La literatura es un mundo fantástico donde todo es posible, desde la creación de mundos imaginarios hasta la transformación de la realidad en una obra de arte. En ese mundo, el narrador es la voz que guía al lector y lo introduce en la historia. Pero, ¿qué pasa cuando este elemento no es una persona en la historia, sino una voz ajena a ella?
Esta pregunta nos lleva a explorar los límites de la narración y a cuestionar la importancia que le damos al narrador en la literatura. ¿Es realmente necesario que sea un personaje de la historia quien nos cuente lo que está sucediendo? ¿O puede ser una voz omnisciente y ajena a la trama? ¿Cómo influye esta elección en la forma en que percibimos la historia y sus personajes? Sin duda, son interrogantes fascinantes que nos invitan a sumergirnos aún más en el maravilloso mundo de la literatura.
¿Qué es un narrador en tercera persona?
Es aquel que relata la historia desde una perspectiva ajena a los personajes. Es decir, no es uno de ellos, sino alguien que está fuera de la acción, observando y contando lo que sucede. Esta voz narrativa puede tener uno o varios puntos de vista, y puede ser omnisciente o limitada.
La principal característica del narrador en tercera persona es la objetividad. Al no formar parte de la historia, su relato debe ser imparcial y no tomar partido por ninguno de los personajes. Además, esta voz narrativa debe ser clara y concisa, para que el lector pueda seguir la trama sin confusiones. En este aspecto, debe tener un estilo propio y definido, que lo diferencie de otros narradores y haga que su voz sea reconocible.
¿Cómo influye en la narración?
Tiene una gran influencia en la narración, ya que es quien cuenta la historia, pero sobre todo porque su voz es la que guía al lector y le muestra lo que sucede. Por esta razón, su estilo y forma de narrar pueden cambiar por completo la percepción de la trama.
Además, puede dar información que los personajes desconocen, o incluso crear un ambiente de suspenso al dejar al lector con información parcial.
| Características | Descripción |
|---|---|
| Omnicomprensión | Conoce todo lo que sucede en la historia, incluyendo lo que piensan y sienten los personajes. |
| Impersonalidad | No participa en la historia y se mantiene imparcial ante los personajes y los eventos. |
| Objetividad | Se limita a contar los hechos sin dar su opinión personal ni juzgar a los personajes. |
| Flexibilidad | Puede cambiar de perspectiva y focalizarse en distintos personajes según lo requiera la historia. |
| Control de la información | Decide qué información compartir y cuándo hacerlo, lo que puede influir en la percepción que el lector tiene de la historia. |
¿Qué tipos de narrador existen?
Existen diferentes tipos, entre los que destacan el omnisciente y el equisciente. El primero conoce todo sobre los personajes y la historia, incluso sus pensamientos y sentimientos. Este puede dar información que los personajes desconocen, y puede hacer reflexiones filosóficas o incluso comentarios sociales. En el caso del narrador omnisciente, su relación es más distante, ya que conoce todo sobre ellos y no necesita estar en su piel para contar la historia.
En cambio, el segundo solo conoce lo que los personajes conocen y experimentan. Su voz es más cercana a la de los personajes, y su objetivo es hacer que el lector se identifique con ellos. En este sentido, se podría considerar como un lector más, ya que tiene prácticamente la misma información que nosotros. Debido a esto, puede tener una relación más cercana, ya que solo conoce lo que los personajes sienten y experimentan.
Aunque son diferentes casos, en ambos se trata de un elemento que tiene la capacidad de crear empatía en el lector hacia los personajes.
¿Qué papel juega en la trama?
Es quien cuenta la historia y guía al lector. Suele ser objetivo y distante, lo que permite al lector tener una visión general de la historia y de los personajes. En algunos casos, también se utiliza para crear un efecto de ironía o de distancia irónica. En este caso, puede presentar los hechos de manera objetiva pero con un tono sarcástico o burlón, lo que crea una tensión entre lo que se dice y lo que se quiere dar a entender. En otros casos, su presencia es más discreta, y se limita a contar los hechos.
Una historia con una perspectiva única.
Como vemos, se trata de un elemento muy poderoso en la literatura, capaz de cambiar por completo la percepción de la trama. Su objetivo es contar la historia de forma imparcial y objetiva, pero también puede ser una voz propia, con un estilo y personalidad definidos.
Su presencia es algo que puede marcar la diferencia entre una historia común y corriente y una obra maestra de la literatura. Su papel es esencial para ofrecer una visión más condensada de la trama, pero también puede convertirse en una voz propia con un estilo y personalidad únicos.
