¿Te has fijado alguna vez en cómo las personas parecen cambiar con el tiempo solo por las cosas que se dicen a su alrededor, aunque permanezcan en el mismo entorno? Estando en grupos sociales a veces es inevitable que los demás hablen de ciertos individuos y aunque se pueden decir muchas cosas, hay ocasiones donde esto tiene un impacto en los demás.
¿Qué es el efecto Pigmalión?
También llamado efecto Rosenthal, es un fenómeno psicológico que se produce cuando las expectativas de un individuo sobre sí mismo o sobre otros influyen en la actitud como resultado de la exposición constante a dichas ideas. Es un término acuñado por el profesor Roberth Rosenthal y Lenore Jacobson, para describir el fenómeno en el que las personas tienden a tratar a los demás de una manera que creen que les hará más efectivos.
En este sentido, es especialmente poderoso cuando se trata de influir en las actitudes y creencias de las personas. Por ejemplo, las investigaciones han demostrado que es más probable que la gente esté de acuerdo con las afirmaciones que reflejan sus propias opiniones si las hace alguien que creen que es como ellos, es decir, si les han tratado de forma que se sientan bien con ellos mismos.
Aun así, hay que considerar que como se trata de la influencia de las expectativas externas en la autopercepción de un individuo, se puede tener un efecto positivo o negativo en la autoestima dependiendo de las circunstancias.
Unas expectativas elevadas conducen a un mejor rendimiento.
El nombre proviene de la historia de Pigmalión, un escultor que fue capaz de transformar un trozo de arcilla en una hermosa mujer simplemente hablándole. Debido a lo bella que resultó ser su obra, sus deseos de que fuera real tuvieron un impacto en su propia creación.
Entendiendo esto, podemos ver que dicha teoría se produce en muchos contextos diferentes. Los deportistas de los que se espera que ganen suelen tener mejores resultados que los que no se consideran favoritos, y los estudiantes de los que se cree que son inteligentes suelen rendir más que sus compañeros.
¿Por qué ocurre esto? Probablemente porque confiamos más en las personas que creemos que harán un buen trabajo que en las que no conocemos bien. También tendemos a dar más peso a las expectativas positivas que a las negativas, lo que hace que dicha idea tenga más importancia.
Si se habla de esto es porque existen muchos beneficios tanto para la persona que realiza la tarea como para quienes la rodean. Las expectativas pueden generar presión, pero también concentración y motivación, por lo que surgen ideas para aplicar estrategias basadas en esta teoría en muchas áreas.
Sin embargo, de esta forma también se puede ver los inconvenientes que esto presenta, ya que al ser una cuestión de percepción, podemos estar cegados por factores meramente subjetivos que nos impidan ver las cosas de manera racional.
Efectos contraproducentes.
Uno de sus mayores problemas es que se observa habitualmente en situaciones en las que se pide a las personas que se ajusten a ciertas normas o expectativas con las que no se sienten cómodos. Por ejemplo, los empresarios a veces piden a sus empleados que se vistan con modestia o que mantengan los valores laborales tradicionales.
A los ciudadanos se les puede pedir que hablen de una manera determinada o que actúen de acuerdo con ciertas restricciones sociales. En todos los casos, las personas tienden a conformarse más de lo que lo harían si no estuvieran influidas por los deseos de los demás.
Esto implicaría llevar a la gente a modificar su comportamiento para encajar en la sociedad o en los grupos de trabajo. También puede hacer que los individuos abandonen sus valores personales en favor de los que los demás consideran más apropiados.
Aun así, también cabe mencionar que los estudios alrededor de este trabajo han resultado ser un poco imprecisos o han tenido muestras poco representativas. Si bien este trabajo se ha tratado de adaptar a otros campos, ha sido evidente que no se han considerado más factores que influyen en el comportamiento.
Por ejemplo, si se introduce en el campo laboral, no se toman en cuenta las diferencias jerárquicas que impactan significativamente en la relación jefe-empleado. Lo mismo sucede cuando se trata de aplicar a deportistas, políticos u otros personajes expuestos a las esperanzas de los demás, ya que su situación es tan compleja como para creer que su actuar tiene como motivador los deseos de alguien más.
Otro detalle importante es que en algunos casos puede resultar ser una herramienta discriminatoria, sustentada por los prejuicios de los encargados. Esto es importante, porque en un ambiente educativo ¿no deberíamos enfocarnos en todos los estudiantes en vez de solo de los que se espera algo?
El poder de las palabras.
Como hemos visto a, el efecto Pigmalión puede tener un impacto significativo en nuestras vidas, tanto positivo como negativo. Ya sea que se trate de una mejora académica o personal, es un hecho que ciertas actitudes pueden influenciar nuestro modo de actuar. Sin embargo, tampoco hay que olvidar que en algunos casos se puede generar una presión insoportable que tendrá el efecto contrario y terminará perjudicando hasta la calidad de vida de las personas.