Las metas son una de las claves de un buen éxito en cualquier tipo de actividad o empresa. Pero ¿cómo definirlas apropiadamente? La idea básica es que deben ser leales a los objetivos que se persiguen. Debemos estar constantemente analizando nuestras intenciones, revisando qué está funcionando bien y qué no, para poder mejorar drásticamente.
Generalmente, se definen con el fin de querer alcanzar algo en cierto margen de tiempo. Tienen una función inspiradora y activa, ya que permiten esforzarse para lograr cosas pequeñas cada vez que se presentan momentos difíciles. Normalmente hay dos tipos principales de metas: planes que tienen un largo horizonte y objetivos específicos lo más pronto posible.
La mayoría de las personas establecen sus propósitos a corto y largo plazo basándose en su propia experiencia, conocimientos e intereses. Aunque es importante tener claro cuales son nuestros sueños y deseos, es más importante definir cómo los vamos a alcanzar.
Corto plazo
Son una forma de establecer objetivos para alcanzar lo más rápido posible. Su propósito normalmente es llegar a un resultado que se vea beneficioso para la persona, la empresa o la organización. Por lo general puede variar significativamente de acuerdo a quien lo establezca, pero tiene en cuenta las siguientes características:
- Tiene un horizonte temporal breve (normalmente no supera los 6 meses).
- Esta basado en lo que se puede lograr y no en lo que se desea lograr.
- No tiene componentes sentimentales ni espirituales.
- Se basa en datos tangibles y reales.
Mediano plazo.
Son objetivos que se perseguirán entre uno y tres años de inicio. Muchas veces, se pueden diseñar basándose en el propósito de vida, lo que nos lleva a plantearnos qué es mejor para nuestro bienestar en un margen de tiempo mayor. Por esta razón se suelen proponer durante un período de transición hacia el futuro, por lo que son una forma segura de plantear objetivos realistas entre una meta a corto y largo plazo.
Sus principales características son:
- Alcanzables y con oportunidad de mejora.
- Se pueden evaluar.
- Se pueden redefinir
- Por esta razón también es posible transformarlas.
Largo plazo
Son objetivos que se plantean durante un periodo mucho más largo, llegando a abarcar varios años en el futuro. Se establecen porque se piensa que es una buena forma de seguir adelante en el proceso de transformación y mejora.
Permiten alcanzar una mejor calidad de vida, por lo que están pensados en resultados más duraderos y significativos. Normalmente, se basan en tres dimensiones:
- Temporal: ¿qué planificar para lograrlo?
- Específico: cómo buscar mejoras.
- Prioridades: que hacer para ver un cambio.
Sin importar cual sea el caso, ambos se pueden ver como propósitos para alcanzar en una vida, ya que son pasos que conducen a la felicidad. La mayoría de las personas piensan en ellos cada día, pero hay algunos detalles que nos detienen a intentar las cosas. Sin embargo, cuando se establecen en un determinado periodo de tiempo, se puede ir trabajando poco a poco y de una manera estructurada para lograr el objetivo.
Importancia de las metas en la vida diaria
Son una clave para lograr el éxito, ya que nos guían y nos ayudan a alcanzar nuestros sueños. Después de todo, son el motivo por el cual empezamos los proyectos, las prioridades en la vida, y los propósitos que buscamos realizar. De ahí que sean muy importantes, ya que cuando las tenemos claras y compartimos nuestras ideas con otros seres queridos, tendremos más fuerzas para luchar por ellas.
Otro punto importante es que pueden ser el elemento que le de sentido a la vida, ya que la mayoría de las personas están interesadas en superarlas porque significa trabajar con esperanza, centrarse en una dirección especifica y buscar soluciones para mejorar.
Beneficios y superación personal.
El deseo de superación nos creamos responsables de ellas, porque sabemos que es posible alcanzarlas y estamos dispuestos a hacer algo. La evidencia muestra que es importante tener metas a corto y largo plazo, como poner un objetivo financiero para alcanzar en 10 años, invitar a alguien a salir o hasta por fin comprar un producto deseado como una casa o un auto.
En este sentido, nos ayudan a conservar nuestro éxito, brindar estabilidad personal e incluso tener la oportunidad ser ambiciosos y buscar más cosas. Si se busca conseguir un trabajo soñado, después se querrá tener un puesto mejor, más adelante se tratará de conseguir un patrimonio, luego se podrá formar una familia y así sucesivamente.
Al final, lo que tenemos es una herramienta para definir claramente nuestro fin, pero también para elegir los medios que se tiene en mente para conseguirlos por medio de pasos seguros y realistas. Las metas pueden ser aprendidas por todos, ya sea que estén interesados en lograr un éxito profesional, personal o académico. Es importante identificar las propias necesidades y motivarse a probarlas para llegar más allá de nuestro propio umbral.