
El agotamiento es una de las condiciones psicológicas más comunes que experimentan las personas. Es un estado en el que un individuo ha llegado al límite de sus recursos físicos, emocionales y mentales y ya no puede seguir trabajando. En tiempos modernos, esto lo conocemos como el síndrome de burnout, y debido al estilo de vida tan ajetreado de la actualidad es un problema cada vez muy común.
Se trata de un trastorno que puede darse en cualquier profesión, pero es más frecuente en quienes trabajan en entornos de gran estrés y demanda. Los síntomas del burnout pueden incluir sentimientos de agotamiento, falta de motivación, dificultad para concentrarse y una sensación general de vacío. Prácticamente se puede describir una sensación de estar abrumado, fatigado y estresado debido a las obligaciones laborales o personales. Es una condición seria con causas muy puntuales y con efectos muy variados y problemáticos.
Causas del síndrome de burnout.
Exceso de carga de trabajo.
Los empleados a los que se les exige que asuman más responsabilidades de las habituales sin descansar ni relajarse lo suficiente pueden llegar a presentar este problema. Después de todo, esto surge cuando un individuo es llevado al límite y sufre de agotamiento físico, emocional y cognitivo. El exceso de trabajo puede deberse a varios factores, pero las personas que corren más riesgo son los que tienen que trabajar bajo alta presión. Estos factores incluyen largas horas, plazos difíciles y ciclos de trabajo excesivamente rápidos.
Plazos injustos.
Esto puede hacer que los empleados se sientan abrumados y constantemente estresados. En consecuencia puede provocar sentimientos de ira y frustración porque es una situación fuera de su control, pero a la que se tienen que adaptar para mantener su trabajo o mantener las expectativas de los demás.
Falta de autonomía.
Los empleados que no sienten que tienen control sobre su trabajo, o que son constantemente microgestionados, también pueden experimentar el burnout. Una de sus causas es sentir que se tiene poco control sobre el trabajo o la vida personal. Esto puede deberse a un trabajo demasiado exigente, a estar solo todo el tiempo o a sentir que siempre se está en medio de una crisis.
Mal equilibrio entre la vida personal y profesional.
En muchos casos, este desequilibrio está causado por una falta de orden en todos los ámbitos de la vida de una persona. Si uno pasa todo el tiempo trabajando en lugar de socializar, se volverá retraído y agotado. Este desequilibrio también puede ser causado por las altas exigencias de los clientes o superiores, o estar al pendiente en múltiples proyectos al mismo tiempo.
Se centran tanto en sus responsabilidades que descuidan su vida personal. Pierden el interés por los pasatiempos y las actividades que solían ser importantes para ellos. Pueden empezar a sentirse cansados todo el tiempo, y pueden volverse adictos a su trabajo.
Miedo al fracaso.
Las personas que se ven constantemente presionadas para cumplir con altas expectativas pueden empezar a sentirse abrumadas y abandonar antes de empezar. En pocas palabras, es un miedo a no tener éxito. Por ello, suelen dedicar muchas horas al trabajo en lugar de dedicarse a sí mismas. También se exceden en sus esfuerzos por alcanzar el éxito, lo que puede conducir a un exceso de trabajo y estrés.
Mal ambiente laboral.
En general, todo se puede englobar por un ambiente laboral toxico donde el estrés continuo requiere mucha dedicación y compromiso por parte del individuo que trabaja en ese entorno. Si el trabajador siente que su empleo no le satisface, es más probable que sienta todos estos efectos de una manera más fuerte.
Consecuencias del síndrome de burnout.
Disminución de la productividad.
La gente en esta condición es menos productiva porque su entorno y su salud no están en estado optimo. Esto puede conducir a una disminución de los beneficios de la empresa, así como a un aumento de las tasas de rotación de los empleados y del absentismo. Además, los empleados en esta situación son más propensos a cometer errores, lo que hace que se sientan aun peor.
Depresión y ansiedad.
Esta enfermedad también tiene consecuencias psicológicas. Muchos empleados que experimentan el burnout se vuelven depresivos o ansiosos. También pueden tener problemas para dormir o concentrarse, lo que puede llevar a una disminución de la productividad de nuevo. En casos extremos, los individuos que están así pueden caer en un espiral de negatividad del que es difícil salir.
Falta de interés.
Esta situación puede llevar a una falta de interés por las actividades fuera del trabajo, lo que puede tener graves consecuencias. En este sentido, es más difícil tomar decisiones o cuidar de sí mismos. También pueden ser más propensas a tener comportamientos de riesgo. Debido a la falta de interés, la gente suele ser menos productiva e incluso es posible que se ausenten si sienten que no pueden hacer frente al estrés.
Problemas de concentración.
Esto puede acabar provocando una falta de concentración y una pérdida de productividad. Además, también se pueden incluir problemas como el insomnio, dolores de cabeza, nerviosismo y estrés. Al tener dificultades para concentrarse, es difícil mantener la atención en su trabajo. También tienen una menor capacidad para pensar con claridad y tomar buenas decisiones. Esto puede provocar problemas en su trabajo, en sus relaciones y en su salud mental en general.
Impacto físico.
Esta condición no solo afecta la mente de la gente, sino que también provoca efectos en el cuerpo, como dolores de cabeza, de estómago y una fatiga excesiva. La sensación de cansancio no desaparece de la noche a la mañana y cuando persiste más tiempo de lo normal puede afectar la calidad de vida, ya que es posible que haya una perdida de peso, no se tengan fuerzas para hacer ejercicio y en consecuencia, derive en otros problemas de salud.
El problema del síndrome de burnout es que es difícil de detectar. Las personas estresadas y con exceso de trabajo pueden no saber que están en peligro de desarrollar este problema. Pueden tener la sensación de que lo están sobrellevando bien, aunque no duerman lo suficiente, ni hagan ejercicio regularmente, ni disfruten de su vida fuera del trabajo.
El mundo moderno es un lugar difícil para vivir. La competencia constante ha llevado a muchas personas al borde del agotamiento. Este es un fenómeno real que puede provocar importantes problemas de salud. Por esta razón es importante conocer los signos y síntomas para poder buscar ayuda antes de que se complique y se afecte considerablemente la calidad de vida de una persona.