Para escribir un trabajo con éxito, es importante entender los diferentes estilos con los que puede ser redactado un papel. Cada tipo de texto tiene su propia finalidad y requisitos, y entenderlos puede ayudarte a estructurar mejor tu trabajo y a elegir las fuentes más adecuadas. El detalle está en que para muchos no hay una diferencia clara y solo basta con leer.
Si bien es posible hacer una lectura de cualquier cosa, cuando tenemos papales científicos, novelas literarias o hasta escritos informativos, no es tan sencillo decir que se comprendió en su totalidad. En este aspecto, hay libros, artículos de revista, revisiones, resúmenes y muchas cosas más. Tal vez estemos acostumbrados a leer cosas sencillas todos los días, pero algo más sofisticado requerirá un poco más de esfuerzo y empezar a distinguir correctamente cada documento puede ayudar.
Saber diferenciar toda clase de textos.
En tus trabajos, te encontrarás con muchas redacciones, ya sea buscando información, leyendo a compañeros o maestros o simplemente como entretenimiento. En este sentido, es importante que sepas distinguir entre toda esta información para encontrar eficazmente lo que buscas.
Para determinar qué tipo de texto estás leyendo, comprueba primero el título y mira si menciona dónde se ha publicado o presentado. Si no es así, fíjate en el autor o autores: si están afiliados a una universidad o instituto de investigación, es probable que sea parte de una gaceta, un documento de conferencia o hasta un informe de datos.
Si el autor o los autores han escrito otros libros sobre temas similares, es probable que el texto sea un libro o una compilación de éstos. También es necesario comprobar la fecha de publicación: si tiene más de cinco años, puede que esté anticuado y debas buscar algo más reciente.
Importancia.
En nuestro mundo constantemente conectado y acelerado, es más importante que nunca ser capaz de identificar rápidamente y con precisión los distintos tipos de textos. Tanto si nos desplazamos por nuestras redes sociales, como si leemos las noticias online o simplemente charlamos con nuestros amigos, ser capaz de distinguir entre los distintos estilos puede ayudarnos a dar sentido a lo que leemos.
Si estás tratando de hacer una investigación para un ensayo, tendrás que ser capaz de identificar artículos académicos para poder utilizarlos como fuentes fiables. Si estás buscando una nueva receta en Internet, puede ser útil saber identificar los lugares donde se den instrucciones para ubicar más rápido el tipo de contenido que estás buscando.
En este sentido, saber distinguir los distintos tipos de texto nos ayuda porque:
- Sabemos qué y dónde buscar.
- Podemos realizar una lectura rápida y comprendemos mejor el contenido.
- Si sabes de antemano que un escrito concreto va a ser denso y a estar lleno de tecnicismos, puedes prepararte mentalmente para ello incluso antes de empezar a leer.
- Sabemos su estructura de antemano, lo cual ayuda a darle sentido a la información.
- Es más fácil buscar redacciones relacionadas cuando sabemos de que tipo son. Si no encontramos algo especifico en un documento, podemos seguir consultando de acuerdo a estilos, temas o hasta propósito.
Al final, se trata de conocimiento útil para cualquier persona. Del mismo modo, si te encuentras con un texto que está claramente dirigido a los principiantes en un área temática, probablemente lo hojearás mucho más rápido, ya que es poco probable que haya algo nuevo o desafiante en él para alguien que ya tenga algún conocimiento sobre el tema.
En general, ser capaz de entender las sutiles diferencias entre documentos es cada vez más importante cuando se tiene información en grandes cantidades. De esta forma se aprovecha mejor el tiempo y la energía, además de que se evita leer cosas sin sentido que no aporten nada.
Lenguaje.
Sin importar si se trata de un papel científico, literario o informativo, se utilizan para diferentes propósitos en muchos contextos. Sin embargo, el lenguaje vendrá determinado por el objetivo para el que escribas el papel y el público al que te dirijas. En este aspecto, se divide en dos categorías:
- Formal. Cuando solicites un empleo, escribas una carta de presentación o envíes un correo electrónico a un cliente.
- Informal. Cuando envíes un mensaje a un amigo o familiar.
Algunos documentos requerirán un lenguaje tanto formal como informal, según su finalidad. En el caso de un trabajo de investigación, una tarea o un reporte, definitivamente habría que cuidar las palabras utilizadas, tanto para el respeto de los lectores, como para su conocimiento. Una novela puede tener una combinación de ambos estilos, de acuerdo al genero literario.
Ser capaz de utilizar diferentes estilos en tus propios documentos.
La capacidad de utilizar diferentes estilos de textos en tus propios escritos puede ser una herramienta muy útil. Puede ayudarte a comunicar tus ideas de forma más eficaz, y también puede hacer que tus redacciones sean más interesantes.
Hay muchos estilos que puedes utilizar en tus escritos. Algunos de los más comunes son:
- Narrativo. Se utiliza para contar una historia. Suele utilizar personajes y acontecimientos ficticios, y a menudo tiene una moraleja o un mensaje.
- Persuasivo. Se utiliza para convencer al lector de algo. Puede utilizar hechos y estadísticas, o puede apelar a las emociones.
- Descriptivo. Se utiliza para describir personas, lugares, cosas o acontecimientos. Utiliza un lenguaje vívido para crear imágenes en la mente del lector.
- Instructivo. Indica al lector cómo hacer algo. Incluye pasos que deben seguirse en orden, así como advertencias sobre lo que no se debe hacer.
En conclusión, está claro que existen importantes diferencias entre textos que se producen cada día. Entre ellas están, el contenido, su finalidad y el público al que van dirigidos. Es esencial ser consciente de estas diferencias para comprender la información presentada en cada escrito, ser un mejor lector y aprovechar correctamente los documentos.