Este es un modelo de comunicación que hace hincapié en el aspecto emocional del mensaje. A diferencia otros postulados con enfoques diferentes, que sitúan al orador en el centro del proceso conversacional, Berlo reconoce la importancia de las emociones del receptor y el papel que desempeñan en la comprensión del mensaje.
Se basa en FMCR, que significa: fuente, mensaje, canal y recipiente. La fuente es la persona o entidad que envía el mensaje. El mensaje es la información que se transmite. El canal es el medio a través del cual se transmite, como una conversación cara a cara o un texto escrito. El receptor es la persona o entidad que recibe el mensaje.
La fuente y el recipiente o receptor se consideran socios iguales en el proceso de comunicación. El primero es responsable de elaborar un mensaje claro y eficaz, mientras que el segundo es responsable de escuchar activamente e interpretar el mensaje. Por otro lado, el canal desempeña un papel crucial en el éxito de la conversación, ya que puede afectar a la claridad y eficacia de las cosas dichas.
Fuente.
Una comunicación eficaz requiere que el emisor transmita eficazmente su mensaje al receptor. Hay varios factores que pueden influir en el éxito de este proceso, como las habilidades comunicativas del emisor, su actitud y su conocimiento del tema.
En este sentido, tener buenas dotes del habla significa ser capaz de ajustar las ideas, utilizar el tono y la inflexión adecuados, y escuchar activamente a la audiencia. Una actitud positiva también puede contribuir a la eficacia. Por esta razón, es importante que se conozca a fondo el tema para hablar con claridad y eficacia.
Además de estos factores individuales, también es importante que se tenga en cuenta el sistema social y la cultura de la audiencia. Esto significa ser consciente del trasfondo cultural y las normas sociales de la comunidad en la que se transmiten las palabras. Al tener en cuenta estos elementos, es posible transmitir sus ideas con mayor eficacia y asegurarse de que la audiencia lo recibe y comprende.
Mensaje.
Cuando una persona transmite sus pensamientos en una charla, mediante un texto o por medio de la tecnología, lo que hace es construir un mensaje. Puede estar formado por varios elementos, como el contenido, los elementos, la estructura o el código.
El contenido es la idea principal o guión que se transmite. Es importante que el orador elija cuidadosamente sus palabras y se asegure de que el contenido es sensato, preciso y relevante para la audiencia a la que va dirigido.
Los elementos se refieren al uso de movimientos de las manos, gestos, expresiones faciales y lenguaje corporal para añadir profundidad e impacto al mensaje. También se puede considerar la cómo se presenta una idea, mientras que la estructura es la organización de éstas.
El código incluye el lenguaje y las señales no verbales utilizadas para transmitirlo. Es importante que el orador utilice el código correcto para garantizar que las cosas sean comprendidas con precisión por el destinatario.
Canal.
El canal de comunicación se refiere al medio a través del cual se transmiten los pensamientos del emisor al receptor. Se pueden utilizar varios canales, como oír, ver, saborear, oler y tocar.
Por ejemplo, el oído se utiliza para entender palabras habladas, mientras que la vista nos permite entender mensajes escritos o visuales. El gusto nos permite discernir los sabores de los distintos alimentos, y el olfato nos permite detectar la fragancia de los perfumes o identificar la frescura de los alimentos. Tocar puede servir para determinar la temperatura o la textura de un objeto.
En conjunto, nuestros cinco sentidos sirven como canales que nos permiten hablar con los demás y comprender el mundo que nos rodea.
Recipiente o receptor.
Cuando el recipiente recibe un mensaje, es su responsabilidad comprender e interpretar la información transmitida. Para hacerlo eficazmente, el receptor debe tener buenas dotes de comunicación para que en verdad haya una comprensión total de los pensamientos de alguien más y además, vale la pena que presente una actitud positiva para que no haya barreras comunicativas que entorpezcan la transmisión.
También es útil que tenga un buen conocimiento del tema que se está tratando, ya que en caso de utilizar tecnicismos o conceptos complicados, con poco conocimiento es posible que se pierda mucha información. Por esta razón, también es importante compartir un trasfondo social y cultural donde las ideas y costumbres entre las personas sean similares y fáciles de entender.
Crítica al modelo.
A pesar de que los conceptos que maneja este sistema tienen sentido, no está exento de criticas por su aplicación. Esto se debe a que no incluye un mecanismo de retroalimentación, lo que dificulta calibrar la eficacia del mensaje. Además, tampoco tiene en cuenta las barreras de la comunicación, como las lingüísticas o las físicas.
Se puede argumentar que el modelo es complejo y puede resultar difícil de entender para algunas personas, además de que es una representación lineal de una conversación, lo que significa que no tiene en cuenta los canales múltiples ni la posibilidad de múltiples receptores. Esto deja fuera nuevas tecnologías donde es posible que varios individuos participen en una conversación por canales completamente nuevos, por lo que también se vuelve evidente que dicho modelo es poco flexible con los cambios.
Aun así, no deja de presentar una idea interesante donde el aspecto emocional cobra más relevancia, por lo que se le pone más atención al contenido de las ideas y no solo a los elementos que conforman el sistema de la comunicación.