
Al momento de redactar un texto es posible transmitir mucha información en unos cuantos párrafos, pero también hay casos donde los lectores se encuentran con datos que no conocen pero que necesitan para seguir el texto. Por esta razón existe una herramienta bastante útil llamada acotaciones, que a pesar de ser bastante simple cumple su función y otorga un valor agregado.
Como se mencionó, existen casos donde no es posible conocer todo lo que se nos está mostrando y es necesario poner un poco de contexto para que los lectores se puedan ubicar. Si por ejemplo, tenemos una novela que está conformada por varias partes, se puede incluir una pequeña información para las personas que no sepan de qué va la historia en entregas anteriores, y de igual forma, son adecuadas para poner datos que vale la pena conocer, pero hay que entender que son exactamente.
Acotaciones.
Simple y sencillamente se trata de notas colocadas en el fondo de una página, que citan referencias o hacen comentarios sobre alguna parte del texto. En este sentido, se toma la libertad de agregar algo que no está directamente relacionado con el tema tratado, pero que le puede dar cierto valor a la lectura.
En el texto principal se suelen poner con números o símbolos y en el fondo de la página dichos símbolos se vuelvan a repetir para indicar que la acotación corresponde a esa parte. De este modo, funcionan como una buena forma para dar otro mensaje sin interrumpir la lectura, porque se pueden consultar una vez que se termine de leer el párrafo o la hoja entera, o incluso justo después de ubicarlas, para ver qué es lo que tiene que decir el autor.
¿Por qué se utilizan?
Hay ocasiones en las que no es posible agregar un comentario en el texto original porque no hay relación, pero el autor considera que aportan algo por lo que se utiliza este pequeño espacio para hacer la cita. De igual forma y dependiendo de la naturaleza del documento, se pueden usar para hacer referencia a fuentes o bibliografías para que el lector sepa el origen de la información e incluso pueda buscarlo por su cuenta.
En este caso simplemente sirven para ver al momento el origen del material, porque cuando se comparan con una bibliografía escrita al final de un documento entero no resultan tan prácticas. Esto se debe a que resulta más tedioso ir buscandolas en cada página que ver la lista entera al final.
¿Cómo se usan?
Normalmente van al final de la oración de la que se quiere hablar y como se mencionó antes, se suelen utilizar números o símbolos para que sea más fácil identificarlas. Gracias a esto es posible llevar una mejor organización y en el caso de los números es incluso posible saber cuántas acotaciones se hicieron al final.
Como se puede ver, son una herramienta simple pero bastante eficiente para agregar información más interesante o útil para el lector. No es necesario utilizarlas, pero por medio de éstas se puede tener más flexibilidad al momento de redactar algo, de modo que conviene practicar su uso de vez en cuando en cada documento que hagamos.