Al momento de redactar es importante seguir las reglas que tiene el idioma para poder transmitir nuestro mensaje adecuadamente. Esto se puede hacer cuidando la gramática o escogiendo el estilo de escritura, pero algo fundamental que siempre tienen que estar presente son los elementos de cohesión.
Si en una redacción no se le pone atención a las palabras o nuestras ideas, es imposible entender lo que se quiere decir. Por esta razón existen formas en las que cada parte de un escrito se pueden conectar para comprender todas las ideas que se inscriben. Al conocer cada parte de este tema en particular, es posible tener un mejor dominio en nuestras composiciones.
Cohesión.
Es la característica en cada texto que permite que las ideas que éste incluye estén conectadas de una forma léxica y gramatical, siendo en forma de palabras, oraciones o incluso de párrafos enteros. Esto es posible por medio de distintas herramientas lingüísticas que hacen que una redacción sea coherente y cada una de sus partes estén unidas entre sí.
Elementos.
Se trata de los mecanismos que tiene el idioma para generar una transición entre las palabras o las frases, darle consistencia a las ideas o incluso crear una repetición fluida sin que esto parezca excesivo.
Repetición.
Como su nombre lo indica, se trata del uso continuo de las mismas expresiones, ya sea de forma idéntica o usando términos relacionados entre sí.
Los mosquitos me desesperan. Son insectos fastidiosos.
El perro espera a su dueño. Aunque a veces el perro espera demasiado tiempo.
Elipsis.
Consiste en la omisión de un término previo, pero que puede ser inferido por el contexto de la oración.
Mis hijos fueron a ver una película. Aunque (la película) no es muy interesante.
Referencia.
En este caso se hace una alusión a otros términos, los cuales se pueden encontrar en la redacción o se pueden inferir de acuerdo a la situación. Se clasifican de las dos siguientes formas:
Exofórica.
Aquí se hace una referencia a cosas que no se encuentran en el escrito, pero que aún así se pueden entender y le dan sentido a las ideas. Esto se puede inferir de acuerdo a la experiencia, el conocimiento o el contexto.
Endofórica.
Aquí se alude a palabras que si están incluidas en el texto y que tienen relación entre sí, porque cuando aparecen es porque algo ya fue mencionado o lo será en las siguientes líneas.
Se puede dividir en dos tipos:
Anafórica. Donde se hace alusión a términos previos.
La comida sabía deliciosa. Aunque ésta era muy cara.
Catafórica. Cuando la referencia se hace por algo que vendrá después.
Mañana vamos a visitarlos. A mi familia y amigos.
Conectores.
Los cuales unen frases de una forma lógica para crear cohesión. Por medio de esto se pueden relacionar elementos lingüísticos que de otra forma no se verían en ningún orden. Algunos ejemplos son:

- Causa-efecto. Porque, de modo que, por lo tanto.
- Contraste. Pero, aunque.
- Tiempo. Luego, antes, inmediatamente.
Sustitución.
En este caso se cambian las palabras por otras que no alteran el sentido de la oración. Los sinónimos son el caso más representativo de esta herramienta, ya que por ejemplo, se puede tener una pantalla o una tele. También están los hipónimos, entre los cuales se establece una relación similar, como por ejemplo, entre vegetales y zanahorias.