En los organismos de todos los seres vivos hay partes esenciales para la vida, porque se encargan de trabajos que nos permiten desarrollarnos y realizar actividades muy comunes sin ningún problema y entre todos los órganos que existen, los del sistema respiratorio podrían considerarse como los más necesarios.
Normalmente se dan por hecho las tareas que tienen algunas partes del cuerpo por su nombre o alguna característica básica, pero cuando se analizan las cosas a un nivel molecular es posible darse cuenta que es un tema más complejo. En este caso en particular, hay que saber que no sólo se trata del aire, sino más bien de lo que está formado y de lo que ofrece al organismo.
Sistema respiratorio.
Está compuesto por los órganos encargados de tomar oxígeno necesario para el cuerpo y a su vez, sacar dióxido de carbono. En términos simples, esto sucede cuando inhalamos o exhalamos aire, el cual necesitamos para vivir. Además, también involucra los puntos del cuerpo que nos permiten hablar y oler.
Tal vez la parte más representativa son los pulmones, ya que es lo que está directamente relacionado con el aire, pero también hay otros elementos importantes que permiten el intercambio de gases. Por esta razón es una de las piezas fundamentales de la vida, ya que permite que cada órgano reciba su proporción de energía por medios como la sangre.
Características.
Este sistema se divide en dos componentes: el tracto respiratorio superior, formado por la nariz, la laringe y la faringe, y el inferior, donde se encuentra la tráquea, los bronquios y los pulmones.
La cavidad nasal es uno de los principales lugares por donde pasa el aire, por lo que su estructura también evita que otros tipos de partículas como el polvo sean inhaladas. Por la faringe pasa la comida y el aire por lo que prácticamente es el primer camino, mientras que la laringe nos facilita hablar.
Por otro lado, la tráquea y los bronquios sirven como una conexión hacia cada pulmón, que es donde llega el aire. Esta sección se encuentra en el pecho de los humanos, protegida por las costillas y está apoyada por el diafragma, que no es más que un músculo que se relaja y se contrae y facilita la respiración.
Función.
La tarea más importante del sistema respiratorio es el intercambio de gases que se da entre el oxígeno y el dióxido de carbono, ya que el O2 se lleva a través de la sangre por todo el cuerpo, mientras que el CO2 sale de éste como un desperdicio.
Esto es posible gracias a los alveolos pulmonares, los cuales son como una especie de sacos donde el oxígeno se dispersa hacia los capilares pulmonares, para después adherirse a los glóbulos rojos y viajar por el corriente sanguíneo hacia los demás órganos que lo necesiten. El dióxido de carbono que producen las células alrededor del cuerpo es recogido por la misma sangre y cuando ésta llega nuevamente a los pulmones se da el intercambio y todo ese desperdicio se libera durante la exhalación.
El olfato también es parte de este sistema, ya que en las cavidades nasales hay fibras donde se dan reacciones químicas y diferentes procesos que dan como resultado el olor.
También hace posible que podamos hablar, ya que en la laringe se encuentran las cuerdas vocales, las cuales vibran cuando el aire pasa a través de ellas y se tiene como resultado la voz. La tensión generada en todos estos músculos es lo que determina el tono o la intensidad del sonido que produzcamos.