
Desde que se descubrieron, los rayos x han sido una herramienta indispensable para los médicos para hacer todo tipo de evaluaciones a sus pacientes, saber exactamente que los aqueja y dar una solución efectiva para preservar la salud de las personas pero en los últimos años estas ideas han ido cambiando.
Es innegable el efecto positivo que han tenido en muchos campos de la medicina, pero conforme avanza la tecnología se van descubriendo nuevas formas de examinar el cuerpo y se descubren ciertos efectos desconocidos que hacen que reconsideremos seriamente su uso. Por esta razón es necesario analizar sus beneficios, pero también los inconvenientes que puede presentar, tanto a corto como a largo plazo.
Ventajas de los rayos x.
Convenientes y efectivos.
Gracias a éstos es posible ver el tejido y la estructura osea del cuerpo sin necesidad de abrir y volver a suturar. Esto le permite a los expertos médicos hacer evaluaciones precisas que antes no hubieran sido posibles y así, tener tratamientos de mayor calidad y eficiencia. Son una de las mejores opciones para ver los huesos e identificar fracturas, pero también sirven para otro tipo de heridas e infecciones que se generen en el cuerpo.
Costo.
Con las nuevas alternativas que existen para ver el tejido o los huesos de las personas, el precio se vuelve un factor para muchos, y en este caso los rayos x resultan más baratos. En los seguros se suelen incluir justo por esta razón y los equipos para realizar las radiografías siempre están presentes en los hospitales porque son bastante asequibles.
Facilidad de uso.
Son más fáciles de usar que otras alternativas, ya que incluso pueden estar como versiones portátiles en algunos consultorios para una revisión rápida. Están disponibles casi desde el principio a diferencia de una resonancia o una tomografía donde se tiene que programar una cita o esperar algo más de tiempo.
Desventajas de los rayos x.
Pocos detalles.
Gracias a las nuevas tecnologías que han surgido como las resonancias magnéticas para ver fracturas u otro tipo de problemas, se vuelve más evidente que los rayos x están más limitados y las imágenes que ofrecen no son tan detalladas, principalmente cuando se trata de los órganos, el cerebro y algunos tejidos.
Incluso existen variantes que siguen los mismos principios, tales como la tomografía, pero que ofrecen imágenes con volumen, por lo que se vuelve sencillo elegir otra alternativa ante un problema mayor o cuando simplemente se quiere hacer una inspección más profunda.
Radiación.
La mayor preocupación que genera esta herramienta sin duda es la exposición a la radiación y el daño que puede producir en los tejidos y en la salud en general. Si bien cabe mencionar que esto solo sucedería si los rayos x se usan constantemente, el riesgo de mutar las células e incluso afectar el adn sigue presente.