Los instructivos son una forma especial de escritura que se utiliza para explicar cómo hacer algo o usar algún producto. Se caracterizan por ser muy precisos y detallados, y suelen incluir imágenes o diagramas para ayudar a los lectores a comprender mejor el texto. A menudo, se escriben utilizando frases cortas y directas, para que resulten más fáciles de seguir.
En este aspecto pueden ser una herramienta útil si se quiere aprender a utilizar algo de forma eficaz. Siguiendo los pasos descritos, podemos asegurarnos de que se entiende cómo utilizar un producto correctamente. Esto nos dará una visión general de los pasos que implica la tarea que se está tratando de realizar. Una vez que se tenga una comprensión general de esto, es posible volver a completar cada paso en detalle.
Características de los instructivos.
Estos documentos prácticamente son una parte importante de la vida diaria, ya que nos permiten realizar tareas de manera eficiente y segura. Por lo general, se usan para proporcionar instrucciones sobre cómo operar un dispositivo o realizar una tarea, pero también pueden incluir información sobre el uso y mantenimiento de productos. En este aspecto, la gente quiere ser capaz de leer rápidamente las instrucciones y empezar su proyecto.
Además, la mayoría de las personas son más dadas a seguir los elementos visuales y a tener un proceso paso a paso: esto es fundamental para que la gente pueda entenderlo fácilmente. Por esta razón, las imágenes pueden ayudar a alguien a seguir las instrucciones mejor que el texto.
En general, todos los instructivos tienen unas características clave que los vuelven muy efectivos.
- Deben ser claros y concisos. Deben proporcionar la información necesaria para realizar la tarea de manera eficiente, sin embargo, no deben ser demasiado detallados o confusos.
- Ser legibles. La letra utilizada debe ser lo suficientemente grande para que pueda leerse fácilmente. En este aspecto, es mejor que el lenguaje utilizado sea claro y sencillo.
- Incluir imágenes o gráficos. Esto con el fin de ilustrar los pasos necesarios para realizar la tarea. Esto puede ser especialmente útil si la tarea es complicada.
- Disponibles en diferentes formatos. Esto se hace para satisfacer las necesidades de todos los usuarios. Por ejemplo, algunas personas pueden preferir leer instrucciones escritas, mientras que otras pueden preferir ver un video o seguir un conjunto de imágenes.
- Fáciles de seguir. Deben presentarse de manera lógica y deben ser fáciles de recordar. Si una persona tiene que hacer referencia constantemente a un instructivo para recordar cómo realizar una tarea, esto podría indicar que el documento no es lo suficientemente claro o detallado.
Clases de instructivos.
Debido a todas las tareas que se pueden presentar en la vida, se tienen diferentes documentos para la situación de cada persona. Después de todo, existen muchos procesos para los que no se tiene experiencia y es necesario un apoyo por donde empezar. Por esta razón, es importante conocer los diferentes tipos de instructivos que hay para poder utilizarlos de la mejor manera posible.
Se pueden clasificar en ciertos grupos:
- General: Se proporciona información sobre el objeto o la situación en cuestión, pero no brinda un seguimiento tan detallado.
- Básico: Proporcionan información y pasos básicos para llevar a cabo una tarea.
- Detallado: Son más extensas que las instrucciones básicas y proporcionan más información sobre cómo realizar una tarea.
- Seguridad: Son pasos muy específicos sobre cómo llevar a cabo una tarea de manera segura o sobre como mantener un lugar de trabajo libre de accidentes.
Partes de un instructivo.
Debido a su naturaleza tan particular, deben seguir cierto formato para transmitir correctamente los procesos que describen. Aunque pueden parecer similares a cualquier documento, su estructura facilita la comprensión de la información.
- Título o encabezado. Éste nos dice de qué se trata el instructivo. A veces el título es lo único que leemos en una primera inspección, por lo que es importante que sea conciso y nos dé una idea clara de lo que vamos a aprender.
- Ilustraciones. Nos ayudan a visualizar cada proceso de una manera sencilla para ver que no comentamos errores y tengamos un apoyo.
- Pasos. Son la parte principal. Nos indican qué debemos hacer para llevar a cabo la tarea o habilidad. A menudo, los pasos se presentan en una lista y están numerados para que podamos seguirlos fácilmente.
- Materiales necesarios. La sección de materiales necesarios nos dice qué necesitaremos antes de empezar la tarea o habilidad. Esto nos ayuda a prepararnos y asegurarnos de que no nos falta nada.
- Resultado final. Muchos instructivos terminan con una ilustración o descripción del resultado final. Esto nos permite ver lo que debemos lograr y comprobar si hemos seguido las indicaciones correctamente.
En algunos casos, también se utilizan como herramientas de enseñanza para ayudar a los estudiantes a aprender nuevas habilidades, ya que normalmente tienen una secuencia lógica de pasos. Aunque a veces se los suele ver como algo aburrido, se pueden hacer interesantes y divertidos si se les da un buen enfoque.