La tecnología y la ética son dos campos que se han desarrollado juntos a lo largo del tiempo; a medida que la tecnología ha ido adquiriendo cada vez más importancia en nuestras vidas, también lo han hecho las consideraciones éticas que la acompañan. El estudio conjunto de estos dos temas forma lo que hoy conocemos como tecnoética y bioética.
La tecnoética se define como el examen de los principios éticos relacionados con el uso de la tecnología, mientras que la bioética se centra en las implicaciones éticas de la investigación, el desarrollo y el uso de productos biotecnológicos. Tanto una como la otra implican la consideración del impacto de la tecnología en nuestra vida cotidiana, así como sus posibles repercusiones en la salud, la seguridad y los derechos humanos.
Tecnoética.
Se ocupa del estudio de los principios éticos que se aplican al uso de las nuevas tecnologías. Su campo está orientado a cómo puede utilizarse la tecnología de forma beneficiosa para la sociedad, sin dejar de respetar las normas.
Su ámbito abarca una amplia gama de temas, como la privacidad y la vigilancia, la protección de datos, la robótica, la ética médica y otros temas emergentes relacionados con la innovación y nuevas ideas.
Bioética.
Ésta se centra en las implicaciones éticas asociadas a la investigación con animales o seres humanos como sujetos. Este campo examina cuestiones como el consentimiento informado, el respeto a las personas, la normativa sobre bienestar animal, la ingeniería genética, la clonación y la investigación con células madre.
También estudia cómo las empresas biotecnológicas desarrollan productos de forma responsable, teniendo en cuenta no sólo sus beneficios potenciales, sino también sus riesgos y posibles repercusiones negativas en la calidad de vida o el medio ambiente.
Conceptos clave en tecnoética.
Un detalle importante en esta área es la toma de decisiones informada. Utilizar procesos basados en datos para considerar tanto los posibles beneficios como los riesgos asociados a una determinada tecnología antes de tomar una decisión sobre su implantación o uso.
Esto incluye examinar los efectos probables sobre la sociedad, el medio ambiente, la economía, la seguridad, y otros factores más. Antes de comprometerse a implantar o utilizar un producto o servicio tecnológico es necesario conocer su impacto o costo social.
Otro concepto clave es la privacidad; entender que los datos recogidos a través de la tecnología deben tratarse de forma responsable y segura, respetando los derechos individuales. Esto incluye consideraciones como recoger sólo la información necesaria, mantener registros precisos sobre los puntos de datos recogidos y encriptar la información sensible cuando sea necesario.
Conceptos clave en bioética.
Dos conceptos principales en esta área son el consentimiento informado y el respeto a las personas, que son principios fundamentales a la hora de realizar investigaciones con animales o seres humanos.
El consentimiento informado se refiere a un proceso mediante el cual los participantes entienden en qué se están involucrando antes de aceptar tomar parte en ello, lo que puede implicar informarse sobre los posibles riesgos asociados a la propia investigación o sobre cualquier daño potencial que pudiera causarles a ellos o a otros.
El respeto a las personas implica respetar la autonomía de los participantes tomando en consideración sus creencias culturales al diseñar los experimentos. Además, este principio exige que los investigadores sean transparentes sobre cualquier conflicto entre los objetivos científicos y los intereses individuales.
Ambas ideas se utilizan al desarrollar nuevos tratamientos o procedimientos mediante la investigación para garantizar una conducta ética durante todo el proceso, al tiempo que se protegen los derechos individuales en todo momento durante cualquier experimentación realizada.
Problemas asociados.
Aunque hay muchas ventajas asociadas tanto a los estudios tecnoéticos como a los bioéticos, pueden surgir algunos problemas debido a la falta de marcos normativos que regulen uno u otro campo. Esto conlleva problemas relacionados con la seguridad de la información recopilada mediante avances, así como cuestiones relacionadas con los protocolos responsables de experimentación al realizar experimentos.
Aunque los estudios abordan este tipo de cuestiones proporcionando orientación sobre prácticas responsables, si existe una falta de regulación legal, se deja margen para el mal uso o el abuso de la tecnología, lo que puede acarrear graves consecuencias para las personas afectadas por su aplicación.
Un mundo de cambio.
Las tecnologías siguen evolucionando rápidamente ofreciendo más oportunidades, pero también conllevan una mayor responsabilidad; comprender estos conceptos nos permite tomar decisiones responsables al considerar los avances tecnológicos, sin dejar de proteger los derechos individuales en todo momento.
A medida que nos esforzamos por crear un futuro mejor para nosotros mismos, es importante que tengamos en cuenta todos los aspectos asociados a las implementaciones de la innovación para que no acabemos causando más daños que beneficios. Después de todo, adherirnos a estos principios básicos nos permite asegurarnos de que esos objetivos siguen estando a nuestro alcance, preservando al mismo tiempo nuestros derechos en todas sus formas.