
Cuando consideramos la palabra «sostenible» en relación con la comida, estamos pensando en crear un equilibrio armonioso entre nutrir nuestro cuerpo y cuidar el planeta. Un plato que realmente encarne esta idea debe ser algo más que delicioso y nutritivo, también debe encarnar principios de respeto al medio ambiente e inventiva. Debe tomar en consideración todo el ciclo de vida de los ingredientes, desde la forma en que se cultivan hasta la forma en que se consumen, y todo lo demás.
Esto significa tener en cuenta factores como la estacionalidad, el uso de ingredientes locales y la minimización de los residuos. También implica ser conscientes del impacto que nuestras elecciones nutricionales tienen en la tierra y sus recursos, así como en los medios de vida de quienes participan en la industria alimentaria. Un plato sostenible no es sólo una comida deliciosa, sino una elección responsable y ética que contribuye a garantizar un futuro mejor para todos nosotros.
¿Por qué es importante comer de forma sostenible?
Cuando adoptamos prácticas alimentarias sostenibles, ayudamos a reducir nuestra huella de carbono, al tiempo que mejoramos la calidad del suelo, la conservación del agua y el bienestar de los animales. También podemos aumentar la biodiversidad asegurándonos de que nos abastecemos de nuestros ingredientes de forma responsable y de que nuestros sistemas nutricionales son variados y diversos.
Además, este estilo de vida puede ayudar a reducir los niveles de contaminación de nuestros océanos y vías fluviales reduciendo los envases de plástico y otros materiales utilizados para envasar alimentos. Esto nos ayuda a crear comunidades más sanas fomentando el comercio local y apoyando a las pequeñas empresas que siguen prácticas sostenibles cuando se abastecen de ingredientes o suministros para su negocio.
¿Qué características tiene un plato sostenible?
Cuando se preparan comidas pensando en este tema, hay varias características que deben tomarse en consideración para garantizar que cumplen los criterios de las mejores prácticas, sin embargo, los puntos más importantes son:
- Los ingredientes elegidos deben ser saludables y equilibrados.
- Fuentes alimentarias sostenibles.
- Un envasado y presentación responsables con el medio ambiente.
Cumpliendo estos puntos, es posible abarcar de manera general y efectiva los criterios que hacen que estos principios no sean solo palabras y que en verdad se pongan en practica.
Ingredientes bien equilibrados.
Al crear platillos con este estilo en mente, es esencial asegurarse de que todos los ingredientes elegidos para preparar la comida sean saludables tanto para las personas como para los ecosistemas de nuestro planeta.
Esto significa seleccionar una variedad de cereales, proteínas, frutas y verduras o legumbres, todos ellos de cultivo ecológico, si es posible. De este modo te aseguras de que tu dieta sea equilibrada desde el punto de vista nutricional, al tiempo que contribuyes a reducir cualquier posible impacto negativo sobre el medio ambiente debido al uso de pesticidas o al agotamiento de los recursos asociados a la agricultura industrial y a la producción masiva de productos ganaderos.
Fuentes alimentarias sostenibles.
Otro aspecto de la creación de este tipo de platillos consiste en asegurarse de que todos los ingredientes proceden de fuentes con certificación ecológica o de un origen con estos principios, siempre que sea posible. Además, es importante comprar productos locales siempre que puedas, ya que así apoyas a las pequeñas empresas que tienen más consideración por estos puntos.
Envasado y presentación ecológicamente responsables
Todo esto también implica ser consciente del envasado y la presentación de las comidas. Siempre que sea posible, utiliza recipientes reutilizables o bolsas para guardar tus alimentos. Es mejor evitar las bolsas de plástico y recipientes de poliestireno, ya que no se biodegradan fácilmente.
Además, siempre que puedas, minimiza los residuos de envases comprando productos a granel, y reduce la cantidad de envoltorios de plástico y otros materiales no reciclables utilizados durante la preparación.
Un cambio para el futuro.
Mientras nos esforzamos por conseguir un futuro más sostenible, es importante reconocer que la transición hacia prácticas alimentarias de este tipo puede ser un reto para muchos. Los viejos hábitos son difíciles de erradicar, y hacer cambios significativos en nuestras elecciones nutricionales puede resultar abrumador.
Además, para algunas personas y comunidades, el acceso a opciones más saludables o simplemente diferentes, puede ser limitado debido a la falta de recursos o de disponibilidad. Por esta razón es importante recordar que cada pequeño cambio cuenta, y que todos podemos contribuir a crear un sistema más considerado con la naturaleza.
Siendo conscientes de nuestras elecciones y abogando por un mayor acceso a opciones alimentarias sostenibles, podemos trabajar por un futuro en el que nutrir nuestro cuerpo y proteger el planeta no sean mutuamente excluyentes.