La llegada de los europeos a América cambió profundamente el mundo. Antes de esto, el continente americano estaba en su mayoría inexplorada y habitada por los nativos americanos. Los europeos trajeron consigo nuevas tecnologías, religiones y un modo de vida muy diferente. Esto condujo al desarrollo de muchas industrias, como la agricultura, la manufactura y el transporte.
La colonización europea tuvo un impacto significativo en el tejido social del viejo continente y el mundo moderno como lo conocemos en la actualidad. Se condujo a la creación de poblaciones mestizas que darían forma a la sociedad americana en los años venideros. Hoy en día es una historia lejana, pero de vital importancia, ya que prácticamente marca el inicio de una nueva era donde nacen grandes naciones y la población mundial crece exponencialmente, por lo que conviene entender que propició todo esto.
La exploración de un nuevo mundo.
La idea de la exploración ejercía una fascinación especial en muchas personas. Era una de las pocas cosas que podía aportar felicidad a la gente por todas las cosas que se podían conseguir. Ser los primeros en llegar también significaba ser los primeros en tomar lo que había, y los exploradores europeas tenían claro esto.
Si bien la llegada a América casi se dio de manera accidental buscando nuevas rutas hacia Asia, las motivaciones para tomar acción seguían siendo las mismas. Aunque cada persona podía tener sus propios intereses para aventurarse en un viaje peligroso, gracias al estudio de la historia, podemos destacar varias razones principales por las que se decidió zarpar hacia tierras desconocidas: la religión, las riquezas y la competencia por la dominación.
Religión.
La religión desempeñó un papel en la llegada de los europeos a América. Tanto la Reconquista como la colonización americana no habrían podido producirse sin las Cruzadas. Debido a la derrota en éstas, los musulmanes de la Península Ibérica fueron expulsados y permanecieron fuera durante los siguientes siglos. Entonces surgió un desdén hacia otras religiones y los cristianos utilizaron el colonialismo para mantener su poder y promover su fe. Los monarcas españoles y portugueses eran tan devotos del cristianismo que consideraron prioritaria la conversión de los pueblos nativos de América para legitimar su dominio.
Muchos de los primeros colonos eran refugiados religiosos que buscaban un lugar donde pudieran practicar su religión libremente. Muchos de estos refugiados eran católicos, que llegaron a América debido a la Reforma Protestante. Los protestantes afirmaban que el dogma católico era falso y amenazaba al cristianismo. Por ello, muchos sacerdotes y monjas católicos huyeron de países donde eran perseguidos o donde consideraban que la iglesia era una entidad corrupta y alejada de sus principios.
Hubo misioneros cristianos que fueron a la zona y convirtieron a los nativos americanos locales al cristianismo. Además, los misioneros llevaron los métodos europeos de agricultura y educación a las comunidades de nativos. Muchas personas reclamaron grandes extensiones de tierra, ideales para la agricultura y la cría de ganado. En algún momento, los asentamientos que surgieron alrededor de estas misiones se convirtieron en ciudades de pleno derecho.
Riqueza y rutas de comercio.
Los primeros europeos que llegaron a América fueron los del comercio de especias. Durante cientos de años, los europeos habían estado buscando especias exóticas y las rutas más optimas para conseguirlas. Cuando por fin descubrieron América, estaba llena de una riqueza de especias que no estaba disponible en ningún otro lugar.
Esto también tuvo que ver con los hechos históricos del pasado, ya que las cruzadas contribuyeron a facilitar el comercio marítimo entre Oriente y Occidente a pesar del abismo religioso que existía entre ellos. El descubrimiento de la seda, las especias y la porcelana por parte de los europeos abrió nuevos mercados para los comerciantes.
La ruta de la seda fue utilizada por los barcos mercantes europeos antes y hasta la era moderna. El transporte de productos a través de este camino era una prueba larga y costosa. Los intermediarios musulmanes se encargaban de recaudar impuestos en cada transferencia de mercancías, además de que las caravanas eran atacadas cuando atravesaban un terreno peligroso.
Por esta razón, el descubrimiento de nuevas rutas comerciales hacia la riqueza y las especias, pero sobre todo, la eliminación de los intermediarios musulmanes propiciaron la búsqueda de nuevos caminos, y el posterior descubrimiento de un nuevo continente.
Dominación.
Los colonos europeos buscaban una nueva tierra donde pudieran establecer su dominio y formarse como potencias en una era donde la exploración y el colonialismo garantizaba poder. En aquella época, América parecían un lugar ideal para expandirse y el paisaje era diferente a todo lo que las personas habían visto, y el clima era más cálido de lo que estaban acostumbrados.
En este sentido, los comerciantes portugueses de África occidental acapararon el comercio relacionado con la esclavitud, que se subvencionaba con la producción de azúcar en los territorios recién conquistadas. Como los portugueses descubrieron un mercado global para el azúcar, tuvieron un dominio sobre dicha mercancía que los posiciono de manera ventajosa sobre otras naciones.
Este tipo de situaciones desataron una competencia entre las monarquías, para ganar el control de nuevos mercados y establecer un dominio sobre los demás. En este aspecto, los españoles, quienes eran los vecinos directos de los portugueses eran quienes veían sus intereses más amenazados y empezaron a trazar su propia estrategia de colonización, que se vería culminado con la exploración de Cristóbal Colon, cuyos descubrimientos hicieron que más naciones movieran sus esfuerzos y recursos a la exploración de nuevas tierras que explotar.
Razones entrelazadas.
Como podemos ver, muchas de estas causas tuvieron un aspecto único para las personas en ese tiempo, ya fuera la libertad religiosa o la ambición, cada quien tenia sus motivos. Aun así, es un hecho que todo esto se relacionó por el poder y la estabilidad económica que deseaban las monarquías. Después de todo, con un control territorial y comercial, la influencia política sobre los demás podía ser más amplia, además de que la conversión a los estilos de vida europeos garantizaba que hubiera más gente compartiendo los ideales y los valores de ciertas naciones.