
Los átomos tienen algunas características que comparten en todas sus especies, pero aún así existen ciertas irregularidades que ocurren de forma natural o artificial. A los elementos que presentan dichas variaciones les llamamos isótopos, ya que presentan un comportamiento diferente.
Por este término se podría asociar a estos elementos con cosas peligrosas pero la realidad es que tienen muchas aplicaciones útiles y como se mencionó, incluso es posible encontrarlos en la naturaleza. Gracias a los avances de la tecnología se han llegado a crear miles de éstos y se han logrado entender muchas cosas sobre la forma y la composición de la materia.
Isótopos radiactivos.
Son los elementos que tienen más neutrones de lo normal, lo que provoca un cambio en el núcleo por la inestabilidad que hay en la energía de unión. Ésta mantiene a los protones y los neutrones de un átomo normal en su lugar, pero en este caso en particular se genera una alteración en dicha energía, la cual no es suficiente y por lo tanto genera inestabilidad.
Esto provoca que el núcleo libere radiación, ya que de forma natural se buscará disipar el exceso de energía, lo cual sucede cuando los átomos se van desintegrando poco a poco, y como resultado se tendrá una emisión en forma de rayos gama o electromagnéticos, rayos beta o positrones, y rayos alfa, lo que indica que se produjo lo que conocemos como isótopos radiactivos, que también son llamados radioisotopos.
Este proceso donde se libera energía del núcleo atómico se conoce como decaimiento radiactivo y transmutación, lo cual simplemente es un isótopo tratando de estabilizarse naturalmente y transformándose en un nuevo elemento, y lo que se tiene normalmente durante esta situación es la radiación.
Comportamiento químico.
Una de las razones por las que siguen teniendo las mismas características químicas es porque el número de protones es igual, lo que quiere decir qué siguen siendo el mismo elemento, pero el punto donde se distinguen es en la radioactividad, la cual depende del número de neutrones.
Los elementos que pueden presentar esta variación son diferentes pero normalmente los que tienen un número atómico mayor a 83 tendrán siempre un radioisotopo, mientras que en el caso de los que tengan un número atómico menor tendrán isótopos y al menos un radioisotopo. Éstos se pueden encontrar de forma natural, como en el caso del hidrógeno y sus variaciones, y también son creados de formas artificiales en laboratorios por medio de reacciones nucleares.
Usos.
Tienen muchas aplicaciones útiles en la industria, ya que por ejemplo, la radiación es útil para saber la composición de los materiales o en la medicina para el tratamiento de diversas enfermedades. Es común su uso para entender el universo, porque permiten saber la edad de una estrella o la distancia a la que se encuentra, y hasta en áreas que no tienen nada que ver con la ciencia, porque también son útiles para verificar la veracidad de una pintura o restaurarle algún daño.