El mundo actual está sufriendo cambios significativos que hacen que la intensidad y la fuerza de los fenómenos naturales se incremente, y entre los que más se puede notar este cambio se encuentran los huracanes, ya que en los últimos años se han visto inundaciones, vientos y destrucción sin precedentes.
Si bien han existido desde hace mucho tiempo, son un claro ejemplo del poder que tiene la naturaleza y de lo vulnerables que pueden ser las personas ante ésta. Con los avances de la tecnología y su estudio constante es posible saber sus orígenes, pero evitar que sucedan no es una posibilidad real. En cambio, se puede conocer el impacto que tienen para crear una cultura de la prevención y así disminuir los daños.
Causas de los huracanes.
Condiciones climatológicas.
Con las condiciones adecuadas en los mares o los océanos, el agua tibia, la humedad y los vientos son los elementos que generarán después de un tiempo estas tormentas. Lo que sucede es que el agua se empieza a evaporar y cuando todo el vapor va subiendo a la atmósfera entra en contacto con aire más frío. Lo que va a suceder es que la parte fría también se va a calentar y se empezará a elevar, y tomando en cuenta que habrá una gran cantidad de vapor, en poco tiempo se formaran muchas nubes.
Lo que sucede después es que debido a la rotación de la tierra, los vientos empiezan a girar y con éstos, el vapor acumulado va formando poco a poco un espiral que conocemos como un huracán. En este sentido, la clave es la cantidad de agua caliente que haya, porque es lo que va a determinar la cantidad de vapor que subirá a la atmósfera. Debido a esto, se puede entender la razón por la cual surgen más en los trópicos, ya que es una zona donde los rayos del sol llegan directamente a la tierra y de manera constante durante todo el año.
Calentamiento global.
Los cambios que ha sufrido el planeta en tiempos recientes han propiciado que la cantidad de huracanes que ocurren por temporada se incrementen en número y que la fuerza con la que llegan a las costas sea más devastadora. Tomando en cuenta qué un elemento clave para la formación de éstos es la temperatura a la que se encuentra el agua, entre más se caliente el planeta más rápido se formaran estos tifones.
Consecuencias de los huracanes.
Inundaciones.
Uno de los efectos más notables de estos desastres naturales es la cantidad de agua que llevan a las costas, ya que debido a la velocidad de los vientos y la gran cantidad de lluvia que provocan, el nivel del agua alcanza varios metros de altura en muy poco tiempo. Además, si la zona afectada tiene ríos cerca, lo más probable es que éstos se desborden y las inundaciones lleguen más lejos.
Cortes de energía.
Ya sea por los vientos o la lluvia intensa, es normal que no haya energía durante estas situaciones, porque los cables de luz no resisten e incluso los postes se llegan a caer. En casos así, la situación es seria cuando se afectan hospitales, ya que si bien tienen energía de respaldo, hay muchos aparatos que no trabajan a toda su capacidad en estas condiciones.
Damnificados.
Las más afectados son las personas, ya que si sus casas se inundan, sus pertenencias quedan inutilizables y esto en el mejor de los casos, porque existe la posibilidad de que la corriente del agua destruya su hogar o se lleve sus cosas. Son muchas las personas en esta situación después de la tormenta, por lo cual es uno de los efectos con más impacto en la sociedad.
Destrucción de cultivos.
Si hay granjas cerca, lo más probable es que el agua terminé destruyendo los cultivos de varias temporadas, ya que normalmente es agua salada combinada con arena o basura. En este caso la velocidad de los vientos también influye, porque aunque los cultivos estén maduros éstos pueden ser arrancados.
Afectaciones a la flora y la fauna.
Los huracanes también tienen un efecto en los animales y en general, en los ecosistemas, ya que se alteran las condiciones de su entorno. Las aves por ejemplo, son de las más perjudicadas porque no pueden volar adecuadamente, las especies terrestres son afectadas porque el agua puede acabar con sus hogares, mientras que las especies marinas cercanas a las costas se ven perjudicadas porque son sacadas de su hábitat natural por la misma fuerza del huracán que los arrastra y los deja en la tierra o en ríos o lagos de agua dulce.