Los equipos deportivos ofrecen a la gente la oportunidad de reunirse y disfrutar de la camaradería, la competición y la actividad física. Sin embargo, formar parte de uno también conlleva ciertas responsabilidades que cada miembro debe tomar en serio. Desde asistir puntualmente a los entrenamientos hasta jugar como un equipo unido, hay muchas obligaciones asociadas que a veces pasamos por alto.
Si bien, muchas personas solo piensan en divertirse, también es importante tener en cuenta las responsabilidades importantes que tienen todos, para que haya una convivencia más adecuada entre las personas y, las actividades se puedan realizar con un objetivo en común entre todos, ya sea pasarla bien, competir y hasta ganar.
Asistencia a los entrenamientos.
Una de las responsabilidades más importantes para cualquier deportista es presentarse a los entrenamientos puntualmente y preparado mental y físicamente para cada sesión. Estas actividades ayudan a los jugadores a desarrollar sus habilidades a la vez que aprenden las estrategias establecidas por su entrenador o capitán; sin una asistencia regular a estas sesiones, los jugadores no podrán alcanzar todo su potencial como atletas o compañeros.
También es esencial que todos lleguen preparados, tanto emocional como físicamente; esto significa llegar bien descansados tras haber dormido lo suficiente la noche anterior, de modo que puedan concentrarse durante los ejercicios en lugar de esforzarse en ellos por agotamiento o falta de concentración. Llegar tarde o no estar preparado envía una señal de que no te tomas en serio tu papel en el grupo, lo que puede hacer que otros miembros se sientan frustrados por tener que asumir una carga adicional porque alguien no está haciendo bien su papel.
Actitud positiva.
Tener una actitud optimista hace que los entrenamientos sean más agradables para todos los implicados y ayuda a levantar la moral entre los compañeros. Los jugadores que muestran entusiasmo por los ejercicios de entrenamiento suelen tener mejores resultados que los que afrontan todo con temor, ya que la energía positiva ayuda a mantener el ánimo alto incluso durante las practicas difíciles, en los que todos están agotados por haberse esforzado demasiado.
Como tal, es beneficioso que cada compañero haga todo lo posible por mantener el animo alto por muy difíciles que se pongan las cosas, de modo que los demás puedan sacar fuerzas de saber que alguien se ha recuperado igual que ellos en la misma situación.
Esto no significa ignorar los problemas, sino abordarlos de forma constructiva en lugar de tomar las frustraciones con los demás. Un poco de risa ayuda mucho a que el ambiente siga siendo distendido, pero centrado en la consecución de los objetivos, sin que nadie se sienta abrumado por ejercicios o sesiones complicadas.
Comportamiento respetuoso.
La creación de relaciones respetuosas entre los jugadores del equipo fomenta la cooperación, la confianza y, en última instancia, el éxito, algo que se consigue mucho más fácilmente cuando existe respeto mutuo entre los compañeros que trabajan por el mismo objetivo.
Un comportamiento irrespetuoso puede incluir comentarios despectivos sobre el rendimiento de otra persona, lenguaje o bromas inapropiadas y molestas para los demás. Este tipo de conducta debe evitarse para mantener un entorno saludable en el que todos se sientan valorados, independientemente del nivel de talento percibido, de la contribución realizada y de la estrategia de ejecución del plan de juego adoptada para ganar.
Dedicación y trabajo duro.
Al igual que cualquier cosa que merezca la pena, ganar requiere dedicación, compromiso, poner en práctica medidas que se tomen a diario, cultivar el resultado deseado, dependiendo del tipo de deporte que se practique. En última instancia, aunque los resultados finales dependen en gran medida de la cantidad de esfuerzo invertido al principio, mantener la constancia durante todo el proceso es importante, por lo que hay que mantener el ritmo e ir a la par de los demás.
Así pues, la mentalidad trabajadora es un componente clave para hacer realidad las metas, a la vez que proporciona la estructura de cimientos necesaria para construir un legado duradero.
Acepta las críticas con amabilidad.
Todo comentario recibido, ya sea una crítica o un elogio, debe tratarse con atención y responder de forma adecuada de un modo que se considere educado, cortés y maduro; de lo contrario, se corre el riesgo de crear un entorno hostil, lo que probablemente provocaría un aumento de las tensiones y reduciría la productividad general, perjudicando a todo el equipo.
No prestar la atención adecuada a los consejos ofrecidos, especialmente los de tipo constructivo, que se dan de fuentes expertas, a menudo provoca confusión, malentendidos e interrupciones de la comunicación que afectan el progreso.