Vacaciones. La palabra en sí misma evoca un ambiente de descanso y alegría. Para la mayoría de nosotros, significan un tiempo para relajarse, conectar con amigos y familiares y disfrutar de actividades divertidas. Pero, ¿quién no ha sentido el deseo de que las vacaciones nunca terminen? Es comprensible que muchas personas quieran prolongarlas, pero cuando no es posible incluso hay casos donde esto afecta nuestra salud.
Aunque cualquier momento agradable puede provocar felicidad en nuestro cuerpo, parece haber algo especialmente satisfactorio para la mente sobre las vacaciones en particular. Por esta misma razón, puede pasar lo contrario cuando éstas terminan. Por esta razón, convienen informarse más sobre el tema y ver que puede ser algo muy serio si se ignora.
¿Qué es la depresión postvacacional?
Es una afección que puede surgir tras regresar de unas vacaciones agradables, y que hace que las personas sientan una mezcla de tristeza, agotamiento y arrepentimiento. No es un sentimiento pasajero, sino un estado emocional y mental que puede durar días o incluso semanas si no se trata. Se produce tras un periodo prolongado fuera del hogar o de las responsabilidades laborales, y que hace que las personas se sientan abrumadas o incluso deprimidas al volver a sus obligaciones.
No es infrecuente experimentar sentimientos de tristeza y culpabilidad al llegar a casa tras un período de descanso y relajación, pero la depresión postvacacional va más allá de estas emociones normales y hace que uno sea incapaz de funcionar con normalidad durante un período prolongado.
Causas.
Hay algunos factores clave que pueden contribuir, como el shock de volver a la realidad tras la felicidad de las vacaciones, la dificultad para gestionar el equilibrio entre la vida laboral y personal, y sentirse abrumado por la cantidad de trabajo y responsabilidades a la vuelta.
También hay factores ambientales que pueden conducir a esta situación, como el cambio de rutina, la falta de luz solar u otras actividades de las que se solían disfrutar, o sentimientos de aislamiento y soledad por estar lejos de la familia y los amigos.
Efectos y síntomas.
Los efectos de la depresión postvacacional pueden ser de gran alcance, ya que puede afectar tanto a tu salud física como a tu bienestar mental. Físicamente, las personas pueden experimentar fatiga, pérdida de apetito, insomnio, dolores y rigidez corporal, y malestar general.
Mentalmente, uno puede tener dificultades para mantenerse centrado en las tareas que tiene entre manos, perder interés por las aficiones e intereses habituales, sentirse desesperanzado respecto al futuro o tener dificultades para establecer relaciones con quienes le rodean.
En este sentido, no está de más seguir recalcando que es algo más que un sentimiento de descontento tras volver a casa después de un largo periodo de descanso. Es una afección psicológica que requiere tratamiento profesional para gestionarla con éxito.
De esta forma, podemos ver diferentes intensidades de acuerdo a la duración de sus efectos. Cuando es a corto plazo, que suele resolverse en 1-2 semanas; cuando es a largo plazo, que puede durar varios meses o incluso años.
Factores de riesgo.
Como se mencionó, suele disiparse en dos semanas, aunque este plazo puede variar en función de los niveles de estrés de la persona y de su capacidad para gestionar eficazmente sus responsabilidades a su regreso. En ciertos casos, el episodio depresivo puede durar mucho más.
En lo que respecta a los factores de riesgo de desarrollar depresión postvacacional, existen:
- Antecedentes previos de depresión, ansiedad u otras afecciones.
- Trabajar en un entorno muy estresante.
- Preocupaciones económicas.
- Falta de apoyo familiar o social.
- Sentirse abrumado por las responsabilidades y el trabajo al volver de vacaciones.
En este aspecto, existen tratamientos eficaces para esta situación, en forma de diversas terapias que ayudan a las personas a identificar y abordar los patrones de pensamiento negativos, así como medicamentos. Sin embargo, es importante hablar con el médico antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento, ya que podrá evaluar las necesidades individuales y aconsejar sobre el mejor curso de acción.
Estrategias de afrontamiento.
Además del tratamiento, también hay algunas estrategias de afrontamiento que se pueden utilizar para controlar el problema, como por ejemplo:
- Mantenerte en contacto con amigos y familiares: hablar con tus allegados puede ayudarte a sentirte mejor apoyado en estos momentos difíciles.
- Practicar técnicas de relajación como el yoga y la meditación: tomarse tiempo para relajarse y concentrarse en la respiración puede ayudar a reducir el estrés.
- Hacer ejercicio con regularidad: la actividad física regular puede ayudar a controlar los síntomas de la depresión liberando endorfinas.
- Seguir una dieta nutritiva: seguir una dieta equilibrada llena de fruta, verdura y proteínas puede ayudar a fomentar el bienestar general.
- Dormir lo suficiente: procura dormir 8 horas por noche para estar descansado y con energía.
En cuanto a los consejos de prevención para evitar la depresión postvacacional, hay algunas medidas clave que debes tomar, como planificar con antelación la vuelta de las vacaciones, preparando las comidas y programando las citas; participar en actividades que te gustaron durante los descansos; fijarte expectativas realistas; tomarte tiempo libre del trabajo durante las vacaciones; y disponer de tiempo suficiente para descansar y recuperarte después de volver a casa.
No querer volver.
Comprendiendo mejor esta situación, sus causas, efectos, consejos de prevención y estrategias de afrontamiento, uno podrá atravesar esta afección más fácilmente. Tal vez parezca un termino desconocido para muchas personas, pero es inevitable pensar que alguna vez nos hemos sentido así cuando ya sabemos más del tema.

Después de todo, las personas siguen un ciclo bastante ordenado que se repite muchos años, desde el periodo laboral o escolar, hasta las vacaciones, por lo que en algún momento de nuestras vidas tendremos una sensación similar de no querer regresar y simplemente seguir divirtiéndonos más, pero como vimos, hay que estar atentos por si se vuelve un problema más grave.