redacciones breves en las que se deban establecer correlaciones entre los acontecimientos del mundo real y lo que han leído puede ser especialmente útil cuando se enseñan conceptos más abstractos, como los valores morales que se encuentran en las obras literarias. Al final, las clases se adaptan a las necesidades de cada estudiante, sin importar que tanta experiencia, conocimiento o edad tengan.
Retos de la poslectura.
A pesar de ser una herramienta muy útil para reforzar la comprensión de temas y desarrollar las capacidades, también presenta retos al momento de aplicarse. Un error que cometen muchos profesores es no proporcionar el tiempo de preparación adecuado antes de lanzarse a estos ejercicios, ya que primero debe darse una instrucción adecuada sobre las técnicas de análisis, para que no haya confusión sobre las expectativas una vez que los alumnos empiecen sus lecturas.
Además, leer demasiado y rápido también puede provocar frustración, tanto en los jóvenes como en los maestros, porque si las expectativas son demasiado altas desde el principio, sin una preparación adecuada, solo se termina leyendo mecánicamente y se pierde tiempo y no se entiende nada.
Por esta razón es importante recordar que es mejor tomar pequeños pasos para lograr objetivos más amplios con el tiempo, en lugar de esperar de repente que todos los implicados entiendan conceptos complejos sin ninguna introducción previa.
En este aspecto, vale la pena tener en cuenta ciertas estrategias par a cumplir de manera adecuada los objetivos de la poslectura:
- Analizar elementos individualmente. Asegúrate de saber qué tipo de ejercicios funcionarán mejor con las necesidades o capacidades de cada grupo
- Fomentar el debate. Ya sea verbal o mediante respuestas escritas, entre cada alumno en pequeños equipos permite tener otra oportunidad de evaluar los niveles de comprensión individuales sin ponerlos sólo en el punto de mira.
En general, el uso de actividades de este tipo en el entorno del aula puede ser increíblemente útil a efectos de evaluación y, al mismo tiempo, ofrecer oportunidades adicionales para un desarrollo más profundo.