
Al momento de contar historias se aprecian muchos elementos que no pueden faltar o que toman distintas maneras de acuerdo al mensaje que se quiera transmitir. Uno de los más importantes es el narrador, que nos guía y muestra el mundo, pero que también puede ser equisciente.
Los lectores ven como se desenvuelven los hechos y no participan en éstos, no son capaces de cambiar nada o ayudar a los protagonistas, pero cuando en el mismo relato este papel también lo asume alguien más, la historia se redacta muy diferente a lo que estamos acostumbrados, porque toma un rumbo dinámico e interesante.
Narrador equisciente.
Se trata del elemento acompañando a un personaje en la historia que relata, pero que tiene un conocimiento limitado sobre diversos aspectos, desde el entorno o el contexto de la situación, hasta las motivaciones de villanos o protagonistas. Por esta razón se tiene una actitud neutral, y todo lo irá conociendo conforme se den los eventos.
Los libros se escriben con estilos diferentes, y por esta razón es que las perspectivas para contar algo cambian. El público siempre será un elemento que solo verá como se desenvuelven los hechos, pero este papel de observador también lo puede compartir con alguien más, que tenga la misma incertidumbre o interés por saber algo.
Características.
Como es quien describe todo desde afuera, solo es capaz de presenciar lo que acontece y se va enterando al mismo tiempo de las cosas que aprendemos. Esto quiere decir que el ángulo con el que ve las cosas es pequeño, y no se involucra tanto con los personajes principales o secundarios, ya que apenas entiende cuáles son sus ideas o personalidades con lo que se aprecia a simple vista.
Asimismo, no participa activamente en los sucesos y realiza una narración objetiva, la cual utiliza lo poco que conoce para darle forma a los hechos o hasta para resumir las cosas hasta ese punto.
Un testigo más.
Este tipo de literatura utiliza mucho la tercera persona, lo cual hace de este individuo un testigo más, o desde nuestra perspectiva, un espectador igual a nosotros, ya que así como el lector, solo sabe lo que nota en el momento. Esto también tiene otro efecto en la historia, ya que en lugar de percibir las cosas como parte de un todo, se van descubriendo poco a poco piezas que se integran unas con otras.
Lectura interactiva.
En estos casos, los escritores ponen al narrador y al publico al mismo nivel para que las pistas de la trama o los misterios que envuelven a ésta no sean ofrecidos tan fácilmente y cada quien pueda sacar sus propias conclusiones.
Lo que se maneja es la especulación, porque se crean dudas, conjeturas y hasta contradicciones que tal vez no sean respondidas. Esto quiere decir que la información obtenida a lo largo del texto, en algún punto servirá para tener una interpretación propia, que normalmente suele ser diferente a la de los demás.
Como se puede apreciar, es posible incluir en la literatura o cualquier novela diferentes estilos que hagan más interesante la lectura o nos muestren una alternativa distinta a lo que estamos acostumbrados. Aquí se deja atrás la visión del protagonista o al ser que lo observa y lo sabe todo, y en su lugar se tiene a alguien tan similar a un lector que aprende al mismo paso que nosotros.