
La humanidad ha tenido toda clase de preguntas desde la antigüedad, ya sean de un aspecto científico o incluso de manera filosófica, y entre todas las incógnitas que han prevalecido, una de las más interesantes siempre ha tenido que ver con la capacidad que tenemos para ver los colores y la razón para que suceda esto.
Muchas cosas se suelen dar por hecho y no se cuestionan porque simplemente no tienen más relevancia, pero en este tema en particular se trata uno de nuestros sentidos más importantes, además de que se diferencia por mucho al de otras especies. En este caso, las respuestas pueden cambiar la perspectiva que tenemos del mundo e incluso hacernos creer que vemos las cosas de una forma diferente.
¿Por qué vemos los colores?
La clave de esta incógnita se encuentra en la luz, ya que lo que vemos es parte de la luz reflejada en los cuerpos, porque la otra parte es absorbida. Lo que sucede es que las ondas reflejadas determinan el tono que tendrá la materia, porque cuando les llega luz, como ésta es la combinación de todos los colores, los objetos absorben parte de las ondas y lo que queda son los matices que perciben nuestros ojos.
En este caso también hay que mencionar el espectro visible, porque lo que se tiene es rojo, verde y azul, y cuando la cantidad de éstos varía se pueden producir todas las tonalidades que conocemos. Igual de importante son los conos y los bastones que se tienen en los ojos, porque gracias a éstos es posible ver prácticamente todo en cualquier tipo de ambiente.
De este modo, si observamos por ejemplo un girasol, sus pétalos habrán absorbido todo el espectro y lo único que quedará es el amarillo, mientras que en el caso del tallo o las hojas lo que estará siendo reflejado en nuestra retina será el verde.
Los fotorreceptores.
Este término hace referencia a las células que se encuentran en nuestros ojos, más específicamente en la retina, las cuales son sensibles a la luz y son de los elementos más importantes en nuestra visión. Por un lado se tienen los conos, los cuales tienen fotopigmentos capaces de detectar el rojo, el verde y el azul, para así generar más combinaciones, y por el otro están los bastones, los cuales se estimulan en ambientes más oscuros, ya que lo que nos permiten observar son diferentes tonalidades de gris.
Todo esto se traduce en información que llega nuestro cerebro por medio de impulsos nerviosos a través de los nervios ópticos. Aproximadamente se tienen 100 millones de bastones y 5 millones de conos, de los cuales dos terceras partes detectan mejor el rojo, mientras que lo restante corresponde al verde y un pequeño porcentaje al azul. Esta es la razón por la que las personas son capaces de distinguir más matices cálidos que fríos.
Visión colorida.
Como se puede ver, hay mucho detrás para poder distinguir los colores a nuestro alrededor, ya que se consideran desde factores externos hasta internos en nuestro propio cuerpo. Cabe mencionar que los humanos tienen este sentido más desarrollado que muchos animales, aunque también se quedan atrás al compararse con las distintas especies capaces de ver más facetas del espectro visible, tales como la radiación ultravioleta.