
En nuestra era de la información, es más importante que nunca estar al tanto de las fuentes confiables y no confiables, ya que se generan enormes cantidades de datos que a veces resulta difícil evaluar. A menudo, la gente asume que todo lo que lee en internet es verdad, pero no siempre es el caso. Es muy fácil para cualquiera publicar cosas en línea, y no todos son buenos o fiables fuentes de información.
Entonces, ¿cómo saber si el origen es real o no? Hay varios factores a considerar. Primero, ¿lo que leemos viene de una organización respetable y bien conocida? Segundo, ¿se basa en hechos o opiniones? Tercero, ¿es una noticia actual o pasada? Y cuarto, ¿existe un interés en presentar las cosas de manera imparcial?
Cuando algo es verdadero se debe principalmente a que proviene de sitios web o un origen fiable y autorizadas. Algunos ejemplos de sitios serios son las paginas de las universidades, los sitios web de las instituciones gubernamentales y hasta paginas sin fines de lucro o ONG’s. No obstante, hay que tener cuidado con todo lo que vemos en la red, ya que puede resultar difícil identificar la naturaleza de cada documento, por lo que hay que tomarse un momento para determinar si lo que leemos es falso o esta bien sustentado.
No confiables.
Aquí los datos son aquellos que no ofrecen una perspectiva objetiva o que no están respaldadas por hechos. A menudo, estas fuentes se caracterizan por tener un sesgo de opinión y pueden ser manipuladas para difundir falsedades. Las desinformación y la propaganda son ejemplos de contenido no confiable que puede encontrarse en línea.
Hay que tener cuidado con las noticias falsas, ya que pueden llevar a tomar decisiones equivocadas o, incluso, pueden ser peligrosas.
Confiables.
Hay muchas maneras de encontrar cosas en Internet, pero no todas las fuentes son iguales. Aunque cuando algo es real suele notarse por medio del sentido común, la presentación o hasta por la reputación del noticiario.
En este caso los datos se han verificado como precisos y fiables. Esto significa que una persona o organización ha revisado los textos y ha confirmado que son correctos. Esto se debe a que su origen incluye sitios web de gobiernos, universidades y otras instituciones con reputación, así como revistas y periódicos con un historial de investigación sólida.
Diferencias.
Las noticias en Internet pueden ser difíciles de evaluar, ya que en la actualidad cualquier persona puede ser parte del flujo de datos que llenan la red. Muchas veces, es difícil saber si una fuente es confiable o no. Algunas de las diferencias que podrían ayudar a ubicar mejor el origen son la veracidad y hasta la calidad de los documentos presentados.
Como algo fidedigno suele provenir de instituciones y organizaciones reconocidas y respetadas, su fin es informar sobre algún descubrimiento, dar a conocer un hecho o mostrar una opinión de una manera objetiva e informativa. Por el contrario, todo aquello basado en rumores o simples suposiciones puede provenir de sitios web con agendas ocultas o intereses comerciales.
Otra gran diferencia es la cantidad y calidad de los reportajes presentados. Las cosas reales siempre proporcionarán una amplia cantidad de información completa y detallada, donde el énfasis está en datos que cada lector puede corroborar. Las mentiras y las falsedades proveerán una cantidad de detalles interesantes y amplios, pero rara vez estarán sustentados con cifras o en algo que se pueda verificar.
Siempre seguir buscando.
Hay que tener mucho cuidado con las fuentes de información en Internet. A veces es difícil discernir si es confiable o no. Lo mejor es consultar múltiples textos y contrastar todo lo que vemos y leemos. También es importante leer con detenimiento y analizar el contexto de la noticia. Si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.
Si hay algún evento o una fecha en particular, hay que ser suspicaces y pensar en el propósito de las noticias que leemos. ¿Solo buscan informar o quieren influenciar de alguna manera nuestra forma de pensar? Tal vez parezca un proceso tedioso solo para leer algo en la red, pero es parte de una cultura que nos permite discernir de manera adecuada y genera hábitos que nos hacen lectores responsables.