Hay veces que en los procesos de producción se busca que las cosas salgan más rápido de lo planeado o incluso se cometen algunos errores y los resultados tardan más en salir pero en un sistema de gestión adecuado sucederá todo lo contrario, ya que en el jit, las cosas se deben dar en el momento justo.
Este término hace referencia las palabras en inglés, just in time, que justo como lo dice, se encarga de que las actividades se realicen sólo cuando el tiempo es indicado. Es una metodología de trabajo muy utilizado en varias industrias y que permite el aprovechamiento correcto de la materia prima, y aunque puede presentar ciertos beneficios, también hay que analizar sus problemas.
Ventajas del jit.
Reducción de inventario y costos.
Gracias a que se tienen unas ventas más rápidas, es más fácil vender la mercancía con la que se cuenta y no tener que preocuparse demasiado por el almacenamiento de inventario que podría volverse obsoleto. Esto además reduce el espacio necesario para una empresa y disminuye los costos de tener que reabastecerse de nuevo con una gran cantidad de artículos.
Menor desperdicio.
Éste es otro punto que tiene que ver con la rapidez con la que salen los productos, ya que se evita tener material dañado, que nunca se va a vender o que está asociado con una sobreproducción guardado en un almacén. Esta también es una forma indirecta de ahorrar dinero, porque no se tiene que gastar en mercancía que en el futuro podría dejar de funcionar o dañarse.
Bajo este sistema, se realiza una forma de trabajo más ajustada donde las materias primas sólo son reemplazadas cuando ya fueron procesadas en la cadena de producción o cuando ya fueron vendidas. De esta forma no se tiene un exceso inútil y todo se produce de acuerdo a la demanda exacta de los clientes, ya que si algo se fabrica es porque se va a vender.
Gastos pequeños.
Para las industrias de menor escala que no pueden realizar inversiones grandes de una sola vez, es un sistema ideal que les permite ser competitivos sin mucho capital. Esto se debe a que este método les permite adecuarse a las necesidades y la demanda del momento.
Además, también es posible realizar menos inversiones, pero manteniendo los mismos niveles de elaboración. Esto al final permite tener mejores números en su capital, ya que la rentabilidad aumenta debido a que se tienen menos gastos y más ganancias.
Flexibilidad.
Esta manera de trabajar tiene un gran margen de mejora y de corrección, ya que gracias a que todo el enfoque se concentra en la producción, es más sencillo identificar errores y corregirlos. Otro detalle importante en este sentido, es que es más fácil adaptarse a las fluctuaciones del mercado o a las exigencias de los clientes.
Se crean conexiones con proveedores.
En una industria siempre es importante tener un buen apoyo para que no haya ninguna falla en las cadenas de fabricación, y con este método de gestión se crea una buena relación con los proveedores, lo cual permite tener trabajo constante y efectivo a largo plazo.
Mayor productividad.
Bajo el esquema del just in time, se simplifican los procesos de fabricación, y se tendrá como resultado menores tiempos, e incluso un trabajo más preciso. Con una metodología adaptada a los pedidos de los clientes y no a una producción en masa, se pueden crear productos en plazos más cortos, pero conservando la misma o una mejor calidad.
Desventajas del jit.
No se adapta a todas las industrias.
Esto se debe a que no todos los servicios o productos ofrecidos son iguales en su naturaleza y no pueden estar listos para salir justo en el momento en que son solicitados. Esto cobra más relevancia en empresas que tienen una demanda impredecible, la cual puede variar a través del año y que no pueden establecer cadenas de flujo constante con proveedores.
Planeación de antemano.
Un problema relacionado con su mala implementación, tiene que ver con el poco entendimiento que se tenga de las tendencias del mercado. Esto se debe a que existen temporadas en las que la demanda aumenta o disminuye, y aunque esta forma de trabajar responda justo en el momento, de alguna manera se tiene que estar listo para hacer pedidos o empezar la cadena de producción, por lo que una mala planeación puede echar todo abajo.
Vulnerable a paros.
En este sentido se pueden englobar una gran cantidad de situaciones, pero todas tendrán el punto en común de que detendrán todo el trabajo debido a algún inconveniente en el camino. Esto hace que la productividad se vea comprometida, y en algunos casos puede deberse a factores externos como la falta de suministros o materia prima, o incluso hasta por retrasos debido a fenómenos naturales.