Las historias que se han escrito desde la antigüedad han tenido sus estilos propios y han ido evolucionando con el paso del tiempo, desde los personajes que participan, hasta la perspectiva que se tiene del mundo, y en este sentido, un elemento que casi siempre está presente es el narrador omnisciente.
Un relato tiene muchas partes que le dan una estructura bien definida y nos permiten apreciar los mensajes que se quieren transmitir o las emociones que buscan evocar, pero para entender los sucesos que ocurren hay veces que se necesita una guía que describa el contexto de los hechos o los sentimientos del elenco.
Narrador omnisciente.
Es el elemento que conoce cada parte de la historia que se cuenta, desde los protagonistas y sus personalidades o ideas, hasta el mundo y sus sociedades. Prácticamente lo ve y lo sabe todo, porque tiene conocimiento de cada individuo que aparece e incluso los eventos pasados y futuros son algo más conoce.
Muchos libros en la actualidad se escriben con el propósito de entretener a la gente por medio de la fantasía o la ficción, pero esta clase de conceptos aplican para muchas formas de literatura. Es un estilo muy común de escritura que ha prevalecido desde el pasado, ya que la mayoría de las veces el público necesita saber más para entender algo.
Características.
El nombre nos dice mucho, ya que hace referencia a la omniscencia, donde alguien es consciente de todo a su alrededor. Como conoce cada detalle de la trama, al leer el texto se tiene un apoyo que explica cada acontecimiento e incluso las motivaciones que tengan tanto personajes principales como secundarios.
Tiene la capacidad de mostrar la mente de protagonistas o antagonistas a los lectores, de modo que es posible disponer de mucha información conforme se avanza. Por esta razón usa como herramienta la tercera persona, usando la primera en algunas excepciones, ya que a pesar de estar muy informado, su perspectiva es externa porque no es algo propiamente de la trama.
Otro instrumento muy utilizado es el discurso indirecto, donde al hablar se presentan los discursos de alguien más. Esto quiere decir que el pensamiento o el sentir de otros es citado con palabras propias.
Tipos.
Esta clase de narrador se puede dividir de acuerdo a sus características y al grado de interferencia que tenga en su papel.
Intruso.
Una versión con mucha libertad para narrar los acontecimientos como vea conveniente. Este caso corresponde al de alguien que no solo cuenta una historia, sino que también da sus criticas y opiniones sobre las acciones de la gente. Tiene cierta naturaleza subjetiva, ya que es posible que asuma una posición o tome un lado en la trama, y desde ahí juzgue a los demás.
Neutral.
Al contrario del anterior, aquí se tiene una narración más imparcial donde los hechos se relatan tal y como son, las descripciones serían la parte más destacada, y en general, no hay observaciones ni opiniones, por lo que es más objetivo y simple.
Múltiple.
Las diferentes perspectivas son la característica principal en este caso, porque se ven muchos puntos de vista entre los que la trama se mueve libremente. Uno de sus objetivos principales es que los lectores tengan la suficiente información desde todos los ángulos para asumir una posición con respecto a los personajes, ya sea empatía, desdén o hasta indiferencia.
La gente suele ver en las novelas un medio cautivador o fantástico, pero cuando analizan cada una de sus partes con una mayor profundidad, se dan cuenta de que puede ser algo más complejo, ya que después de todo, hay varias maneras para contar los sucesos, y con cada técnica utilizada, se pueden redactar muchos textos interesantes.