Las montañas son un elemento muy característico de la naturaleza, ya que por su gran tamaño y su forma peculiar pueden verse desde casi cualquier lugar donde nos encontremos, pero además de su altura y extensión tienen otros rasgos que las hacen un lugar único.
Viéndolas a simple vista pueden parecer solo unas enormes masas de roca y nieve, pero poniendo un poco más de atención se pueden ver distintas especies de animales y aves habitando tanto su base como las partes más altas, tiene ciertos puntos que la diferencian de los cerros y otro tipo de elevaciones, cuenta con distintos climas que varían de acuerdo a la posición o la zona y con muchas características más, prácticamente está al mismo nivel que otros ecosistemas.
Montañas.
Son elevaciones de terreno cuya altura mínima ronda los 600 metros, con varios ejemplos que se elevan varios kilómetros sobre el nivel del mar. Tienen una superficie bastante rocosa con una inclinación bastante pronunciada e incluso cuatro partes fáciles de apreciar.
Empieza desde la base o el pie, que es su punto más bajo, siguiendo la ladera, donde se da la mayor inclinación, y después la cima, la parte más alta que puede ser puntiaguda o redondeada. El lugar donde se unen las montañas es llamada valle, aunque no necesariamente forma parte de éstas.
Climas.
Una de sus características más notables es la combinación de climas que tienen en todo lo alto y aunque éstos varían de lugar en lugar, se comparten algunos puntos en común. La temperatura es más fría entre más se sube, por lo que suele haber un contraste entre la base y la cima, con diferencias de humedad, lluvia o calidez. Por esta razón, cuando se ven de lejos, las montañas suelen tener la punta cubierta de nieve mientras que en la base se puede ver más vegetación e incluso algunos arboles.
Los cambios de clima son muy drásticos, ya que de un momento a otro un día soleado puede pasar a ser un día lluvioso y bastante humedo o también es normal que una temperatura cálida o templada pase a disminuir hasta menos de los 0°C.
Animales y vegetación.
Uno de los factores que define que tipo de ecosistema se tiene en las montañas es su altitud, ya que entre más altura haya, el oxigeno es menor y por lo tanto, también las posibilidades de que la vida se desarrolle adecuadamente.
En el pie o el valle se encontrarán plantas propias de la zona donde se encuentre la cordillera, pero la diferencia se empezará a notar al subir, ya que suele haber plantas hidrofitas, que se adaptan a ambientes húmedos y fríos. En la cima se reduce considerablemente la vegetación y aunque una planta creciera, estaría cubierta de nieve.
Entre las especies de animales y aves más propias de una montaña se encuentran las cabras, capaces de escalar sin problemas las pendientes, las águilas, que suelen tener sus nidos a grandes alturas, e incluso algunos osos, castores o venados habitando partes cercanas al pie o la ladera.
¿Cómo se forman las montañas?
El hecho de que estas formaciones rocosas existan hace que se forme la pregunta de cómo es posible que surgieran en la superficie. Todo esto se puede explicar gracias al conocimiento que se tiene del movimiento de las placas tectonicas, las cuales flotan sobre una gran cantidad de magma en el interior de la tierra y chocan las unas contra las otras.
Debido a la gran cantidad de fuerza y energía que tienen dos placas al chocar, la superficie se deforma con un lado hundiéndose y el otro elevándose, creando así lo que conocemos como una montaña. En este caso lo que se forman son cordilleras, ya que normalmente se encuentran en conjunto, a excepción de las originadas debido a la actividad volcánica.

Su origen también está relacionado con los volcanes, ya que cuando éstos hacen erupción expulsan lava, que después de un tiempo se enfriará y endurecerá. Si las cantidades liberadas son muy grandes, todo este material acumulado alcanzará la altura suficiente para ser considerado una montaña después de que la lava se asiente.