El valor estético es una apreciación basada en la reacción emocional que provoca. Todo, desde el aspecto de las personas y los objetos hasta el entorno natural, puede valorarse según diferentes criterios. Aun así, las cualidades artísticas son difíciles de definir porque abarcan muchos puntos de vista e ideas diferentes.
Cada persona determina por sí misma el valor de un objeto determinado. En ciertas circunstancias, pueden aplicarse las normas sociales establecidas, mientras que otras personas optan por aplicar sus propias evaluaciones personales.
¿Cuál es el sentido de dichos valores?
La respuesta de una persona a la belleza está influenciada por sus suposiciones y opiniones subyacentes sobre la estética. Pueden ayudarle a descubrir su propio estilo distintivo y a tomar mejores decisiones en cuanto a cosméticos, ropa y accesorios.
Estas son algunas de las ventajas de valorar la belleza:
- Descubrir su propio sentido de la moda.
- Mejorar su capacidad para tomar decisiones bien informadas sobre la compra de cosméticos, ropa y joyas.
- Hacer posible que te expreses de una manera única.
- Hacer que su vida sea más interesante y significativa.
Los valores estéticos son nuestras propias evaluaciones de lo que consideramos atractivo. La belleza formal en el arte o la sensación de simetría en la naturaleza pueden atraernos. Los ideales pueden ser útiles en nuestra vida cotidiana, ya que nos proporcionan un punto de referencia sobre lo que es bello.
La estética puede abordarse de diversas maneras, y es fundamental encontrar un enfoque que nos guste. A diferencia de otros a los que les gusta concentrarse en los detalles más finos, algunos individuos disfrutan estudiando la estructura subyacente de un objeto o imagen. A medida que adquirimos nuevas experiencias y formamos nuestras propias perspectivas sobre lo que constituye el atractivo, nuestros estándares también pueden evolucionar.
Variedad de criterios.
Las características físicas son el centro de dichos valores. Algunas cosas y personas tienen buen aspecto, mientras que otras no.
Belleza. Los atributos estéticos son lo que entendemos por belleza. Un objeto bello evoca una buena respuesta emocional en el cerebro. Aunque es un concepto simple, también es controversial porque la percepción es variable en cada individuo.
Simetría o equilibrio. Ambos conceptos se refieren al mismo elemento, ya que armonizan el mundo físico. Desde partes iguales, hasta elementos o rasgos en perfecto orden, estos factores deben estar equilibrados para que el sentido artístico sea satisfactorio.
Desagradable. El disgusto también se puede utilizar junto con estos conceptos. Ofrece un contraste y nos permite establecer una referencia en donde empieza lo feo y termina lo bello.
La simetría, la proporción, la ligereza y la vitalidad son cualidades atractivas en la apariencia de una persona. Puede resultar útil pensar en los rasgos que gustan en los demás y en lo que significan para alguien.
Una persona que es más introvertida y prefiere los lugares pequeños puede apreciar a alguien que es más extrovertido y prefiere los grandes espacios abiertos por su sentido de la armonía y la proporción. Del mismo modo, si alguien se siente fácilmente abrumado por los sonidos, las luces o las sensaciones del tacto, debería pensar en qué tipo de estética le atrae para evitar sentirse incomodo.
Hay personas que admiran la originalidad y la innovación, mientras que otros prefieren una sensación de calma y tranquilidad. Los criterios varían mucho de una persona a otra, y es imposible generalizar sobre lo que hace feliz o infeliz a alguien. En este aspecto, adquirir una sensibilidad artística es posible siempre que uno sea consciente de lo que lo hace feliz y lo emociona.
Emociones contrastantes.
Pueden surgir disputas cuando entran en contacto personas con preferencias estéticas diversas. Esto se puede notar fácilmente cuando hay problemas para conciliar ideales con los de las demás personas. El detalle está en que a pesar de ser fácil de identificar, a veces es difícil coincidir en las ideas porque son propias de cada quien y prácticamente forma parte de la identidad de uno.
Aun así, también es posible que diferentes puntos de vista generen un cambio en nuestros pensamientos y emociones. Cuando los estándares divergen de los de la gente a nuestro alrededor, puede ser una pista de que algo va mal, o simplemente que se tienen valores completamente diferentes.
Juicios de apreciación.
El atractivo de un objeto puede juzgarse en función de sus valores estéticos, los cuales influyen en la forma en que los individuos ven el mundo que les rodea y sus propias vidas. A la hora de definir lo que se considera atractivo, no hay una solución única para todos.
Al final, simplemente se trata de un estándar con una naturaleza subjetiva creado por las personas para juzgar aquello con lo que interactúan. Pero vale la pena considerarlos porque pueden animar a las personas a realizar actividades creativas y a apreciar más la vida.
Cada persona debe descubrir sus propios criterios, ya que no hay una única forma correcta de ver el mundo, tomando siempre en cuenta que es esencial tener la mente abierta y aceptar otros puntos de vista.